Max.
Saco el pan de la tostadora y lo dejo en un plato pequeño para desayunar cuando Ainhoa bajase. Miro el reloj de la cocina, no eran ni las cinco de la madrugada.
Ainhoa baja las escaleras frotándose los ojos, no habíamos dormido nada por miedo a perder el avión. En cuanto llega a la cocina, me abraza y beso su frente.
-Buenos días.- la rodeo entre mis brazos.
-No sé si ya son buenos días o siguen siendo buenas noches.- dice divertida.
Río.- Tienes ahí el desayuno, yo iré arriba para bajar mi maleta.
La chica asiente con la cabeza y tras separarnos, se sienta en la silla alta.
Subo las escaleras rápido aunque no tenía ninguna gana de correr. Cuando llego a la habitación, recojo las últimas cosas y antes de bajar de nuevo, me siento en la cama para entrar en Instagram.
Busco el perfil de Bella para desactivar las notificaciones de cuando publica fotografías, quería dejar todo eso atrás. Al entrar en el perfil de la chica me doy cuenta de que ha publicado una nueva fotografía en la que aparece abrazando a Tom, entro en ella y leo el pie de la imagen: "Todo ha pasado muy rápido pero antes de que la gira comience, tengo que anunciaros que... ¡Nos mudamos a New York!"
Hace un par de horas que ha echo oficial la noticia, ya era oficial que Tom quería a Bella y que, a diferencia de mi, la seguiría hasta donde hiciese falta para que ella persiguiese sus sueños.
Apago la pantalla del móvil y me levanto de la cama. Guardo el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón corto y salgo de la habitación con mi maleta.
Ahora lo único que quiero es que Ainhoa y Italia hagan que olvide a Bella, disfrutar con la chica que se había presentado en mi vida y que no merecía que la decepcionase.
***
Bella.
Durante cuatro días viajaríamos por varias ciudades de Inglaterra para hacer diferentes firmas de libros y acudir a unos cuantos eventos en los que, por suerte, iré acompañada por Tom.
Que el chico quisiese acompañarme durante todo este mes de gira significaba mucho para mi porque, entre otras cosas, significaba que me quería. No todos eran capaces de hacerlo por amor y eso, al mismo tiempo, me decepcionaba porque hacía que recordase a Max.
-¿Me atas el vestido?- pregunto a Tom que sigue tumbado en la cama.
El chico asiente con la cabeza. Sale de la gran cama en la que dormiríamos esta noche antes de viajar a la siguiente ciudad y ata los dos lazos que lleva el vestido blanco en la zona de la espalda.
-¿Te han dicho sobre qué hora termina el evento?- termina de atar los lazos, besa mi espalda.
-Antes de la hora de comer estaré aquí pero te voy avisando.- le miro y sonrío.- ¿Qué vas hacer mientras?
Tom se encoge de hombros y ríe.- Supongo que iré a dar un paseo para ver si hay algo interesante y ya a la tarde vamos los dos.
Me giro y le beso.- Me tengo que ir ya.- le beso por segunda vez.- Te quiero.
Me subo a los zapatos de aguja rojos y salgo corriendo de la habitación.
***
-¡Muchas gracias por leer!- digo al chico que está al otro lado de la mesa mientras le devuelvo el libro que me ha entregado para que se lo firmase.
Aprovecho para encender la pantalla del móvil mientras están dejando entrar a uno de los últimos grupos de gente en el interior de la librería. Durante el día no había tenido tiempo ni para encender el móvil, tan solo en el coche mientras me llevaban al evento y a la librería. Además, que Tom me acompañase hacía que no se me pasase mucho más rápido porque el tiempo libre, lo ocupaba hablando con el.
Entro en Instagram y entro en los stories de Max que aparecen en la barra de arriba. En cuanto se abre el primero, veo como son imágenes en Italia en las que, según paso los stories, veo que Ainhoa aparece en todas.
Esta última semana había tenido la cabeza tan llena con tantísimos cambios que ni siquiera había recordado que viajaban a Italia esta semana. Con el paso de los días en los que no dejaba de acudir a eventos y a firmas de libros, me había dado cuenta de que nuestras vidas no tenían nada que ver.
Somos dos personas con caminos totalmente diferentes, que ninguno de los dos supo dejar su vida atrás por el otro pero que se querían con total certeza.
Levanto la mirada de la pantalla del móvil y veo como Tom ha vuelto a la sala con dos cafés. Estos días me alimentaba a base de cafés para estar totalmente despierta y hacer lo mejor posible todos los compromisos que tenía que cumplir.
-¿Qué tal lo llevas?- pregunta mientras guardo el móvil en el interior de mi bolso.
Sonrío.- Bien, como siempre.- cojo el café y doy un sorbo a este.- Aunque estoy cansada, no he descansado nada en todo el día.
Tom hace una mueca.- Lo sé. Te he preparado una sorpresa para cuando lleguemos al hotel.
Le miro divertida.- ¿Cómo que una sorpresa?
El chico se encoge de hombros, me mira con cara de pícaro.
-¿Ya has terminado la firma de libros?- mira hacia la entrada de la sala.
Niego con la cabeza.- Están pasando al siguiente grupo...
La gente comienza a entrar ocupando toda la sala que estaba vacía.
Una chica de pelo castaño y sonriente se acerca a la mesa.
-¡Hola! Me encantan tus novelas, me he enamorado de "SHE".- mira el libro que sujeta entre sus manos.- ¿Me lo puedes firmar?
Tom riendo se aparta hacia un lado de la mesa y río.
-¡Claro! ¿Cómo te llamas, cielo?
Max.
Miro la Torre de Pisa a través de la pantalla del móvil.
Este viaje estaba siendo increíble, Ainhoa era completamente feliz y no habíamos parado de hacer tonterías ni un segundo. Era tan divertido visitar cosas nuevas a su lado que, para ser sinceros, tenía ganas de que llegase ya el siguiente, y eso que no habíamos pensando aún en viajar a otro país.
Cuando dejo de grabar, veo como Ainhoa corre hacia mi con dos helados enormes.
Sino se le caen antes de llegar, será un milagro...
-¡Max!- grita ya enfrente mía.- Toma.- me da el helado y mientras paso la lengua, la chica me da con su dedo lleno de nata.
Abro la boca en forma de "O" haciéndome el indignado. Los dos reímos.
-Estás loca.- aparto mi helado a un lado y la beso.
En cuanto nuestros labios se separan, Ainhoa se va corriendo. La miro con el ceño fruncido hasta que se para delante de una pareja y a los pocos segundos, regresa con la pareja.
-¡Nos van a hacer una foto!- dice divertida.
Suelto una carcajada. Estaba fatal de la cabeza y eso, era lo que más me gustaba.
Si algo necesito en este momento, es felicidad.
Cojo en mi regazo a Ainhoa con cuidado de que no se nos caigan los helados y la beso. Esta imagen será el fondo de pantalla de mi móvil durante mucho tiempo.
***
Bella.
Camino riendo con Tom por el pasillo del hotel que lleva hasta nuestra habitación. Desde que habíamos salido de la firma de libros, no habíamos dejado de recordar momentos vergonzosos y al mismo tiempo graciosos de nuestra vida.
-¿Como pudiste vomitar en tu primer día de trabajo?- pregunto divertida al chico que camina a mi lado abrazándome.
Tom suelta una carcajada.- No sé. Creo que me impactó todo demasiado y para que fuese más memorable, vomité.
Los dos reímos.
En cuanto llegamos a nuestra habitación, Tom pasa la tarjeta y deja que pase antes que el.
-Me sigues teniendo intrigada con la sorpresa.- digo divertida caminando por la habitación.
-No sé, no te queda mucho tiempo para descubrirla.
Cuando llego al final de la habitación, donde se encuentra la cama y al lado de esta, una terraza con una pequeña piscina, sonrío.
Me giro y le miro sin dejar de sonreír.- Es justo lo que necesitaba.
Rodeo su cuello colgándome de el, el chico me besa en la mejilla. Nos separamos y corro hacia un lado de la puerta de la terraza para pasar.
Lo que más me apetecía era estar en silencio, cenando los dos y que eso todo fuese en esa preciosa terraza, no me podía parecer más perfecto.
***
-¿Te puedo preguntar algo? Ahora veo que estás un poco mejor y la verdad es que es solo curiosidad.- Tom deja su copa a un lado.
Le miro.- Dime.
Que me dijese esto después de toda la cena, me ponía nerviosa porque no quería que apareciese el nombre de Max aunque entendía a la perfección que el quisiese saber todo y eso, era lo mínimo que podía hacer por el porque se lo debía después de todo.
-¿Qué ocurrió en el viaje entre tu y Max para que volvieses así?
En cualquier momento tenía que salir...
Muevo mi pelo ondulado hacia un lado.- Ni yo lo sé. Todo estaba perfecto pero salió el tema de que yo me había ido a Londres y el se había quedado en Barcelona y, aunque pensábamos que estaba solucionado, no era así y nos alteramos.
-¿Y no has hablado más con el? Como antes hablabais tan seguido.
Niego con la cabeza.- Y es mejor así.
Le estaba mintiendo y me sentía mal por ello pero no quería que todo esto se fuese a la mierda por un error. Era cierto que había hablado con Max el día que tuve la reunión para saber la respuesta de si me iba a New York o me quedaba en Londres pero, también era cierto que no habíamos hablado más.
No quería que su relación se fuese a la mierda por mi culpa y tampoco quería que eso pasase con mi relación con Tom. Ni Max ni yo nos lo merecíamos.
-¿Por qué piensas que es mejor así? En unas semanas lo verás otra vez.
-Créeme que es lo mejor. Confía en mi.
Pensar que Max y yo nos veríamos de nuevo, hacía que me preocupase. No quería estar mal con el pero, al mismo tiempo, quería ser distante con el porque de esa manera, todo sería mucho más fácil.
Me levanto de la silla y me acerco a la barandilla de cristal.- ¿Vienes?
Tom se levanta y, nada más llegar, me besa.
Sin separarnos, rodeo su cuello con mis brazos. Era un beso desesperado, ambos nos necesitábamos porque, seguramente, aunque no hubiese salido de mi boca, Tom sabía lo que había ocurrido en el viaje a Tomorrowland.
Por un momento nos separamos, me bajo de los zapatos de tacón y le beso de nuevo. Necesitaba que su boca estuviese pegada a la mía. Sin que nuestras bocas se separen, guío a Tom hacia la entrada de la habitación pero, cuando llegamos a esta, Tom pega mi cuerpo contra la puerta de cristal.
Mientras el beso va a más, Tom baja su mano por mi cuerpo hasta llegar al final del vestido y me baja las bragas.
Estas últimas semanas ni siquiera habíamos echo nada, mi última vez había sido con Max y tanto Tom como yo, necesitábamos que esas imágenes desapareciesen para que todo fuese como antes.
A continuación, el chico se deshace de mi vestido. El aire frío golpea mi cuerpo haciendo que mi piel se erice pero la verdad era que ni siquiera notaba el frío. Tom se deshace de su pantalón y de su calzoncillo y yo le quito la camisa.
De un momento para otro, me levanta del suelo y rodeo su cuerpo entre mis piernas. Gimo al sentir como su pene entra en mi y clavo mis uñas en su espalda. Mi cuerpo sube y baja contra el cristal de la puerta y no puedo dejar de gemir, cada vez entraba y salía con más fuerza.
Tom muerde mi labio inferior con fuerza, como si dentro tuviese rabia y, aunque me pudiese doler luego, me gustaba que lo hiciese así. Muerdo su cuello y araño su espalda mientras el me folla, sabía que eso hacía que aún lo hiciese más fuerte.
Los dos gemimos mientras muerdo su cuello sin parar, cada vez más y más hasta que ambos nos corremos.
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¡Holaaap! ¿Qué tal? Como habréis visto, no he publicado nada en todos estos días pero ya estoy de vuelta con más capítulos.
Esta semana publicaré la mayoría de los capítulos que tengo escritos porque mi idea es la siguiente: publicaré ahora este capítulo y a la noche, el siguiente. Mañana publicaré otros dos y, si voy bien de tiempo y puedo hacer que todo cuadre de la mejor forma, publicaré más capítulos hasta el próximo martes pero, como ya he echo antes, lo publicaré al final de cada capítulo. También meteré a todo el mundo en el grupo de la novela y avisaré por el y por mi cuenta de Instagram.
Espero que os guste este y los que publicaré a lo largo de la semana tanto como los anteriores.
Muchísimas gracias por los comentarios, las leídas y los votos que he recibido estas últimas semana, sobre todo la semana pasada. No suelo responder a los comentarios aunque es algo que me gustaría hacer y pienso que debo organizarme para responderos a todos ya que cada uno de vuestros comentarios es algo que me sirve de ayuda para la novela. La semana pasada recibí muchísimos diciéndome lo emocionados que estabais, vuestros sentimientos acerca de lo que sucedía en los capítulos... y no me puede hacer más feliz saber que mis palabras causan ese efecto en vosotros, el mismo efecto que causó en mi mientras los escribía (también se puede llorar mientras se escribe jajaja).
En definitiva, muchísimas gracias por todo como siempre. Me gustaría que siguieseis comentando y votando en la novela ya que eso le da más valor y me sirve para ver su crecimiento.
Por último y aunque lo he dicho en el Importante que publiqué esta misma semana, seguiré publicando capítulos y añadiendo a todos los que me habléis para que os meta en el grupo de Whatsapp y no hay ningún tipo de problema en que me habléis ya que aún no lo borraré. Igualmente, quiero que no os de vergüenza o algo parecido por hablarme, en ese grupo hay muchos más lectores como vosotros y, aunque tarde en responderos o en agregaros al grupo, lo haré.
Os dejo mis cuentas y mi número de móvil aquí abajo:
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Muchísimas gracias :)