𝟤𝟨| 𝖤𝗅 𝗉𝗅𝖺𝗇

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Lx Aᴍᴇʀʏ

El Uncle Hazel's era un local bastante antiguo.
No se notaba sólo en la decoración. Si mirabas hacia las paredes veías que la madera de la que estaban hechas era tirando a vieja.

Había mil y una tablas de surf, todas diferentes a la hora de colores y diseño, pero no había ninguna de un material que no fuera madera.

También había una gran variedad de cañas de pescar y cebos, pero el negocio mayoritario eran claramente las tablas.

Nada más entrar, se acercó a nosotros un hombre de unos sesenta años, de aspecto amable. Su cabello era completamente blanco, al igual que una corta barba que se dejaba ver sin ser demasiado voluminosa.

—Val, Vlad—saludó a Sarah y John B—¿Cómo estaban las olas?—

—Nada mal, señor Kalani—respondió el castaño.

—Os he visto antes. Cada día sois mejores—sonrió el anciano.

—Pues debería ver a JJ—le señaló—Nadie surfea como él—luego se dirigió a nosotros—Él es el señor Kalani, el dueño del local—

—Encantado, muchachos—nos tendió la manos—Podéis llamarme Hazel—

—Encantada—respondí, al igual que los demás.

—Iremos a la habitación—le informó Sarah.

—La comida estará en media hora—habló el señor Kalani antes de desaparecer por una de las puertas.

—Parece simpático—comenté.

—Lo es—asintió John B—Fabrica unas tablas impecables, y controla todas las mareas de esta cala—

El castaño nos guió hacia la parte trasera de la tienda, dónde había una puerta en la que se leía: Rooms.

Entramos y vimos que daba a un pequeño pasillo, donde había otras tres entradas.
John B se paró frente a la primera, para a continuación sacar una pequeña llave y abrir.

—Adelante—dijo, y todos pasamos.

Era un sitio muy agradable a la vista, además de bastante grande.

Las paredes estaban pintadas de un tono de verde que quedaba a la perfección, y había muchas plantas.

Las paredes estaban pintadas de un tono de verde que quedaba a la perfección, y había muchas plantas

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—Es la habitación más amplia—habló Sarah—La verdad es que me encanta—

—Es muy bonita—coincidió Kiara.

Todos cogimos asiento, y nos miramos unos a otros, sin saber exactamente cómo empezar.

—Conocemos la hora exacta en la que vendrán a recoger el oro—empecé sin más—Pero no sabemos quién vendrá a por él—

—¿A qué hora?—preguntó John B—¿Y el día?—

—El 15 a las 14:05—informé—Dentro de dos días—

—¿Y cuál es el plan?—volvió a preguntar.

—Quién sea que tenga el oro ha alquilado la puerta 9 de la Cabaña 4. Pues yo he alquilado la puerta 8 para JJ y para mi—empecé.

—¿Entonces?—

—Bueno, en algún momento, siendo dos hombres, uno saldrá a cenar—dije—JJ y yo haremos como si fuéramos una pareja cualquiera y le tendremos controlado—

—¿Cómo... cómo que pareja?—se sorprendió John B.

JJ me rodeó con el brazo y se encogió de hombros, sonriente.

—La hostia—rió el castaño—Ya me lo contaréis cuando volvamos en un vuelo de primera clase—

Sonreí y seguí contando el plan.
—Mientras nosotros tengamos a uno de los tíos localizado, Kiara estará en nuestra habitación—

—¿Para qué?—preguntó Sarah.

—Maybank—le di la palabra.

Él sacó un papel doblado de su bolsillo.
—Esto es un plano de las habitaciones—dijo—Hay un conducto de ventilación que lleva de una a la otra. Kie se meterá por allí—

—Pero va a haber otro de los tíos en el cuarto—John B frunció el ceño.

—Pues si, pero ahí es dónde entra Pope—le señalé—Llamará a su puerta con un uniforme del hotel y le dirá que tiene una llamada urgente de Ward Cameron—

—¿Y cómo sabemos que no va a sospechar nada?—habló Sarah.

—Porque es un simple empleado de hotel—respondí—Si le dijese que es su jefe quién le llama, tal vez, pero si le da el nombre...—

—Entonces, ¿Rafe hará de Ward?—dijo John B.

—Si, pero sólo tiene que mantenerle ocupado por un par de minutos, hasta que Kiara os llame, cuando ya tenga el oro—respondió Pope.

—Vale, y si conseguimos el oro, ¿qué hacemos después?—volvió a hablar el castaño.

—Sarah, Rafe y tú estaréis en la minivan en todo momento—dijo Kie—Cuando tenga el oro os llamaré y vendréis a buscarme a la puerta—

—¿Y a dónde te llevamos?—

—Aquí—dije—A Uncle Hazel's, dónde nadie va a buscaros—

John B tenía la vista fija en el suelo, probablemente cavilando sobre lo que acabábamos de decir.

—Vale—asintió finalmente—No está mal, ¿pero cómo sabéis que solo hay dos hombres vigilando el oro?—

—Bueno, digamos que he hecho un par de llamadas y gastado un par de dólares—sonreí.

—¿Y hoy qué se supone que tenemos que hacer?—me miró Sarah.

—Bueno, el sitio en el que nos alojaremos JJ y yo es uno realmente pijo, así que nosotros dos tenemos que comprar algo de ropa para la ocasión—dije.

—Kie y yo iremos a buscar lo más parecido al uniforme del hotel que encontremos—habló Pope—Os preguntaría si queréis venir, pero lo mejor será no arriesgarnos—

—Si, nosotros os esperaremos aquí—asintió John B—Os veremos a la noche, supongo—

—Intentaremos no llegar muy tarde—sonreí, mirándoles a todos uno por uno.

Si esto salía bien tendríamos la vida resuelta.

𝖥𝗂𝗋𝖾 [𝖩𝖩 𝖬𝖺𝗒𝖻𝖺𝗇𝗄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora