Lᴇx Aᴍᴇʀʏ
—¡Chicos!—gritó Pope cuando nos vio volver.
Fruncí el ceño al ver que Kiara sonreía mientras hablaba por teléfono.
—¿Qué pasa?—preguntó JJ.
—¡Es John B!—respondió el moreno—Está con Sarah, están bien—
—¿¡Qué!?—nos sorprendimos el rubio y yo, y corrimos hacia Kiara.
Ella puso la llamada en altavoz.
—Están aquí—dijo por el móvil, refiriéndose a nosotros.
—¿John B?—habló JJ.
—Tío, ¿qué tal todo?—
—Eres un capullo, lo sabes, ¿verdad?—respondió—Podías haber llamado antes—
—¿Sabes lo que se tarda en conseguir un teléfono mientras huyes de la policía, JJ?—
—Oye, no te hagas el chulo—rió el rubio—Que nosotros también hemos estado ocupados—
—No me digas—sonó una pequeña risa al otro lado del aparato—¿Y qué habéis hecho, si se puede saber?—
—Bueno, las peores partes se las ha llevado Alexia, la verdad—dijo JJ—Resumiendo; le mordió un tiburón y le chutaron 50 centímetros cúbicos de aire por la carótida—
Le agradecí en silencio que no contara nada sobre Topper, y él me sonrió.
—¿Qué dices? Es coña, ¿no?—
—No, colega—
—Joder—se sorprendió—Alexia, ¿estás aquí?—
—Estoy—respondí.
—Oye, ¿estás bien? Supongo que todo eso fue culpa mía—
—Si—asentí—Tienes suerte de que no sea rencorosa—
John B volvió a reír.
—Me alegra mucho escucharos. A todos—
—A nosotros también—dijo Kie.
—¿Cómo está Sarah?—pregunté.
—Está bien. Ahora mismo no puede ponerse, pero estamos bien. Un barco nos recogió y nos llevó a las Bahamas. Estamos escondidos—hizo una pausa—Pero tengo que colgar ya—
—Un momento, ¿sabéis algo del oro?—habló JJ.
—Estamos en ello. En serio, tengo que colgar. Os volveré a llamar—
—Vale, claro—asintió Kiara—Adiós—
—Adiós—
La morena apagó su móvil y me miró.
—Quiero llorar y reír—dijo.
—Puedes reír—forcé una sonrisa, y ella hizo lo mismo.
—Joder, están vivos—habló JJ—La hostia—
Los cuatro nos abrazamos en una extraña mezcla de emociones.
Estábamos tristes, felices, nerviosos... demasiadas cosas a la vez.
Entonces volvió a mi mente el mapa de las Bahamas que había encontrado un el despacho de mi padre.
¿Tendría algo que ver con el oro?
¿Alguno de ellos sabría descifrar lo que ponía en el papel?
—Chicos, chicos—dije, y nos separamos—Encontré algo en el despacho de mi padre. Algo que tal vez pueda ayudarnos—
Los poges se miraron entre ellos y luego me preguntaron qué era lo que había encontrado.
Se lo conté y les dije que volvería en cuanto me fuera posible con el mapa.
Primero que nada, quise asegurarme de si mis padres estaban en casa.
𝖬𝖺𝗆𝖺́ 💃🏼| 𝗲𝗻 𝗹𝗶𝗻𝗲𝗮
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𝖤𝗌𝗍𝖺́𝗂𝗌 𝖾𝗇 𝖼𝖺𝗌𝖺?
𝟭𝟳:𝟬𝟮
𝖭𝗈
𝟭𝟳:𝟬𝟮
𝖫𝗅𝖾𝗀𝖺𝗋𝖾𝗆𝗈𝗌 𝖾𝗇 𝗆𝖾𝖽𝗂𝖺 𝗁𝗈𝗋𝖺
𝟭𝟳:𝟬𝟯
𝖮𝗄
𝟭𝟳:𝟬𝟯
Llegué a casa pocos minutos después. Abrí la puerta y fui a mi cuarto.
—Joder—murmuré al entrar.
Estaba completamente desordenado, con mi cama deshecha, el armario abierto y mi ropa por los suelos.
Lo primero que hice, por instinto, fue abrir el cajón en el que había guardado los papeles.
Separé los dos libros entre los que los había dejado y comprobé que aún estaban allí.
Solté un suspiro de alivio y volví a salir de casa.
Llegué a la de John B en un tiempo récord.
—Aquí están—dije al llegar—Son estos papeles—
Se los tendí, y Kiara los puso sobre la mesa del porche.
—15-7-1405–leyó JJ—Cabaña4-p09–levantó la vista—¿Qué coño significa?—
—No tengo ni idea—me encogí de hombros.
—Y esto es un mapa de las Bahamas—Pope lo cogió—Pero no hay nada señalado—
—Bueno, no hay nada...—pensé en alto—A simple vista—
Los tres me miraron con el ceño fruncido, confusos.
—Vamos, no me digáis que es lo más raro que habéis visto en estos últimos dos meses—dije, y ellos me dieron la razón con una mueca.
—¿Hay alguna marca, o algo así?—preguntó Kiara—¿Alguna dobladura?—
—No, nada—negó Pope—¿Tinta invisible?—
—Podría ser—dije—Conozco, por lo menos, cinco formas de saber si lo es—
—Pues probemos, ¿no?—
—El problema es que si usamos la que no es, podríamos inutilizarlo—recordé.
—¿Entonces?—
—Empezaremos con la del calor—propuse—Con un secador, o una plancha—
—Buscaré algo—asintió Kiara, y entró en la cabaña. Volvió poco después con un secador de pelo—¿Esto?—
—Si, es perfecto—lo cogí y pusimos el mapa sobre la mesa.
Puse el secador a escasos centímetros del papel y lo encendí.
Le di calor durante un minuto sin ningún resultado.
Probamos un par de trucos más hasta que nos quedó la última opción.
—¿Qué hacemos ahora?—preguntó JJ.
—Necesito una linterna de rayos uva—me llevé las manos a la cabeza—Pero no tengo ninguna—
—¿Y cómo conseguimos una?—
—Bueno—pensé durante unos segundos—El FBI sigue trabajando en el caso del asesinato de Peterking, ¿no?—
—Si, ¿por qué?—Pope frunció el ceño.
—Ese tipo de linternas son muy difíciles de conseguir, excepto para ellos*—respondí—Llamaré a mi tío. Tal vez conozca a alguien aquí—
Cogí mi teléfono y llamé a su contacto.
Sonó tres veces antes de que me respondiera.
—¿Alexia?—
—Hola, si, soy yo—hablé a través del auricular—Necesito que me hagas un favor—
—Claro, dime—
—Supongo que sabes lo que está pasando en la isla, ¿verdad?—
—Estoy al corriente—
—¿Tienes algún compañero trabajando aquí?—
Tardó un par de segundos en responder, mientras pensaba.
—Si—asintió finalmente—Si, conozco a un hombre—
—Pues, probablemente esto te suene raro, pero necesito una linterna de rayos uva—
—¿Puedo saber para qué?—
—Ahora no tengo tiempo—dije—¿Puedes ayudarme?—
—Le llamaré y le diré que te facilite una. Se llama Liam Cooper—
—Vale. Liam Cooper—repetí.
—Ve a verle a dónde tienen el operativo en más o menos una hora. Supongo que la tendrá a esas alturas—
—Genial—sonreí—¡Gracias!—
—De nada. Tengo que colgar—
—Bien. Adiós—
Colgué el teléfono y me giré hacia los poges.
—¿Nos vamos?—
* Sé que las linternas de rayos uva son fáciles de conseguir, peto necesito que Liam y Alexia se conozcan ahora para el desarrollo de la temporada 3