Irina entraba en el despacho de Flavio después de haber atendido a todos los pacientes del día, entraba con cara de preocupación admirando como Flavio miraba atentamente sus vendas, Irina pudo apreciar como sus ojos estaban humedecidos.
Irina: ya no tienes más pacientes por hoy-él levanto la vista y se frotó los ojos-no tienes que disimular las lágrimas-suspiró-llevo un rato mirándote.
Flavio: perdona.
Irina: realmente me preocupas-él asomó una leve sonrisa y se acercó a su mesa.
Flavio: no es nada-movió sus manos-en una semana ya podré quitar los puntos.
Irina: no lo digo por esas heridas, hablo de tus heridas del alma... esas no han de estar muy bien.
Flavio:-suspiró-todo estará bien cuando mi mujer lo esté, estoy seguro-la miró-ya no hay más pacientes, puedes irte a casa, yo haré lo mismo.
Irina: está bien, cualquier cosa no dudes en llamarme, hasta mañana.
Irina abandonó el consultorio mientras Flavio terminaba de recoger sus cosas para irse a su casa, debía mantenerse firme tras el percance de la mañana, ya había seleccionado el centro ideal para Noemí y concertado una cita, iría a recogerla a casa para posteriormente ultimarlo todo, tenía que acabar con esa enfermedad antes de que la propia enfermedad acabara con ella.
Flavio: y ahora ¿Quién será?-cogió su móvil el cual vibraba sin descanso-¿Rosario?
Rosario: señor que bueno que contesta, tiene que venir a la casa en seguida.
Flavio: ¿ocurre algo con Noemí?
Rosario: la señora no ha salido de su habitación en todo el día y no me abre la puerta, llevo llamándola toda la tarde para llevarle algo para que comiese pero no hay manera, estoy empezando a preocuparme, he mirado por las ventanas desde afuera pero bajo las persianas y no se ge absolutamente nada-Flavio frunció el ceño.
Flavio: está bien, mantén la calma, en seguida salgo para allá-colgó-que es lo que me espera ahora...-suspiró saliendo de la consulta.
•
Ambos tenían una sonrisa en el rostro, por fin le habían dado rienda suelta a la pasión que tanto se habían guardado y había sido una tarde cargada de fogosidad, se acabaron de colocar la ropa y Samuel miró su reloj.
Samuel: por fortuna nadie quedará en la empresa-ella afirmó-¿te llevo a casa?
Andrea: no, no es necesario, te desviaría mucho del camino, puedo ir andando.
Samuel: no me importaría llevarte ya lo sabes-se acercó de nuevo a ella-aunque mejor te llevaba a mi casa, ¿te apetece?-ella sonrió mordiéndose el labio, cogió su corbata y se la apretó un poco.
Andrea: ¿con que me atarías esta vez?
Samuel:-notó un fuerte calor en su hombría nuevamente-¿no has tenido suficiente hermosa?-rodeó su cintura con sus brazos.
Andrea: vamos anda... -se escabulló de él con una carcajada y él la miró de forma picaresca, mientras la seguía con la mirada perdida en ella.
•
Flavio llegaba a casa con la mente cargada tras los últimos acontecimientos, bajo con pesadez del coche y Rosario lo esperaba justo en la entrada con el rostro aparentemente nervioso, ambos entraron en la casa y Flavio se situó tras la puerta de su habitación.
Flavio: ¡Noemí abre!-golpeó la puerta varias veces-¡¡Noemí que me abras!!-volvió a golpear-¡Si no abres entraré a la fuerza! ¡¡Tú misma!!-se quedó todo en completo silencio, la respiración de Flavio se oía con impaciencia entonces retrocedió varios metros y corrió hacia la puerta dando un golpetazo en ella.
YOU ARE READING
ADORABLE TORMENTO
FanfictionEl sueño de Andrea es convertirse en una gran diseñadora, convencida de que su sueño es alcanzable entra a trabajar en una de las empresas de modas más importante de Houston: Modas Gazar. Su sueño se trunca cuando en él aparece su jefe: Samuel Galla...