𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]

𝟫| 𝖱𝗈𝗍𝖺

Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

Topper había salido del garaje hacía casi media hora, pero yo seguía allí, llorando tirada en el suelo.

Limpié mi última lágrima y me vestí con prisa, para después salir de allí casi temblando.

No quería volver a casa, así que fui hacia la playa.
Kiara, Pope y JJ estaban allí.

La chica estaba tumbada en una toalla, disfrutando del sol.
Eran las seis de la tarde y hacía buen clima.

Pope y JJ estaban tomando algo al lado de Kiara, con sus tablas de surf al lado.

Al verme sonrieron, pero yo no les devolví la mueca.

—Hey, Alexia, ¿qué tal?—me saludó el rubio.

—Enséñame a hacer surf—hablé sin más.

—¿Qué?—se sorprendió el chico.

—Quiero aprender, ¿puedes enseñarme?—

—Si, claro, pero... joder, tienes una mordedura de tiburón—

—¿Puedes enseñarme o no?—

Al fin y al cabo, ya no tenía nada que perder.

JJ Mᴀʏʙᴀɴᴋ

Asentí ante la propuesta de Alexia sin entender exactamente si le pasaba algo.

Estaba distinta desde esta mañana.

Pasé las dos horas siguientes enseñándole a surfear, y la verdad es que lo entendió todo muy rápido.

Como al ser verano el sol se ponía sobre las diez, a las ocho aún era completamente de día.

Hacía una hora y cuarto se había metido en el agua con la tabla, y había empezado con mucha decisión.
Demasiada decisión.

A las ocho y media ya cogía olas.

Le dije que siguiera practicando y salí del agua, caminando hacia Kiara.
Pope estaba con Alexia.

—Oye, se le da de puta madre—comentó la morena.

—Si, si, ¿pero no la notas rara?—pregunté.

—Está un poco distante, pero supongo que es normal, ¿no? Hace unas horas le mordió un tiburón—

—No es eso—negué.

—¿Entonces?—

—Normalmente, a los que empiezan en surf les da miedo caerse, golpearse con la tabla, las mareas y mil cosas más, pero a ella... a ella no—

—¿Estás preocupado, JJ?—me miró con una sonrisa pícara, pero yo seguía pensando en Alexia.

—Ni siquiera le da miedo encontrarse con un... con otro tiburón—

—Cálmate, seguro no es nada—

—Es como si no le tuviera miedo a nada—susurré.

—¿Cómo dices?—

—Tiene la cabeza sólo en el surf, no piensa en nada más. Tiene... la mente en blanco—la miré—Por eso se le da tan bien—

—Tío, estás paranoico—rió Kiara—Si te preocupa, después hablas con ella, o lo hago yo, pero ahora disfruta un poco—

No respondí, solamente volví al agua con mi vista puesta en Alexia.

Algo le pasaba, y yo tenía que ayudarla.

Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

Estaba haciendo surf.

Y en ese momento no había nada más en mi mente a parte de la tabla y las olas.

Surf, sólo surf.

Ni siquiera era capaz de mirar a JJ a la cara.

Cuando él cogía la tabla, todos los pensamientos volvían a mi mente.

Solo tengo dieciséis años, joder, no puedo lidiar con todo esto.

Tengo que encontrar 400 millones de dólares, a un chico que podría estar muerto, salvar a mi hermana y proteger a JJ. ¿Cómo se supone que voy a hacerlo?

No soy una puta super heroína que puede con todo lo que le pongan delante. No lo soy.

¿Qué tenía que hacer?

¿Denunciar a Topper para que luego le vuelen la cabeza a JJ?
Porque él no es un kook, la policía no iba a protegerle.
Y su familia tampoco.

Tenía que hacerlo yo.

Tengo que proteger a todo el mundo que entra en mi vida, ¿o cómo va la cosa?
Porque me parece injusto.

Creía que yo sola ya había tenido bastante, pero esto era el colmo.

Ahora estaba rota, y en lugar de arreglarme a mi misma, usaba mis trozos para tapar los huecos de los demás.