ADORABLE TORMENTO

38. Voy a por vosotras

Samuel: ¡¡QUE ME HICISTE!!

Patricia: ¿Yo?-soltó una carcajada-lo hicimos los dos mi amor, para esto se necesita colaboración mutua-Beatriz observaba todo desde la penumbra ligeramente consternada.

Samuel: ¡¡LO HICISTE APOSTA!!-cogió unos pantalones-¡MALDITA SEA!-trató de salir de la habitación a la vez que Patricia le dedicaba una mirada a su madre quien le cortó el paso a Samuel.

Beatriz: no puedo pasar por alto este incidente Samuel, lo siento.

Samuel: ¡SACAROS DE EN MEDIO! ¡EN MALA HORA ME ENREDASTEIS PARA ESTE VIAJE! ¡ME CREEIS IDIOTA!-Beatriz tembló ante la brusquedad de sus palabras y de la verdad que comunicaba en ellas.

Beatriz: tenemos que hablar de esto.

Samuel: ¡Lo haremos cuando lo haga con Andrea! ¡Saliros de mi vista! ¡LAS DOS!

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Andrea corría por las escaleras del hotel completamente destruida, la había intentado dejar de loca cuando ella estaba en lo cierto mantenía una relación con Patricia y aquel estúpido viaje había sido una artimaña para aprovechar y estar solos sin que ella estuviese revoloteando por ahí, como una estúpida había pasado la noche llorando sintiéndose culpable por aquella discusión, había salido de su casa para darle una sorpresa y arreglar las cosas, pero quien se había llevado la sorpresa había sido ella.

Sollozaba continuamente escaleras abajo tratando de salir de aquella tortura que le apretujaba el corazón de aquella manera, su estómago amenazaba con echar el desayuno productos de los nervios, todo el mundo la vio salir corriendo del hotel, salió desorientada de aquel lugar focalizando la atención en una de las papeleras, no era capaz de digerir aquella terrible desilusión, vomitó todo lo que había desayunado y sollozaba aferrada a aquella papelera, se incorporó con las lágrimas en los ojos, de pronto lo vio salir a él con un pantalón puesto corriendo hacia ella.

Samuel: ¡Andrea espera!-intentó correr más que él pero le fue imposible, la agarró de la cintura y la sujetó fuertemente mientras ella pataleaba y manoteaba intentado soltarse.

Andrea: ¡NO ME TOQUES! ¡ME DAS ASCO!-se soltó encarándolo sin poder evitar las lágrimas de sus ojos-¡¡ERES UN TRAIDOR!! ¡¡ME TRATASTE DE LOCA!!

Samuel: te juro que no es lo que parece, tras la discusión, me emborraché y perdí el norte, ¡¡JAMAS TE HARIA ESO EN SANO JUICIO!!

Andrea: ¿De verdad crees que me voy a tragar esa gilipollez?

Samuel: por favor Andrea, es la verdad...-sus lágrimas se amontonaban con desesperación tratando de no perderla pero ella vio en su mirada que algo entre ellos se había roto.

Andrea: ¡No quiero volver a verte! ¡Jamás te voy a perdonar el daño que me acabas de provocar!

Samuel: ¡Andrea por favor!-la sujetó de las manos intentando retener sus impulsos por irse-¡TE JURO QUE NO FUE CONSCIENTEMENTE! ¡ELLA ME AMBAUCÓ!

Andrea: ¡¡Qué fácil es echarle la culpa a los demás!!-trató de irse y nuevamente él le cortó el paso-¡¡DEJAME EN PAZ!!

Samuel: ¡¡ANDREA POR FAVOR!!-la agarró de los hombros viendo el dolor en su mirada-¡JODER YO TE QUIERO! JAMÁS TE HARÍA ESO.

Andrea: ¿ahora es cuando me dices que me quieres Samuel?-sollozó-¿es ahora que me lo dices? ¡PUES NO TE FUNCIONA!-lo empujó echándolo a un lado, rápidamente cogió un taxi perdiéndolo de vista.

Samuel: ¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!-sollozó-¡MALDITA SEA MI PUTA SUERTE!-todo el mundo había visto la escena que los dos habían dejado en aquella plazoleta.