ADORABLE TORMENTO

40. No quiero verte

Ignacio: tenía que hacer otras cosas por Houston, aunque te confieso, lo que menos me esperaba era tu llamada-se levantó para estrecharlo entre sus brazos-ayer parecías muy cabreado por teléfono como para no recibirte-soltó una risa-aunque en estos momentos te veo bastante decaído.

Samuel: Eso es otro tema... ¿Qué tal por Paris? ¿Cómo van tus obras?

Ignacio: bueno...-con un suspiro tocó sus manos con detenimiento-finalicé una colección hace un tiempo y hace una semana empezó la exposición, con lo cual tengo tiempo para un buen descanso, ¿y tú? Dime la verdad Samuel, ¿por qué estás aquí?

Samuel: por una mujer-Ignacio levantó la ceja-estoy enamorado Ignacio.

Ignacio: ¡Vaya!-soltó una carcajada-lo último que leí sobre ti es que eras muy alérgico a las relaciones formales, el romanticismo y todas esas pasteladas.

Samuel: dicen que a todo el mundo le llega su hora.

Ignacio: entiendo-respiró profundo-ahora, lo que no entiendo es... ¿Qué pinto yo en todo esto?

Samuel: verás... alguien que tiene que ver contigo se metió en el medio-Ignacio frunció el ceño-y ahora le quiero dar una lección, supongo que no tendrás problema en ayudarme dadas las circunstancias.

Ignacio: ¿de quién se trata?

Samuel: de tu querida mujer y la brillante de su hija adoptiva-Ignacio soltó una carcajada a la vez que Samuel sonreía.

Ignacio: no sé qué es lo que pretendas pero te advierto que Beatriz no me quiere ver ni en pintura después de todo lo que pasó, aunque la muy ingrata sigue negándome el divorcio.

Samuel: te pongo en situación, su hija está obsesiona, encaprichada y emperrada conmigo, tal fueron sus celos hacia la mujer de la que estoy enamorado que sé a ciencia cierta que provocó una escena para que ella descubriera que le he sido infiel con Patricia, claro, con la ayuda de Beatriz-Ignacio lo observó detenidamente-obviamente reconozco mis fallos, pues con la borrachera que tenía no supe gestionar lo que hacía, pero a pesar de mis errores sé que parte de lo que pasó fue provocado.

Ignacio: conociendo a Beatriz, supongo que ahora quieren que te cases con ella de inmediato ¿no?

Samuel: exacto, pero quiero demostrarles que me han subestimado y para eso te necesito a ti, sé que conseguiste ceder tu 25% de las acciones de modas Gazar a Beatriz en lugar de vendérselas... -Ignacio sonrió meneando la cabeza-quiero comprártelas, con tus acciones pasaría a tener el 75% de las acciones, las suficientes para tener la decisión en mis manos de echar a Patricia de aquel lugar y hacer que tu mujer se trague su soberbia.

Ignacio: cualquiera se mete contigo, digno hijo de un Gallardo-suspiró.

Samuel: Beatriz se conformó con esa cesión, pero yo no-endureció el rostro-nadie se mete con lo mío y ellas se han pasado de la raya-le entregó un documento-esta es mi propuesta como puedes ver es bastante jugosa, por favor piénsalo y ayúdame.

Ignacio: háblame de ella-Samuel la miró-háblame de esa mujer.

Samuel: Andrea...-suspiró agachando el rostro-es una muchacha muy hermosa, es sencilla, ingeniosa, brillante, ella sacó la mejor versión de mí-Ignacio sonrió con nostalgia-consiguió que rompiera con los tópicos de esas relaciones esporádicas que llevaba, por primera vez dormía con una mujer y dormía haciendo la cucharita ¿sabes?-ambos soltaron una sonrisa mientras los ojos de Samuel se humedecían adolorido por el vacío que su ausencia provocaba-adoraba esa picardía con la que me hablaba y el atrevimiento con el que me enfrentaba aun sabiendo que era su jefe-Ignacio alzó una ceja sorprendido-sí... era diseñadora en la empresa y en cuanto la vi supe que algo en mi había cambiado, me cegué con ella y la quise para mí, quise conocer su entorno, conocerla a ella y me entraron ganas de...-frenó al darse cuenta de aquel nuevo sentimiento-ganas de tener un futuro a su lado, fue viéndola dormir conmigo que me imaginé por primera vez vistiendo un traje de novio-limpió una de sus lágrimas-pero bueno, ella ahora piensa lo peor de mí y en verdad tiene motivos, raramente le hablaba claramente de mis sentimientos hacía ella.