42. Afrontar las consecuencias

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Llegaba a casa abatida tras aquella enérgica discusión con Flavio, había salido de la consulta sin que él se lo impidiera de algún modo y aquello le dolía, ilusa de sí misma aún creyó que confesándole la verdad tal vez en él se despertase algo hacia ella, pero no, al menos por fin abrió los ojos y se dio cuenta de que allí ya no pintaba nada, ni en la consulta, ni mucho menos en la vida de Flavio.

Entró en el vecindario todavía con la batilla puesta, ni siquiera se había percatado que se había ido sin su ropa, completamente deshecha entró en el patio, sollozó varias veces hasta encontrarse a Andrea en la misma situación sentada en las escalerillas, esta levantó la cabeza para admirarla y secó sus lágrimas cambiando su rostro de tristeza por el de preocupación en cuanto la vio aparecer con aquellas fachas.

Andrea: ¡Irina! ¿¡Que te pasó!?-se levantó al ver el estado de nervios en el que llegaba.

Irina: escuché a Flavio hablar de mi Andrea-rompió en llanto y las dos se sentaron nuevamente en las escaleras-le dijo a una de las doctoras que yo no era más que una amiga a la que operaba para devolverme un favor, ¿te lo puedes creer? ¡¡Devolverme un favor!!-Andrea la abrazó moviendo la cabeza.

Andrea: ¿¡Pero qué demonios le pasa!? ¿Cómo dice esas cosas?

Irina: me enfadé muchísimo y no lo pude evitar, le dije todo lo que sentía y ¿sabes que me dijo? Que me había equivocado con él, que solo quiso ser bueno conmigo-se abrazó fuertemente a su amiga-tenías razón Andrea, debí creerte.

Andrea: no pasa nada cielo, tranquila, lo bueno es que ya te has dado cuenta.

Irina: he renunciado, no puedo seguir en aquella clínica después de esto, es entendible ¿verdad?

Andrea: claro que sí, hiciste bien, lo mejor que podemos para olvidarles es cortar de raíz con todo lo que tenga que ver con Samuel y con Flavio... por mucho que nos duela, la realidad es esa.

Irina: ¿y qué vamos hacer ahora?

Andrea: no lo sé amiga, tengo ganas hasta de irme del país-sollozó-en cuanto vea una oportunidad te juro que me largo de aquí.

Irina: llévame contigo Andrea, por favor...

Andrea: siempre te llevaré conmigo amiga-ambas se abrazaron mientras acallaron sus llantos producidos por el desamor.

Samuel entraba dos horas tarde al trabajo, lo hacía con el rostro ojeroso y cansado, su ropa no era tan impecable como siempre y su pelo estaba ligeramente despeinado, aquella noche había sido la peor de su existencia desde la muerte de sus padres, jamás creyó verse de nuevo en aquella situación y menos por una mujer, pero así era, la despedida con Andrea significó, para él, el fin de algo que lo tenía fervientemente enganchado y que decir, también enamorado. Entró en la sala de juntas bajo la mirada de Beatriz y Patricia a las que había citado de urgencia allí, ambas se fijaron en su rostro y en su mala pinta, lo que venía a continuación podía ser malo para ambas.

Beatriz: Samuel hijo ¿estás bien?-se posicionó delante de ellas sacando dos folders de su maletín, lo vio reír irónicamente con los ojos enrojecidos.

Samuel: que irónica suena tu preocupación, el hijo te quedó hasta creíble.

Beatriz: eso significas para mí.

Samuel: ¿de verdad? Qué bueno saberlo porque si significando eso para ti me haces las bajezas que me hiciste en Costa Paraíso que me hubiese ocurrido si no fuera un hijo para ti.

Patricia: no ataques a mi madre, no tiene la culpa de lo que pasó entre nosotros y menos que lo viese la estúpida esa-el cerró los ojos con paciencia, aquello debía hacerlo en frío y no dejándose llevar por los impulsos, debía ser el lobo de los negocios que su padre le enseñó a ser.

ADORABLE TORMENTOTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang