Andrea: ¿me... me estás hablando en serio?
Samuel: te veo afectada por lo que paso con Patricia y no quiero que bajo ningún concepto nuestra relación cambie lo más mínimo.
Andrea: no me acostumbro a oírte decir nuestra relación, todavía resuena en mi cabeza.
Samuel: y no te acostumbres a que te lo diga mucho-sonrió-pero tenía que decírtelo porque me empiezo a dar cuenta de que me afecta verte mal.
Andrea:-se mordió el labio-¿de verdad?
Samuel: deberías de notármelo Andrea, eso es lo que no entiendo de ti, que te lo tenga que explicar todo cuando creo que se me ve...-agarró su rostro entre sus manos.
Andrea: sentí celos y me cegaron ¿vale? Y tengo miedo de que sientas algo por... por ella.
Samuel: ella no es nadie para mí, tú sin embargo lo cambiaste todo-acarició sus mejillas y ella sonrió enternecida, le estaba dejando ver que si era romántico.
Andrea: yo también te quiero Samuel... por eso me afecta todo de esta manera, disculpa.
Samuel: tranquila no tienes que disculparte, hoy no podrás venir conmigo ¿verdad?
Andrea: pues... no-soltó una carcajada disipando por completo aquella discrepancia entre ambos-no sabría que excusa ponerle, hoy Dalia no abre el bar.
Samuel: vaya... y yo que había comprado bridas-dijo con cara de pena.
Andrea: ¿bridas?-soltó una risa y tapó su boca-otro día las usamos-él se acercó y besó sus labios con ternura.
Samuel: hasta mañana.
Andrea: adiós.
•
A la mañana siguiente Irina se arrepentía de todos los trozos de pizza que había comido, había pasado mala noche y por encima sentía el estómago pesado, estaba sentada en el escritorio con una manzanilla entre las manos, su rostro era pálido y cansado, la puerta se abrió y un chico salió de la consulta de Flavio con una ligera cojera casi inexistente, dejó la manzanilla y entró a la consulta con la agenda.
Flavio: ¿te encuentras mejor?
Irina: no debí comer tanta pizza anoche-dijo arrepentida-pero tenías que verle la pinta y como sabía eso por dios, barbacoa...-hizo una mueca de dolor al recordar la consecuencia de su empacho y Flavio soltó una risa.
Había vuelto a ser el mismo hombre agradable de antes... a casi 5 meses de la muerte de Noemí las pesadillas habían disminuido, los remordimientos eran casuales y por fin reconocía haber hecho lo imposible por la que fue su mujer, pero el destino así lo quiso y ahora... Flavio llevaba una vida normal junto a sus amigos.
Flavio: puedes tomarte la mañana si lo necesitas, te ves muy mal.
Irina: ay no... ¿Cómo te voy dejar solo?
Flavio: puedo apañármelas.
Irina: no, que después te acostumbras a no necesitarme como secretaria y me echas a la calle.
Flavio: sabes que no haría eso, conocerte y que llegaras a mi consulta fue una de las cosas más alegres que me ha pasado-ella sonrió completamente derretida a sus encantos, de pronto él se extrañó de su comentario-¿viste el chico que salió?-cambió de tema.
Irina: si...-suspiró.
Flavio: estoy segura que tiene una lesión muy similar a la tuya, ¿viste? Apenas cojea comparado con la primera vez que vino.
Irina: Flavio...-le regañó por la insistencia.
Flavio: solo serán unas pruebas Irina, por fi, me gustaría ayudarte... consultaré con otros especialistas y no te operaré a menos que tenga la certeza del 100% de que quedarás bien.
Irina: ¿no me vas hacer daño?-él la miró atentamente.
Flavio: claro que no... seré lo más cauteloso que pueda, de verdad-ella suspiró bajo su insistente mirada.
Irina: pero todo eso va ser muy caro Flavio... no puedo permitírmelo.
Flavio: eres trabajadora de la consulta, tienes un descuento del 100% ¿Qué te parece?-ella suspiró con una sonrisa.
Irina: está bien... te autorizo para que revises mi caso.
Flavio: ¡¡Por fin!!-ella soltó una risa-me ha costado meses convencerte, eres dura de convencer-miró su reloj-voy a salir a comer con Samuel ¿vale? Ya me ha de estar esperando, luego hablamos más detalladamente de todo y mañana empezamos.
Irina: está bien-sonrió.
Vio a Flavio salir y de nuevo volvió a su mesa, cogió la manzanilla de nuevo en sus manos, de solo pensar en comida se le revolvía aún más el estómago, tomó su teléfono una vez estuvo sola en la consulta y marcó para hablar con Andrea.
Irina: hola, ¿te pillo ocupada?
Andrea: no tranquila, estaba comiendo algo en la oficina, estamos a full con la colección de otoño.
Irina: ¿ah sí? ¿Y que se lleva? ¿Cómo vais?
Andrea: pues en esta colección la señora Beatriz insiste en conservar un poco los colores cálidos y mezclarlos con tonos amarronados, tenemos que hacer 75 diseños-resopló-y ya sabes la princesa del palacio a remojo en las piscinas del club... no ayuda en nada tía.
Irina: esa tipa si que te da la lata amiga... ¿no la pueden echar?
Andrea: Irina-soltó una risa-es la hija de la jefa, ¿Cómo la van a echar?
Irina: ya también es verdad-suspiró-en fin es que es tan repelente que de solo escucharte hablar de ella ya me cae mal a mí también.
Andrea: créeme si la conocieras te iba caer peor... ¿y tú qué?
Irina: todavía tengo las pizzas de ayer en la garganta, creo que voy a vomitar-Andrea soltó una risa ante sus quejas.
Andrea: eso es un empache, bien seguro.
Irina: bueno-suspiró-pero te llamaba por otra cosa.
Andrea: ¿Qué pasó con Flavio ahora?
Irina: ya sabes que ha cambiado mucho en estos meses, parece que lo de Noemí poco a poco lo va superando, ya pasaron casi 5 meses y lo veo más alegre, más libre de remordimientos.
Andrea: ¿Y?
Irina: me ha dicho que soy la cosa más alegre que le había pasado-suspiró y Andrea se frotó la frente-es tan dulce.
Andrea: pero recuerda, eres su amiga, él mismo te lo dice.
Irina: gracias por recordármelo-dijo irónicamente-no te cansas de hacerlo.
Andrea: lo hago por tu bien y lo sabes...-escuchó el suspiro de su amiga al otro lado de la línea.
Irina: sabes... acepté que me revisara-Andrea sonrió-insistió tanto que lo pensé bien, si alguien tiene que operarme es él.
Andrea: ¡De eso si me alegro!
Irina: vamos hablar de mi accidente con detalles y empezaremos con las pruebas, va hablar con diferentes especialistas, si en algún momento hay alguna posibilidad de que no quede bien me lo va decir.
Andrea: es un detalle por su parte que haga todo esto.
Irina: vaya si es un detalle... no quiere ni que le pague-Andrea abrió los ojos-¿Cómo no me voy hacer ilusiones?
Andrea: vaya.
Irina: todavía recuerdo nuestro primer beso y el que nos dimos hace 4 meses... todavía late en mis labios, yo creo que si le intereso Andrea.
Andrea: un beso del que ninguno de los dos ha pronunciado palabra desde que pasó, Irina, si realmente le interesaras te hubiera hablado del beso ¿no te parece?
Irina: ai Andrea-resopló fastidiada-no hay manera de que una se haga ilusiones en tu presencia muchacha.
Andrea: lo hago por tu bien... sabes que te quiero mucho.
Irina: y yo a ti aunque mis ilusiones se deshinchen cada vez que hablo contigo, te dejo que sigas con lo tuyo antes de que Gozzilla interrumpa en tu estudio y te eche un rugido-Andrea soltó una carcajada.
Andrea: será mejor.
•
Ya tenían servida la comida y ambos empezaban a comer, Samuel se alegraba enormemente del ligero cambio de Flavio, ya no era un hombre taciturno que removía la comida antes de llevársela a la boca, poco a poco estaba siendo el de siempre, su amigo de toda la vida y eso lo alegraba.
Flavio: Irina vino esta mañana con un pequeño empacho, estaba muy graciosa.
Samuel: si, la pizza temblaba cada vez que cogía un trozo-ambos soltaron una risa y él lo miró con suspicacia-últimamente en nuestras conversaciones estás mencionando mucho a Irina.
Flavio: ¿ah sí? Bueno es normal, paso mucho tiempo con ella en el consultorio, a parte es muy buena niña.
Samuel: ¿solo buena niña?
Flavio: ¿A dónde quieres llegar Samuel?
Samuel: ¿yo? A ningún lado no sé, es solo que me parece bonita ¿a ti no?
Flavio: claro que es bonita, mucho además...-se hizo un pequeño silencio entre ambos en el que Samuel sonrió-no... ¿estás pensando en dejar a Andrea por ella?
Samuel: ¡¡¡Pero eres bruto!!!-la gente los miró-¿Cómo voy pensar en dejar a Andrea por una amiga suya? ¡Estás loco!
Flavio: a ver Samuel-soltó una risa-de que te extrañas hijo, si lo hiciste toda la vida.
Samuel: bueno, pero Andrea es diferente-Flavio entrecerró los ojos.
Flavio: ¿a qué te refieres con diferente?
Samuel: pues a que la quiero, es diferente, me gusta estar con ella y cuidar lo que... lo que tenemos.
Flavio: dios mío, tu hablándome de amor, creo que voy a desmayarme.
Samuel: eres un imbécil.
Flavio: no el imbécil y cretino eras tú y mírate... estás enamorado Samuel-soltó una risa jocosa.
Samuel: ¿y que si así fuera?
Flavio: no, si yo me alegro enormemente, por fin llegó tu sentencia.
Samuel: volviendo al tema de antes, si Irina te parece muy bonita... ¿Por qué no la miras con otros ojos?
Flavio: es mi amiga Samuel.
Samuel: me has hablado de cierto acercamiento hace unos meses cuando salimos a bailar aquella noche ¿recuerdas?
Flavio: bueno ella estaba ebria y simplemente tuvo un lapsus.
Samuel: un lapsus que según tus palabras tú le seguiste.
Flavio: no quiero hablar de eso-pareció ligeramente avergonzado-no debí habértelo contado.
Samuel: solo hemos hablado una vez del tema y me saliste con lo mismo, claro que hiciste bien en decírmelo, aquí me tienes para abrirte los ojos.
Flavio: ¿abrirme los ojos con qué?
Samuel: ¿no has pensado que tal vez te guste Irina?
Flavio:-soltó una larga carcajada-no puedes hablar en serio... ¿Cómo me va gustar? Es mi amiga, ella me apoyó muchísimo con lo de Noemí y quiero ayudarla en lo que pueda, voy a revisarla de su cojera para ver si puedo hacer algo por ella, es solo eso... ¿es tan difícil pensar en una amistad entre un hombre y una mujer?
Samuel: no es muy difícil no, pero este, no es el caso, sé de lo que te hablo.
Flavio: estás diciendo incoherencias-dejó el dinero sobre la mesa-me voy antes de que me convenzas de tus locuras.
Samuel: sabes que puedo hacerlo-soltó una risa.
Flavio: vete con tu Julieta y dale todo tu amor, a mí déjame vivir-Samuel soltó una carcajada mientras lo veía marcharse del lugar meneando la cabeza a ambos lados.
•
Estaba agotada tras 8 diseños se había dado el lujo de descansar un poco en su estudio, le dolían las manos de tanto garabatear, estaba sentada en su sillón con las manos en alto apoyando los codos en el reposabrazos, los ojos cerrados y la respiración profunda.
Estaba tranquila, relajada y por su mente desfilaban cientos de ideas que combinar para la colección de otoño que prácticamente se les venía encima, tras la puerta entró su némesis, con superioridad la admiró con los ojos cerrados y sigilosamente se acercó a ella, alzó las manos y de un golpe las asentó sobre la mesa haciendo que Andrea se asustase.
Patricia: ¿¡Esa es tu forma de trabajar!?-soltó una risa al ver la respiración agitada de Andrea-¡¡Ponte a trabajar ahora mismo!! Necesitamos 75 diseños y tu aquí con los ojitos cerrados-Andrea apretó la mandíbula y trato de aguantar las formas inclinándose para volver al trabajo sin rechistar-claro...-soltó una risa-te crees que tienes el favor del jefe ¿verdad? Solo porque te lo estás tirando como hicimos las demás...
Andrea: solo estaba descansando un minuto-le pasó los diseños que tenía hechos-estos son los que ya hice-se los arrebató de sus manos con brusquedad y comenzó a mirarlos con mala cara.
Patricia: no me valen-los cogió por la mitad y con decisión los rasgó, Andrea entreabrió la boca incrédula de lo que acababa de hacer Patricia con todo el trabajo de una mañana, entonces se los tiró en la cara soltando una carcajada-vuelves a hacer otros tantos, estás dormida en los laureles desde que te revuelcas con el jefe.
Andrea: y eso es lo que quisieras hacer tu ¿Verdad?-no aguantó más la humillación, desde su llegada había estado aguantando que la increpase sin parar, que menospreciase su trabajo y que se burlara de ella.
Patricia: ¿Cómo has dicho?
Andrea: lo que has oído, te gustaría ser tú la que estuviese con Samuel, pero ¿Qué crees? Soy yo la que se acuesta con él todas las noches y... ¿a que no lo sabes? A mí sí me deja dormir con él-Patricia frunció los labios enfurecida-me hace la cena, me desnuda lentamente... y lo más importante, me quiere, cosa que a ti no.
Patricia: ¡¡Maldita insolente!!-trató de asentarle una bofetada y Andrea la frenó.
Andrea: ¡ESTOY CANSADA DE TUS HUMILLACIONES!
Sus voces podían escucharse por el pasillo, los más curiosos asomaban sus cabezas desde los estudios intentando averiguar que ocurría entre las dos féminas, Patricia permanecía enfurecida con las palabras de Patricia aquella insolencia no se la iba pasar y la que saldría con una despido bajo la mano sería Andrea.
Patricia: ¡Pienso echarte a la puta calle!
Andrea: aunque me eches de aquí, no me sacarás de la vida de Samuel.
Patricia: ¡¡ZORRA!!
De pronto se abalanzó sobre ella tirándole del pelo, Andrea gruñó tratando de defenderse mientras alzaba las manos para tirar también de la larga cabellera de Patricia, sus gritos podían oírse por todo el pasillo mientras ambas forcejeaban repartiéndose golpes, unos golpes que ambas ansiaban darse desde la primera vez que se vieron.
Beatriz: ¡¡QUE OCURRE AQUÍ!!