𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]

𝟤𝟣| 𝖸𝖺 𝗇𝗈 𝗌𝗈𝗒 𝖾𝗅 𝗆𝗂𝗌𝗆𝗈

Lᴇx Aᴍᴇʀʏ

Tras despedirme de los poges y llegar a Figure Eight, fui directamente a la casa de los Cameron.

Llamé al timbre y Rafe fue quién abrió.

—Tenemos que hablar—dije nada más verle.

Él no dijo nada, solamente cerró la puerta tras de si y se colocó a mi lado.
Empezamos a caminar sin decir nada, en completo silencio, con la vista fija en el suelo.

Nos mantuvimos así hasta que llegamos a las afueras del barrio.

—¿Vas a seguir siendo un gilipollas o piensas sentar la cabeza?—le pregunté.

Él me miró con una mueca entre sorprendido y nervioso.
—¿Qué quieres?—

—Quiero ayudarte—respondí—Como tú hiciste conmigo, pero tienes que volver a ser el Rafe de antes, por favor—

—No creo que sea posible—le dio una suave patada a una pequeña piedra y se metió las manos en los bolsillos.

—Oye, eres prácticamente mi hermano, ¿vale? Eras muy importante para Jake, y también lo eres para mi—le miré—Y me gustaría que todo volviera a ser como antes—

—¿Como antes de qué?—

—Antes de que empezara toda esta mierda en la que estamos metidos—

—Ya me gustaría, Alexia, me encantaría. Pero ya no soy el mismo—

—Aún puedes arreglarlo—dije—Has hecho cosas malas, pero puedes ponerles remedio—

—¿Yendo veinte años a la cárcel? Si, me parece una idea genial—

—No me refiero a eso—negué—Los ricos no van a la cárcel—

—Ya, pero te olvidas de que ahora mi padre ya no me mantiene. Le importo una mierda—

—Rafe, no hablo del dinero de tu padre—

—¿Entonces?—

Pensé bien lo que estaba a punto de hacer.

La verdad es que se merece ir a la cárcel, pero en cierto modo Ward tiene razón.
Si no fuera por él yo estaría muerta, así que va siendo hora de devolverle el favor.

—Si te lo cuento, me juras que volverás a ser el Rafe de antes—forcé una sonrisa—Volverás a ser una buena persona. Mi hermano—

Él sonrió ligeramente y puso su brazo derecho sobre mis hombros.

—Cuéntame, hermanita—

Reí un poco y empecé a hablar.
—Hemos encontrado el oro. Sabemos dónde está y a qué hora exacta tenemos que recogerlo—

—Estás de coña, ¿no?—

—Para nada—negué con la cabeza—¿Cómo te suena? Porque a mi me suena a nuevo comienzo—sonreí—Y quiero que estés dentro. Que nos ayudes. Al fin y al cabo, eres mayor de edad, y eso nos puede venir bien—

Rafe asintió.
—¿Y cuál es el plan?—

—Nos vamos a las Bahamas. El oro está allí. Pero nos vamos con los poges—

—Bueno—

—¿Te parece bien?—

—Alexia, por favor, ¿quién te crees que soy?—dijo dramáticamente ofendido—Soy el viejo Rafe Cameron. El que se colaba por tu ventana con diez años—

—Pues eso ya no va a poder ser—

—No me digas que hay alguien que se pondría celoso. ¿Quién es el afortunado?—