Lᴇx Aᴍᴇʀʏ
—¿Nos vais a drogar?—preguntó JJ—¿Va en serio?—
—No—negó el Topper—Es algo mucho más sencillo—
Barry se acercó a JJ y le pinchó con la jeringuilla en el cuello, para sacarla rápidamente.
—¿Me acabas de chutar aire?—preguntó el poge.
—Ese aire va a la carótida—explicó Topper—Es una arteria—
—No me jodas—habló JJ.
—El aire que acaba de entrar en tu organismo—siguió el kook—Crea burbujas que van subiendo por el sistema circulatorio. A partir de los 50 centímetros cúbicos directamente la palmas—sonrió—¿Sabes lo mejor de esto?—
—Ilumíname—
—Es indetectable—respondió—A ojos de cualquier forense, un ataque al corazón—
—¿Vais a matarme?—sonrió JJ—¿A matarnos?—
—No tiene por qué pasar nada, tío, sólo dinos dónde están John B, Sarah, y el oro—
—Te hemos dicho que no lo sabemos—hablé—¿Tienes algún puto problema auditivo?—
Topper me miró sonriendo y le volvió a pinchar la jeringuilla a JJ.
—Y ahí van cinco centímetros cúbicos—
—Estás loco—le miré—¡Eres un psicópata de mierda!—
—¿Otros cinco centímetros?—se burló con maldad—Pues allá vamos—
—¡Espera!—el paró—Espera, por favor—
—¿Qué?—
—Le acabáis de dar una paliza de muerte—dije—Con otros diez centímetros te lo cargas. Además, ni siquiera sabes cómo funciona todo esto—
—No me digas—Topper se giró hacia mi—¿Y cómo funciona?—
Suspiré, pensando que esto era lo correcto.
—Si John B tuviera que hablar con alguien, no sería yo—expliqué—Así que si queréis que JJ os diga lo que sabe, tenéis que pincharme a mi—
—¡¿Alexia qué coño dices?!—protestó el poge—¡Cállate!—
—Pues la dama tiene razón—sonrió Topper.
—Que ni se te ocurra, cabrón—habló JJ—Que ni se te ocurra—
El kook llenó un poco la jeringuilla y me la pinchó.
—Veinte centímetro cúbicos—
—Joder—me quejé, echando la cabeza para atrás.
—¡No la toques!—siguió JJ.
—¡Dinos dónde está el dinero!—le gritó Barry.
—Vale, pero parad, por favor—
—No—negué—No se lo digas. No se van a atrever—
—¿Eso crees?—el kook volvió a pincharme—En total son cuarenta centímetros—
Empecé a notar como mi corazón iba parándose poco a poco.
¿Se puede notar algo así?
¿Puedes saber cuándo vas a morir?
Porque yo lo notaba.
—No se lo digas—susurré, con la única voz que me salía—No van a meterme más—
—Vale, Rambo—sonrió Topper antes de volver a clavarme la jeringuilla—Cuarenta y cinco—
—¡Está en las Bahamas!—oí gritar a JJ—¡El oro está en las Bahamas!—
Después de eso no recuerdo nada demasiado bien.
Rambo.
Así me había llamado... ¿Kiara? Sí, fue ella.
Rambo no habría dejado que nada de esto pasara, supongo.
Aunque verdad es que no me he visto ni una peli suya.
Abrí los ojos con cuidado y vi que Barry y Topper ya no estaban, y nos habían soltado.
Yo estaba tirada en el suelo, y JJ me gritaba algo que yo no podía escuchar.
Todo iba a cámara lenta y en silencio.
—No cierres los ojos—
Escuché, desde algún lugar.
Pero no hice caso y los cerré.
No le tengo miedo a la muerte, siento que me la merezco.
Dejé que la policía creyera que John B es un asesino, mi hermano murió por mi culpa, no puedo ayudar a Jazzlyn y tampoco denunciar a un capullo violador.
Así que cierro los ojos y espero que todo se acabe.
JJ Mᴀʏʙᴀɴᴋ
—¡No cierres los ojos!—le rogué a Alexia entre lágrimas.
Acababa de llamar a una ambulancia con su teléfono y estaban a punto de llegar.
No podía dejarme ahora.
—¡Por favor, Lex!—intenté que respondiera, que abriera los ojos, pero ella no lo hizo—¡Alexia!—
Esos hijos de puta le han hecho esto...
Cuando los encuentre van a estar muy jodidos.
Voy a matarles.
—Vamos, por favor—supliqué—Te necesito—
La cargué como pude y la llevé fuera de aquel edificio del demonio, para después tumbarla en el césped.
Aún me dolía todo el cuerpo después de la paliza que me habían dado Topper y Barry.
—¡Os voy a matar!—grité, más para desahogarme que para que me escucharan—¡Juro que os voy a joder la vida!—
La ambulancia llegó en diez minutos, lo suficiente para que Alexia ya pudiera estar muerta.
Intenté por todos los medios que me dejaran subir, pero no lo hicieron, así que llamé a Pope y Kiara para que me vinieran a buscar.
Ellos llegaron en menos tiempo que los médicos, y yo pude explicarles todo durante el camino.
Los dos estaban muy cabreados, pero yo estaba fuera de mi.
—¿Puede decirme dónde está Alexia Amery?—pregunté a una de las enfermeras cuando llegamos al hospital.
—Ahora mismo está siendo intervenida—respondió—Pero no puedo darle más información, lo siento—
—¿Está viva? ¿Está estable?—inquirí.
—No puedo decir nada más—habló la mujer—Sólo puedo dar datos a familiares—
—Soy... soy su novio—mentí—¿Eso no cuenta?—
—Bueno, supongo que si—sonrió y yo traté de devolverle el gesto—Veamos, según el informe—buscó un par de papeles—Está viva, pero grave, aunque tiene posibilidades de salvarse—
—¿En serio?—
—Si sobrevive será gracias a ti, muchacho. Avisaste justo a tiempo—
—Vale—asentí—Vale, gracias. Muchas gracias—
Me giré y fui a la sala de espera, a comunicarles a Kie y Pope lo que me acababan de decir.
No dijeron nada más, y yo tampoco quise hablar.
Sólo quería cargarme a Topper y al cabronazo de Barry.