𝟦| 𝖠𝖼𝗍𝗈 𝗋𝖾𝖿𝗅𝖾𝗃𝗈

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𝗡𝗲𝘅𝘁 𝗱𝗮𝘆
Lx Aᴍᴇʀʏ

Cuando me desperté, noté el cuerpo de JJ contra el mío y no pude evitar sonreír.

Ayer, mientras lo hacíamos, me había olvidado completamente de todo por lo que he pasado.
Y eso fue gracias a él.

Le miré con dulzura y me tomé un minuto para guardar esa imagen.
Tenía el cabello revuelto y estaba abrazado a mi. Se le veía demasiado tierno.

Aparté su brazo con cuidado y salí de la cama.

Cogí la primera sudadera que encontré, que resultó ser suya, y me la puse.
Me quedaba enorme, me llegaba casi por las rodillas, pero olía a él, y eso me hizo sonreír.

Le eché un último vistazo y salí de la habitación.

Eran las seis de la mañana, y el sol estaba saliendo. Aunque aún había una leve penumbra para nada desagradable.

Me senté en la arena y miré al mar.

Jake tenía razón, todo va a mejor.
Voy a solucionar mis problemas uno por uno, y el primero era yo misma. Que no podía verme como antes, ante un espejo.
JJ ha cambiado eso.

JJ me abrazó, y yo hundí mi rostro en su pecho.

—No dejaré que vuelvan a hacerte daño—le escuché decir—Lo prometo—

Cada palabra, cada roce, cada beso; me estaba devolviendo la confianza sin saberlo.
Porque antes no tenía nada, y ahora le tengo a él.

—Eres preciosa—escuché detrás de mi, de repente.

Me giré algo avergonzada y vi que JJ ya estaba despierto, y me observaba con una leve sonrisa.

Yo imité su mueca.
—Deberíamos prepararnos—dije—¿Quieres ducharte tú primero?—

—Está bien—él se levantó y vino hacia mi, para abrazarme por la espalda mientras yo seguía con la vista fija en el espejo—En serio, eres preciosa. Te quiero, Alexia—

¿Cómo pueden dos palabras tener tanto significado? ¿Cómo pueden ser tan puras y transparente?
Gracias a ellas hoy soy feliz, ahora lo soy.

—¿Problemas en el paraíso?—Escuché a John B acercarse y sentarse a mi lado.

—Para nada—negué—¿Qué hay de ti?—

—Nah—sonrió él—Te escuché salir y, no sé... JJ puede ser un capullo a veces...—

Yo reí un poco.
—No es el caso. No te preocupes—hice una pausa—Quería ver cómo salía el sol, es sólo eso—

—Ya, es muy relajante—

Me giré hacia él.
—Oye, John B, en cuanto a lo de la policía...—

Él me interrumpió.
—No pasa nada—negó—Fue puro instituto de supervivencia—

Sonreí ligeramente y volví a girarme hacia el mar.

—Alexia, con lo de JJ hablo en serio—dijo de repente—Después de ver a su padre, no es el mismo...—

—¿De qué hablas?—fruncí el ceño.

—Hace muchas estupideces juntas—habló—Yo sólo lo digo porque...—

No le dejé terminar la frase.
—No va a hacerme nada, John B—

—No es lo que pueda hacer... en si, es lo que pueda decir, no sé si me entiendes—

—Pues no, no lo hago—

—Se aísla en si mismo. Se aleja de nosotros y toma malas decisiones—

—¿Qué quieres decir?—pregunté.

—Que no te tomes muy en serio lo que pueda decir si ha pasado tiempo con su padre—

Asentí en silencio y me levanté.
—Creo que voy a volver dentro—dije—Nos vemos después—

¿A qué se supone que ha venido eso?
¿Qué quiere decir con "no tomarme muy en serio lo que pueda decir"? ¿Le ha dicho algo a él? No lo sé, no lo entiendo.

Entré en la habitación y vi que JJ ya se había levantado.
Llevaba puesto un pantalón corto e iba sin camiseta.

—Estaba a punto de ir a buscarte—sonrió al verme—¿Estás bien?—

—Si—respondí.

Creo que nunca he dado una respuesta diferente a esa pregunta. Lo tengo como un acto reflejo.

—¿A qué hora es lo del barco?—preguntó, poniéndose una camiseta.

—Dentro de tres horas, aún hay tiempo—informé, intentando sonreír—Voy a darme una ducha—

Caminé hacia el baño, pero él me agarró la muñeca.

—¿Qué te pasa?—me preguntó—Es por... ¿lo de anoche?—

Negué suavemente con la cabeza.
—No, tonto—dije—Estoy algo nerviosa. Ya sabes, estaba pensando en qué decir a la policía y esas cosas—

Él asintió, y yo entré en el baño.
Diez minutos después ya estaba fuera.

Me puse una camiseta de estilo playero y unos shorts vaqueros, para después recogerme el cabello en una trenza.

Nos despedimos del señor Kalani poco después.
Era muy simpático, y nos había hospedado con mucha amabilidad.

Llegamos al puerto en algo menos de treinta minutos, y una hora después ya estábamos en el barco.

Me pasé el viaje pensando en qué iba a decir exactamente a la policía, palabra por palabra, buscando las más cultas posibles.

Estaba nerviosa. Terriblemente nerviosa.
Pero en un momento dado JJ me cogió la mano y todo temor desapareció casi por completo.

𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora