Max.
Miro el techo blanco del salón. Desde que anoche llegué a casa, había pasado todo el tiempo con la mirada fijada en el techo. Como si me fuese a dar alguna solución a todos mis problemas.
Daría igual para donde mirase o lo que hiciese, mi pensamiento iba a ser Bella y, por desgracia, según habían pasado las horas, me había dado cuenta de que la había cagado, de que ella tenía razón en todo lo que había dicho. Pero aún así, no sabía como volver a donde ella ni que hacer y el motivo era tan simple como que no quería pasar por lo mismo que ya habíamos pasado los dos.
Bella.
Miro por la cristalera el paisaje. Ya había amanecido hace un par de horas, las mismas que llevaba contando para poder volver a Londres y olvidarme de todo lo que había pasado en el viaje y aquí.
Quizás el echo de no querer sufrir por segunda vez, hacía que me quisiese ir de Barcelona lo antes posible y, por ese mismo motivo, había pasado toda la noche sin pegar ojo y preparando todo para el viaje.
Mi pensamiento desde que Max había sido que debería dejar de pensar en el pero, sin embargo, cada vez pensaba más en el. Estaba dolida pero, en verdad, ya habíamos pasado por lo mismo y lo que menos quería, era exigirle o pedirle explicaciones de algo que deberíamos haber dejado atrás hace ya mucho tiempo.
***
Había pasado toda la mañana decorando el piso. La mayoría de objetos de decoración que había pedido que me enviasen ya han llegado esta misma mañana y, en cierta parte, agradecía estar ocupada con todo ese tema.
Meto la esponja del cojín en la última funda que quedaba por rellenar. Cuando termino, coloco los seis cojines por toda la cama. Después de colocarlos todos, miro desde lejos la habitación y, por un instante, sonrío.
Iba a ser mi rincón para esconderme. Cuando tuviese problemas o necesitase calma, vendría a Barcelona y tendría este piso en el que pensaría y escribiría como hace años, había echo en el piso de Max.
El timbre suena por todos lados, frunzo el ceño inconscientemente. Louis había quedado en venir una hora antes de que me fuese para llevarme al aeropuerto.
Inevitablemente, tenía miedo, miedo a ver a Max antes de irme por lo que pudiese pasar pero, aún así, era incapaz de no abrirle la puerta. Miro por la mirilla y al otro lado de la puerta, veo como está Max mirando hacia abajo.
Suspiro nerviosa. A continuación, abro la puerta de la entrada y el chico levanta la cabeza. En muchísimos otros momentos le había visto mejor cara.
-¿Te ha pasado algo?- pregunto sin dejar de mirarle.
-¿Podemos hablar? Yo...
-Pasa si quieres.- me aparto a un lado de la puerta pero Max sigue en el mismo sitio.
-¿Vamos a hablar por aquí cerca? Prefiero salir.
-Eh... Vale, como quieras.
Cierro la puerta del piso y le sigo hasta el ascensor. No sé a donde quiere ir ni que quiere hablar conmigo pero, fuese lo que fuese, nos lo debíamos.
Durante varios minutos y en silencio, sigo sus pasos hacia la playa. Cuando bajamos las escaleras, nos sentamos en el mismo lugar que la primera noche cuando nos encontramos.
-Tienes razón con todo lo que dijiste ayer.- dice nada más sentarse.- No debería echarte en cara el no hablar cuando todo estaba mal porque ninguno de los dos lo hizo.
Muevo la arena con mi mano.- Yo solo te puedo pedir perdón por no haberte dicho antes que estaba escribiendo todo lo que sentía pero la verdad es que es algo tan privado para mi que nunca se lo he enseñado a alguien para que lo leyese.
-Lo sé. Pero cuando vi que había más capítulos que el otro día pensé en que estarías escribiendo algo que me estabas ocultando.
-Pues te equivocaste. Siempre he escrito para sentirme bien porque escribir es lo que hace que me sienta bien y más, con todo lo que hemos vivido. Siento que desahogo en una pantalla blanca que, a diferencia de una persona, no me va a juzgar o a darme su opinión.
-¿Te vas a ir hoy o quieres quedarte?- pregunta para mi sorpresa.
-Ojalá pudiese quedarme pero no puedo con todos los eventos que ya tengo organizados.- hago una pausa y continúo.- Es lo mejor que puedo hacer.
-¿Irte es lo mejor que puedes hacer?- me mira y bajo la cabeza.
-Si. Esta noche no he dormido nada y me ha servido para pensar en que por mucho que queramos juntar nuestros caminos, es imposible. Tanto tu como yo pasaremos años echándonos las cosas en cara como pasó ayer a la noche y, sinceramente, prefiero estar bien contigo como hemos estado hasta ahora que tirarlo todo por la borda para que al final, nos hagamos más daño del que ya nos hemos echo.- levando la cabeza y le miro.- ¿Tu quieres pasar otra vez por lo mismo cuando tienes a Ainhoa que te quiere y te hace feliz?
Niega con la cabeza.- Quiero estar contigo pero es tan difícil que no vuelva el pasado que, tienes razón. Aunque nos duela vernos con otras personas, estaremos mejor con ellos.
-Si.- suspiro.- Todo lo que ha pasado se quedará entre nosotros dos y ya está, como si nunca hubiese pasado nada.
***
Max.
-¿Y tu al final te quedas?- pregunta Louis sacando las maletas de Bella del maletero.
Después de la conversación que habíamos tenido en la playa, sin duda alguna, me sentía mucho mejor. Habíamos hablado de muchas cosas hasta que Louis nos vino a recoger y tenía muy claro que, después de todo lo que hemos vivido en estas últimas semanas, tenía que acompañarla al aeropuerto.
-Si, me quedo.- miro a Bella y esta me mira a mi.
-Nos vemos en un par de semanas en la boda de Raquel y Sam, ya volveremos a estar juntos.- dice Bella caminando hasta nosotros.- Quien nos diría que estaríamos en su boda.
Suelto una pequeña risa. La verdad era que no tenía ganas de reír, Bella se volvía a Londres y, una vez más, yo me quedaba aquí en Barcelona.
-¿Tienes ganas de que llegue el día?- pregunta Louis mientras caminamos hacia la entrada del aeropuerto.
-Si. Me muero de ganas por ser la dama de honor y ver como se casan.
-Nos esperábamos esa respuesta.- dice Louis divertido.
Tras varios minutos preparando todos los trámites para que Bella viaje, por el altavoz anuncian que tiene que comenzar a entrar en el avión.
-¡Abrázame!- grita la chica a Louis.
Los dos se abrazan, no era una despedida eterna como las que ya habían vivido en su día pero echarían unas semanas sin verse. Cada día tenía más claro que Louis daría todo lo que pudiese y más por su hermana y eso, era precioso.
Los dos hermanos se separan y, de un segundo para otro, Bella me abraza.
Ambos sabemos que no era y no iba a ser fácil. Que por mucho que no quisiésemos hacernos más daño, todo lo que había pasado estas semanas ha terminado haciéndonos daño. Era inevitable.
Rodeo el pequeño cuerpo de la chica entre mis brazos. Me daba miedo que a partir de ahora, todo fuese mal entre nosotros pero solo deseaba su felicidad.
-¿Hablaremos?- pregunto pegado a su cuello.
Bella asiente con la cabeza.- Llámame cuando quieras.
-Y tu a mi.- beso su mejilla.
***
Bella.
El aire frío de Londres golpea cada parte de mi cuerpo al salir del aeropuerto. Después de todas estas horas, había regresado a la realidad.
-¡Bella!
Levanto la mirada y veo como Tom está apoyado en la parte trasera de mi coche esperando a que cruce. No sabía como mirarle después de todo lo ocurrido pero si sabía que si había vuelto, había sido por algo.
Le sonrío.
Cruzo el paso de peatones y, cuando llego a donde se encuentra el chico, este me abraza fuerte.
La piel se me eriza. Escondo mi cabeza en su pecho y no puedo evitar a romper a llorar. Le quería, tenía muy claro que le quería pero no sabía de qué manera y en verdad, me dolía tener que mentirle, tener que esconder todo lo que me había echo feliz durante estas semanas porque la realidad, era que había sido tan feliz gracias a Max.
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¡Holaaap! ¿Qué tal? Como habréis visto, no he publicado nada en todos estos días ya que tuve problemas con el ordenador y hasta hoy no me lo han devuelto. Normalmente escribo en el ordenador y esta vez, no tenía capítulos escritos para ir publicando desde el móvil así que os pido perdón por la espera. Esta semana publicaré hoy, mañana y los dos capítulos que pertenecen a esta misma semana así que, aquí tenéis el siguiente capítulo después de leer los últimos que pude publicar. Espero que os guste este y los que publicaré a lo largo de la semana tanto como los anteriores.
Muchísimas gracias por los comentarios, las leídas y los votos que he recibido estas últimas semana, sobre todo la semana pasada. No suelo responder a los comentarios aunque es algo que me gustaría hacer y pienso que debo organizarme para responderos a todos ya que cada uno de vuestros comentarios es algo que me sirve de ayuda para la novela. La semana pasada recibí muchísimos diciéndome lo emocionados que estabais, vuestros sentimientos acerca de lo que sucedía en los capítulos... y no me puede hacer más feliz saber que mis palabras causan ese efecto en vosotros, el mismo efecto que causó en mi mientras los escribía (también se puede llorar mientras se escribe jajaja).
En definitiva, muchísimas gracias por todo como siempre. Me gustaría que siguieseis comentando y votando en la novela ya que eso le da más valor y me sirve para ver su crecimiento.
Por último y aunque lo he dicho en el Importante que publiqué esta misma semana, seguiré publicando capítulos y añadiendo a todos los que me habléis para que os meta en el grupo de Whatsapp y no hay ningún tipo de problema en que me habléis ya que aún no lo borraré. Igualmente, quiero que no os de vergüenza o algo parecido por hablarme, en ese grupo hay muchos más lectores como vosotros y, aunque tarde en responderos o en agregaros al grupo, lo haré.
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Muchísimas gracias :)