𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]

𝟣𝟢| 𝖠𝗁𝗈𝗋𝖺 𝗇𝗈 𝗆𝖾 𝗌𝗈𝗉𝗈𝗋𝗍𝗈

Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

Salimos del agua cuando el sol se puso y yo me sequé lo antes que pude.
Tenía que ir a un sitio.

Me despedí de los poges sin hablar demasiado y me dirigí a la farmacia de guardia.
Una vez allí, pedí una pastilla del día después.

Me la dieron y yo salí de la farmacia después de pagarla.
Iba a guardarla en el bolsillo, pero alguien apareció delante de mi.

—¿Podemos hablar?—
Era JJ.

—Ahora no es buen momento—respondí. Lo único que quería era llegar a casa para poder llorar a gusto.

—¿A qué ha venido lo del surf?—el rubio ignoró mi respuesta.

—¿De qué hablas?—

—Estabas muy rara. ¿Qué te pasa?—

¿Que qué me pasa? Pues pasa que hace unas horas Topper me estaba violando, y pasa que si digo algo te van a matar.

—Nada—negué—No me pasa nada—

—No te creo—

—Me da igual lo que creas, JJ, estoy bien—guardé la pastilla—Ahora, si me disculpas, tengo que irme—

Empecé a caminar, pero el rubio me sujetó el brazo y me dio la vuelta.

—Puedes contármelo—dijo—Puedes contarme lo que sea—

Me solté de su agarre.
—Estoy bien—

Seguí caminando con la vista fija en el suelo, mientras mis ojos empezaban a cristalizarse.

Todo esto... todo lo que estaba pasándome... no es algo con lo que yo pueda lidiar.

¿Qué se supone que tengo que hacer?
¿Que se hace cuando te violan y amenazan con matar la persona a la que más quieres?
¿Que se hace cuando sabes quién es el verdadero asesino de Peterking pero tienes que conseguir 400 millones de dólares para poder contar la verdad?

Porque no tengo un puto manual de instrucciones que dice lo que tengo que hacer ante cada situación.
No, tengo que buscarme la vida.

Entré en casa y vi que mis padres ya estaban allí, en el salón, con Jazzlyn.

—¿Qué tal el viaje, Lex?—me preguntó mamá.

—Bien, pero estoy cansada—fingí una sonrisa—Me voy a mi cuarto—

Cuando llegué, cerré la puerta con seguro y me metí en cama.
Me cubrí por completo con las mantas y empecé a llorar.

Lloraba por todo, porque mi vida daba asco.

Lo único bueno que había en ella eran los poges, y les había traicionado.

Ya aún encima, JJ podía morir por mi culpa.

Eso era lo más importante, mi prioridad; protegerle. Proteger a JJ.

𝗡𝗲𝘅𝘁 𝗱𝗮𝘆
Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

Me levanté a las once de la mañana, me di una ducha rápida y luego me coloqué frente al espejo.

Mi cuerpo no es perfecto para nada.
Tengo algunas estrías, y casi no tengo cadera.

Mi cabellos es castaño, y mis ojos verdes.
No soy una modelo, ni podría serlo aunque quisiera, y aún así, con el tiempo había aprendido a quererme.