𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]

𝟤| 𝖥𝖾𝗅𝗂𝗓 𝖼𝗎𝗆𝗉𝗅𝖾𝖺𝗇̃𝗈𝗌

𝗡𝗲𝘅𝘁 𝗱𝗮𝘆
Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

Después de desayunar, decidí acercarme al puerto a ver los horarios de los barcos.
No tenía problema en gastarme el dinero que me quedaba en billetes de avión, pero prefería ahorrar por si lo necesitábamos más tarde.

Al fin y al cabo, aún no sabía cómo iba a salir lo del oro.

Vi que había un barco justamente a Carolina del Norte el 17, un día después de mi cumpleaños.
Saqué siete billetes de vuelta y volví a la cala.

—¿Es en serio?—Kiara corrió hacia mi nada más verme—¿Volvemos a ir a por el oro?—

—Si—asentí—Pero esta vez lo planearemos todo mucho mejor—

Después les dije que ya tenía los billetes para dentro de dos días, y decidimos quedarnos el día de hoy en esta playa, por si mi padre seguía por aquí.

Nos lo pasamos básicamente haciendo surf.
Fue una tarde maravillosa.

JJ siguió ayudándome y enseñándome algunos trucos. La verdad es que se le daba de miedo, verle era increíble.

No hicimos mucho más que eso, y cuándo se hizo de noche volvimos a la tienda.
Cenamos con el señor Kalani y luego nos fuimos cada uno a nuestro cuarto.

𝗡𝗲𝘅𝘁 𝗱𝗮𝘆
Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

Cuando me desperté, JJ no estaba en la habitación.
Me levanté y me vestí con lentitud, bostezando, aún algo cansada.
Cuando ya estuve peinada con una coleta alta, salí de nuestro cuarto.

Abrí la puerta y fui al pasillo, para luego entrar en la tienda.
Todo estaba sospechosamente silencioso.

Cuando salí al porche, lo entendí todo.

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS!—gritaron, de golpe.

—¡LA PUTA MADRE QUE SUSTO!—me llevé las manos al pecho, y todos rieron.

—Felicidades—JJ se acercó a mi y me dio un corto beso en los labios.

—Ay por Dios, qué monada—comentó Kiara desde atrás.

—Muero de amor—habló Sarah.

—Estoy flipando—dijo John B—En el mejor de los sentidos—concretó.

Reí y me giré hacia ellos, para después abrazarles uno por uno.
—Sois los mejores—hablé.

—Te hemos preparado el desayuno—dijo Rafe, y señaló una mesa bien decorada en la playa.

—¿Vosotros?—reí—Vaya, ¿debería tener miedo a morir envenenada?—

Los chicos soltaron un par de carcajadas y después nos sentamos a la mesa.

Había de todo; desde pancakes con sirope y arándanos hasta huevos con beicon.
También había una gran fuente con frutas tropicales en el medio, y muchos zumos y bebidas diferentes.

—¿Cuántos días habéis tardado en cocinar todo esto?—bromeé.

—Pues en realidad sólo han sido un par de horas—dijo Pope.

—¿Un par de horas? Me siento halagada. Mucho—

—Deberías—me señaló John B—Casi me rebano un dedo cortando la fruta—