ADORABLE TORMENTO

69. Ahora o nunca

Con una taza de café entre las manos miraba la nocturnidad de Paris desde aquel largo ventanal que adornaba el salón, hoy comenzaba una nueva etapa para Flavio, una etapa que estaba llena de incertidumbres sobre lo que iba pasar con él y su profesión, pero si algo tenía claro es que había tomado la decisión correcta al reunirse con Irina, aquella mujer que llegó torpemente a su consulta para cubrir el puesto de secretaria hoy ocupaba el primer puesto en su corazón.

Irina: ¿Flavio?-la sintió gruñir al otro lado de la sala y él sonrió.

Flavio: buenas noches-soltó una risa-¿quieres un café?

Irina: ¿has hecho café? ¿Cuándo?

Flavio: te quedaste dormida y no quise despertarte-le tendió una taza de café-fue lo que encontré, están las despensas un poco vacías.

Irina: mañana iremos a la compra.

Flavio: deberíamos, esto está vacío-soltó una risa.

•

Ignacio daba vueltas en la habitación del hospital, Cayetana trataba de pararlo con temor a que se hiciese daño mientras este no dejaba vociferar con uno de los policías que estaba frente a él encargado del caso de Patricia, este traía la cabeza agachada mientras escuchaba su reprimenda.

Ignacio: ¡No pudo haber salido ni de la ciudad! ¡Se supone que lo tienen todo controlado!

-Lo sentimos señor del Junco, registramos la casa de la señora Alcázar y varias propiedades a su nombre, pero no encontramos ni rastro de la joven... parece que se la tragase la tierra.

Ignacio: ¡No me vale esa excusa!-hizo una mueca tocándose el costado.

Cayetana: ¡Ignacio, por favor!-le regañó-vas a provocar que la herida se abra.

Ignacio: ¡Me da igual! ¡¡¡Encuentren a esa mujer!!!-en ese momento Dalia entraba por la puerta al escuchar las alteradas voces-¡Quiero noticias de su paradero! ¡Busquen hasta debajo de las piedras! ¡Esa mujer odia a mi hija y no dudará en hacerle daño!-concluyó apoyándose sobre la cama, el joven policía afirmó, caminó lentamente y abandonó la habitación.

Dalia: deberías calmarte, no por esa bronca esa mujer va aparecer antes.

Ignacio: esa mujer quiere deshacerse de mi hija y no se lo voy a permitir, tienen que encontrarla... no está bien de la cabeza-Cayetana lo miró preocupada.

Cayetana: tranquilízate mi amor, por favor-resopló-vas hacerte daño...

Ignacio: ¿y dónde está ahora?

Dalia: tenía unas reuniones importantes por la tarde-miró su reloj-por la hora ya debería haber salido.

Cayetana: seguro estará con Samuel, por mucho que lo niegue...-soltó una pequeña risa-seguro han vuelto.

Dalia: yo también pienso lo mismo.

Ignacio: ¡Ese es otro tema!-refunfuñó-¡Deja que los vea!

•

Andrea salía del baño con la prueba entre sus manos, incapaz de ver el resultado avanzó hacia Samuel con una media sonrisa dándole igual el resultado de aquella prueba pues lo importante es que por fin su situación con Samuel se había definido y estaba completamente segura de lo que él sentía por ella.

Samuel: ¿y bien?-dijo nervioso.

Andrea: todavía no la he visto-cogió aire-¿la miramos al mismo tiempo?

Samuel: venga-Andrea levantó la prueba y los dos miraron la prueba a la vez, tras unos pequeños segundos mirando el predictor ambos soltaron una carcajada.