𝟥𝟤| 𝖰𝗎𝗂𝗌𝖾 𝖻𝖾𝗌𝖺𝗋𝗅𝖾

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Lx Aᴍᴇʀʏ

—Vale, Rafe acaba de irse—informé al resto de los chicos cuando el rubio se fue hacia el avión.

—¿Y qué hacemos ahora?—preguntó Sarah.

—No lo sé—negué—Un momento. Si no es muy tarde podemos...—encendí el móvil para ver la hora, pero me di cuenta de algo muy gordo—Oh, mierda—

Hoy era 13 de agosto.

—Tengo... tengo que hacer una cosa—dije, casi tartamudeando—Hablamos después, ¿vale?—

—Si, claro, ¿pero pasa algo?—inquirió la rubia.

—No, no es nada... importante—negué, y me fui de allí.

No me puedo creer que lo olvidara. Soy una persona horrible.

Decidí correr por las calles mientras trataba de calmarme, aunque me resultaba imposible.

—¡Alexia!—escuché cómo me llamaban—¡Espera!—

Me volteé y vi a JJ.

—Ahora no puedo hablar—dije con un hilo de voz—Lo siento—

Me volví a dar la vuela, pero él me agarró de la muñeca y me giró.

—¿Qué pasa?—preguntó con el ceño fruncido y una mueca de preocupación.

—N-nada—dije intentando contener las lágrimas.

—Vamos, puedes contármelo—

Negué ligeramente con la cabeza.
—No es nada—

—Alexia—puso una cara de en serio con una mezcla de preocupación y confusión en su mirada.

Mi labio inferior tembló un poco y le abracé sin siquiera pensarlo.

—Doy asco, JJ—hablé entre lágrimas.

—¿Qué? Eso no es verdad—

—Claro que si—oculté mi rostro en su pecho—Hoy... hoy es el cumpleaños de Jake. Y lo olvidé por completo—

El rubio vaciló unos segundos antes de seguir hablando.
—No te culpes, ¿vale? Estabas bajo mucha presión, Alexia, con todo el tema del oro...—

—¡El jodido oro!—le interrumpí—No me puedo creer que le diera más importancia que al cumpleaños de mi hermano—

—Tranquila, no pasa nada—

—¡Por supuesto que si!—me separé de JJ—Todo esto... todo lo que ha pasado... ha sido por culpa del oro—

—Venga, no te preocupes—el rubio me tomó la mano—Vamos—

Respiré de un modo algo forzado hasta que pude volver a hacerlo con normalidad, de un modo más calmado.

Caminamos juntos por las calles de la isla hasta que llegamos a las puertas del cementerio.
Una vez allí, ambos nos detuvimos.

Cerré los ojos unos segundos.

El mundo se me estaba cayendo encima, y yo no era capaz de pararlo.
Todo había pasado demasiado rápido.

—Si quieres entrar tú sola...—JJ empezó a hablar, pero yo le interrumpí antes de que terminara la frase.

—Si—dije—Debo ir sola, pero gracias por acompañarme—

𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora