Sobre mi cadáver (HDLO#1)

By PalomaCaballero

88.6K 6.8K 1.7K

(LGBT+) Archibald puede ver fantasmas. Darla es algo muy parecido a uno. Un espíritu no puede conservar su lu... More

Notas iniciales
Personajes
Playlist
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
57
58
59 (Final)
NOTAS FINALES
Proyectos relacionados.

56

205 35 9
By PalomaCaballero


—¡Detente! ¡Te ordeno que te detengas! —espetó la chica temblando de terror.

La criatura no le hizo caso, se giró un poco hacia Darla abriendo la boca para comerla de inmediato ante las protestas de Nicole, burlándose de la chica y de sus órdenes. Ella todavía no formulaba aquello como una realidad, pero estaba segura de que iba a ser devorada pronto y cuanto más rápido se acabaran las opciones, más rápido terminaría siendo parte del menú.

Archibald dio un paso adelante, queriendo hacer algo para detener la tragedia, pero su cuerpo se negó a moverse. El rostro de Darla estaba aterrado, la fuerza demoniaca de la sanguijuela le impedía volverse intangible, sin embargo, la poca energía espiritual que le quedaba, derivó en una de sus desapariciones.

El hecho de que ella estaba languideciendo, la salvó de realmente morir de manera prematura. Nicole lanzó un alarido de frustración por no ser escuchada, pero guardó silencio cuando la habitación se llenó de un aura oscura y peligrosa, instintos asesinos les calaron hasta los huesos, la criatura estaba molesta, su atención parecía centrada en la garra solitaria que había dejado ir a su ansiado bocadillo.

—Mi presa...

La voz cavernosa del monstruo no se mostró indiferente ante la pérdida. La temperatura de la habitación bajó varios grados en respuesta, consiguiendo que la sangre de Archibald se helara. La criatura no tenía ojos, pero podía notar que cuando se giró, estaba mirando a Nicole con una furia inconmensurable. De inmediato sintió un fuerte instinto de protección hacia ella, quien volvía a ser una chica indefensa temiendo por su vida.

Ella se encogió en su lugar, aunque unos minutos atrás había actuado de modo arrogante, ahora no parecía tener fuerzas para decir nada más. La sanguijuela saltó sobre ella y Archibald extendió la mano para quitarla del camino de aquellas despiadadas fauces, pero no fue lo suficientemente rápido, porque antes de poder tocarla ya había sido engullida por el monstruo.

Sus ojos se abrieron de par en par, tenía ganas de gritar por el terror y la impotencia, pero la voz no le salía. Era casi inconcebible la idea de que lo que estaba pasando fuera real, sin embargo, la bestia tragó y se giró hacía él, recordándole que el peligro estaba y que él era el siguiente esperando en el corredor de la muerte. Archie retrocedió dos pasos, notando como el cuerpo de Nicole traspasaba la quijada de la sanguijuela y caía inerte sobre el suelo. Parecía que estaba respirando, tenía los ojos abiertos, por un momento tuvo esperanzas, pero después ella dejó de moverse y supo que la había perdido.

Aechibald sintió que el piso se movía, los oídos le zumbaron y sintió ganas de vomitar. Nicole parecía una muñeca, un maniquí, tenía todavía los ojos abiertos y lo miraba fijamente. La criatura también parecía estarlo mirando.

Sus piernas se movieron por instinto, retrocedió dos pasos para alejarse, pero las fuerzas le fallaron, por lo que tropezó, cayendo al suelo como un peso muerto. Se sentía completamente indefenso ante el monstruo que parecía olfatear el aire. Archie fue consiente del momento en que la sanguijuela "lo vio" porque la criatura se quedó muy quieta, su boca llena de dientes se entre abrió y comenzó a salivar. Archibald tragó duro.

—Es tu turno Noble —la voz volvía a sonar igual que la del joven y apuesto Alan, pero cuando pronunció su apellido, adquirió un tono cavernoso, gutural.

La criatura dio un paso hacia él, eso lo asustó tanto como para secar su garganta. De inmediato supo que, si se quedaba quieto no tendría escapatoria, así que, con tanta destreza como le fue posible se giró en el suelo, apoyándose en las manos para echarse a correr. El primer paso fue el más difícil, las piernas le temblaron y casi lo hacen caer de bruces, pero consiguió avanzar hacia la puerta y salir de la habitación.

Cuando cruzó el umbral sintió que el alma se le caía a los pies, delante de él había una escalera inmensa, cuyo final no era visible por culpa de la oscuridad y la extensión de la misma, mientras que a sus espaldas, la risa de Alan parecía estarse burlando de él.

Archibald pensó durante un instante en los amigos que se quedaban atrás, pero solo fue un segundo antes de darse cuenta que la sanguijuela estaba dispuesta a perseguirlo. De inmediato comenzó a correr, tratando de salir del sótano, sintiendo que la gravedad le jugaba en contra, no fueron demasiados los escalones que subió antes de que comenzaran a dolerle los músculos de las pantorrillas. Archie estaba seguro de que era bueno corriendo, pero conforme avanzaba se sentía cada vez más lento y torpe, la desesperación comenzaba a jugarle en contra, al tiempo que se negaba a girarse porque sabía que se encontraría de frente con la sanguijuela.

Cuando por fin dejó atrás la inmensa escalera sintió que respiraba, pero aquello fue algo momentáneo, porque el monstruo lo empujó por la espalda, lanzándolo al pasillo, como si estuviera burlándose de él, haciéndole saber que solo era un ratón con el que el gato jugaba antes de cazarlo. Suponía que haber devorado a Nicole lo hacía sentir menos hambriento.

En definitiva, se sentía como una presa.

A pesar de haber prácticamente volado dos metros hacia delante y haber caído sobre su brazo derecho, todavía hizo un esfuerzo por ignorar el dolor y continuar corriendo, aunque las piernas le dolieran como nunca y le costara una vida respirar, él todavía pensaba en huir.

Un sentimiento de absoluta impotencia se apodero de él cuando salió a campo abierto y se dio cuenta que no importaba cuanto corriera, de todas formas, en algún punto se encontraría atrapado. Quería llorar, pero no podía, así que se obligó a avanzar bajo la luz de la luna como lo que era: una víctima.

Sus ojos barrieron el paisaje, la sanguijuela lo empujó una vez más, en esta ocasión haciéndolo rodar sobre el pasto hasta quedar a pocos metros del lago. Archibald soltó un gemido de dolor y en esta ocasión no tuvo fuerzas para levantarse, el pecho el dolía, se sentía desfallecer.

De un momento a otro la sanguijuela saltó sobre él, utilizando una de sus patas para clavarlo en el suelo, sacándole el aire y dándole la sensación de que su caja torácica iba a ser aplastada. La sanguijuela, le mostró los dientes, aquello parecía una sonrisa, la sonrisa más retorcida y cruel que hubiese visto jamás.

—Te atrapé.

Las fauces del monstruo se abrieron, dándole un mordisco del que trató de protegerse en vano. Los dientes de la sanguijuela se clavaron en su hombro y torso, el brazo se le quedó atorado dentro de su boca. En esta ocasión no pudo evitar gritar, el dolor fue tan intenso que no podía pensar en otra cosa.

La sangre que se le escapaba del cuerpo fue bebida por la sanguijuela y Archibald sintió que su conciencia entraba en la criatura a través de ella. Miró a la luna, era redonda y llena de luz, su boca estaba abierta pero no podía emitir sonido alguno, sin embargo, tenía la sensación de que dentro de la sanguijuela todo era muy ruidoso, los espíritus que habían sido devorados por él se removieron inquietos, como si de repente recordaran que eran seres diferentes, individuos, que querían ser libres.

A su mente llegó el llanto de Nicole, su soledad, sus miedos, su dolor, su terrible oscuridad y con ella pudo ver su historia, todo lo que la había lastimado y motivado. Por alguna razón los sentimientos comenzaron a contradecirse dentro de él, algunos le decían que ella era un monstruo, que nada justificaba lo que había hecho y otros solo querían protegerla, ponerla a salvo, cuidar de ella. Una lagrima rodó por su mejilla derecha, solo una.

Entonces Archibald sintió a la sanguijuela, lo hizo de una manera tan personal, tan auténtica, que lo asustó. Tenía hambre, un hambre voraz que no podía ser aplacada con nada, también tenía sed, quería sangre, había tanta violencia en su interior, tanta maldad que era abrumadora. En algún punto, la conexión fue tan fuerte que Archibald perdió la conciencia de sí mismo, sus pensamientos eran los de la sanguijuela, sus deseos eran los de la sanguijuela, él era la sanguijuela.

Un grito de dolor interrumpió la conexión, de nuevo Archie fue lanzado lejos y su mente, completamente confundida, apenas pudo distinguir lo que estaba pasando.

—¡Que mi hiciste! —bramó el monstruo, cuya voz estaba teñida de furia, pero también de dolor.

Fue entonces cuando Archie se dio cuenta que estaba tirado en el pasto, mirando hacia el cielo, tratando de descubrir algo en el mismo. Su mente regresó a él en ese instante y cuando se incorporó, pudo ver como la sanguijuela se retorcía sin poder controlar sus extremidades. La criatura soltaba bramidos de dolor, mientras su piel negra y brillante parecía luchar para retener a diversas fuerzas que trataban de salir de su cuerpo. Archie abrió los ojos, respirando con dificultad, sosteniéndose las heridas del hombro para controlar la sangre y el dolor, no podía pensar con claridad, todavía no tenía idea de lo que estaba pasando.

—Eres más peligroso de lo que pensaba —la voz que salía de la criatura ya no parecía jovial y divertida, había mucha ira en ella—. Debes ser devorado —agregó antes de saltar sobre él una vez más, ignorando su precario estado.

Los reflejos de Archibald actuaron antes que su mente y en un movimiento que le dolió hasta los huesos, utilizó su pie derecho y las manos para mantener abiertas las fauces del monstruo, evitando ser devorado de un bocado. No podía pensar en una escapatoria, pero todavía no estaba dispuesto a rendirse. Su mente se aclaró poco a poco en medio del forcejeo y pudo notar como su zapato parecía ceder a los dientes de la criatura.

No le quedaba mucho tiempo.

—¡Hyung! —la voz de Mercy hizo que se girara de inmediato, una oleada de esperanza hizo que sonriera. Si se hubiera podido mirar a un espejo habría sabido cuan desesperado se veía su rostro en ese momento y cuanto lo había afectado el darse cuenta de lo lejos que estaba el chico de él.

—¡Mercy! —gritó sin pensarlo, al tiempo que notaba a Darla parpadeando detrás del muchacho.

—¡Lockster envió un mensaje! —el chico parecía tener problemas para respirar, seguramente había corrido con todas sus fuerzas para llegar ahí, porque su rostro estaba rojo y sudaba. Archie nunca lo había visto sudar—. ¡Silba!

—¿Que? —inquirió incrédulo, su reacción fue tan evidente que la criatura ganó un poco se terreno, no fue demasiado, pero si lo suficiente para que se asustara.

—¡Dice que silbes! —el grito fue nítido y Archibald sintió que se habría escuchado por todo el bosque, sin embargo, él no terminaba de entender ¿Por qué demonios quería Lockster que silbara?

Continue Reading

You'll Also Like

1.5K 212 52
Enric, un joven con una vida tranquila y predecible, nunca imaginó que un encuentro casual con Álvaro cambiaría su mundo para siempre. Desde el prime...
4.7K 1.5K 119
El doctor Adam Bloodmask narra los acontecimientos de su pasado por los cuales está actualmente en terapia psiquiatrica, gracias en gran parte al dia...
5.2K 279 37
una historia hermosa de dos amigos que pueden ser más que amigos❤️😏 Ian:alfa dominante Fede:Omega muy sensible Espero que les guste mi historia po...
379 92 24
Valentín habría esperado cualquier cosa de su tío; excepto que su última voluntad fuera desenterrar un cadáver. 🦋 Luego de años sin visitar su puebl...