𝟣| 𝖤𝗌𝗍𝖺 𝗏𝖾𝗓 𝗌𝖺𝗅𝖽𝗋𝖺́ 𝖻𝗂𝖾𝗇

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Lx Amery

Noté cómo la primera ola rozaba los dedos de mis pies, con una delicadeza casi calculada.
Eché la cabeza hacia atrás y cerré los ojos, sintiendo el aire y la salitre.

Eran las cuatro de la mañana, y los poges y yo seguíamos en las Bahamas.
Hoy es 15 de julio.

Ahora mismo estaba en la cala, sentada al lado del mar, en la arena.
No había olas fuertes, pero alguna llegaba hasta mis piernas.
La sensación era agradable y tranquila.

Miré hacia el océano y vi que la luna se reflejaba en el agua, dejando una mancha blanca, plateaba, sobre las ondas que se dibujaban en el horizonte.

El cielo estaba increíblemente despejado, y no había ninguna clase de contaminación lumínica, por lo que se podían ver las estrellas con mucha claridad.
En Nueva York era imposible. Tenías que imaginártelas.

Lo había perdido todo, pero en ese momento no me sentía mal en absoluto.

Al fin y al cabo, ¿el oro tiene tanta importancia?
La gente dice que el dinero no da la felicidad.
Yo, sinceramente, preferiría llorar en un ferrari. Y aún así, ahora me siento bien.

Estoy en las Bahamas con mis amigos y mi novio.
¿Mañana se puede acabar todo? Pues puede ser. Pero ahora estoy aquí.

Me levanté y di un par de pasos hacia el agua, metiéndome hasta los tobillos en el mar.
Caminé un poco más, hasta que el agua rozó mis rodillas, y entonces escuché cómo alguien caminaba hacia mi.

—¿Qué haces aquí?—preguntó JJ, colocándose a mi lado—Me he despertado y no estabas—

—Diez mil euros—dije, mirando al mar—Es lo que tengo de herencia. Mi padre no me va a dar más. ¿Y sabes qué? No me importa una mierda—

Escuché al rubio respirar profundamente, mientras yo notaba la brisa marina moviendo mi cabello.

—¿Cuánto cuesta Carolina del Norte?—habló, después de unos segundos en silencio.

—Veinte mil. Al año, sólo la matrícula. Si quiero vivir allí y todo el rollo, durante cuatro años pueden ser doscientos o trescientos mil fácilmente—respondí—Es imposible, déjalo—

—Pero es injusto. Has trabajo mucho por ello—

—Ya. Pope también, y arriesgó su beca por nosotros—

Bajé la vista y rocé la superficie del agua con la mano derecha. No estaba fría.
Ví mi reflejo en el mar, deformado por las olas.

—Acabo de recordar una cosa—dije sonriendo, mirando al mar.

—¿Qué?—

—Después del accidente en coche, cuando desperté del coma, perdí algunos recuerdos—expliqué—Es extraño, ¿sabes? De vez en cuando me venía alguno a la mente que creí haber olvidado—

JJ se giró hacia mi, observándome expectante.

—Ya sabes lo de mi abuela, lo del Alzheimer—empecé—El último día que fui a visitarle, el día antes de que ella muriera... bueno, un mes antes de eso se había quedado completamente vegetal. Casi no era capaz ni de pestañear, ¿comprendes?—hice una pausa—Ese día Jake y yo decidimos ponernos unos disfraces que nos había hecho ella. Él iba de pirata, y yo de princesa—

Recordé el sentimiento de golpe, como si estuviera viviéndolo de nuevo. Como si mi abuela estuviera delante mía, y Jake a mi lado.

—Odiaba los disfraces de princesa—reí—Pero ese me encantaba. Porque lo había hecho ella. Era realmente precioso—asentí con la cabeza—Bueno, el caso es que fuimos a verla y cuando estuvimos allí bailamos y cantamos. Y la vi sonreír. Al menos eso creí. Se lo dije a Jake y él me dijo que también lo había visto, aunque ahora me doy cuenta de que tal vez lo dijo sólo para hacerme sentir mejor—

JJ me miró, sonrió y me abrazó por la cintura, levantándome levemente en el aire.

—Vas a ir a la universidad, Lex—dijo—Te lo prometo. Como si tengo que dejar el instituto y empezar a trabajar—

—No seas estúpido. Vamos a ir los dos, ¿vale?—

—Bah, eso es imposible—negó él—Tal vez yo pueda ir a una pública, pero tú vas a ir a Chapel Hill—

—JJ—puse mis manos en sus mejillas—No vamos a rendirnos. Vamos a recuperar el oro—

—¿Cómo dices? Alexia, es una locura—

Yo sonreí.
—Tal vez. Pero vamos a hacerlo. Las veces que haga falta, hasta que lo consigamos—

—¿Estás segura? ¿Quieres seguir intentándolo?—me miró con una mueca de preocupación—No quiero que te pase nada más—

—Ya, bueno, ¿qué más podría pasarme? Lo veo claro, JJ, se me ocurren mil y un planes diferentes—

Él sonrió al verme tan entusiasmada.

—Si estás tan segura...—

—Lo estoy—asentí—Por Dios, claro que lo estoy. Que le jodan a mis padres, a Topper y a todo el que se interponga en nuestro camino—le señalé—Esta vez, vamos a joderles vivos—

Me acerqué a JJ y le besé, eufórica.

Todo iba a mejorar. Jake me lo había dicho, y yo siempre le he creído, así que voy a seguir haciéndolo.

Tenía que olvidarlo todo, mandar el pasado a la mierda, y mirar hacia delante. Hacia el futuro,
Hacia nuestro futuro juntos, el de todos los poges.

Esta vez, no habría peros ni variantes.
Esta vez saldría bien.

𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora