70. Un millón de dolares

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Andrea: ¡¡SUELTAME MALDITA LOCA!!-forcejeó con ella mientras el conductor, nervioso, miraba la carretera tratando de mantener la calma.

Patricia: ¡¡PARA DE UNA VEZ!!-la zarandeó enérgicamente tratando de hacerla entrar en control, pero Andrea se movía de forma descontrolada tratando de salir del coche-¡¡HE DICHO QUE TE ESTES QUIETA!!-de pronto empujó su cabeza contra la ventanilla del coche, esta dio un estallido y Andrea quedó inconsciente-¡Por fin!-miró en la ventanilla y comprobó que se encontraban a las afueras de Houston-¡Detente ahí!-el taxista obedeció sus órdenes al mismo tiempo que un coche negro que les seguía se detuvo, de él se bajó Beatriz.

Beatriz: ¿¡Que le has hecho!?-abrió la puerta del coche y el cuerpo de Andrea cayó hacia el suelo, Beatriz la sostuvo.

Patricia: no dejaba de moverse, tuve que neutralizarla, ¡¡TU QUEDATE AHÍ!!-se dirigió al taxista, bajó del coche y fue junto de su madre para agarrar a Andrea-vamos, tenemos que llevarla a la casa del campo.

Ambas cogieron a Andrea, Beatriz por los brazos y Patricia por los pies, sin que el taxista, muerto de miedo, pudiera hacer nada, la subieron al coche como si se tratase de un saco pesado, sin apenas cuidado con ella, las dos se subieron al coche y abandonaron aquel lugar de forma apresurada antes de que Andrea despertase de su estado.

Ignacio y Cayetana tenían todo listo, con una sonrisa en sus labios se disponían a abandonar la habitación que ocupo por más de 2 semanas desde el día de su boda, un estruendo alboroto los alertó fuera de la habitación y posteriormente la puerta de esta se abrió del golpe asustándolos por completo.

Samuel: ¡Patricia se acaba de llevar a Andrea!

Ignacio: ¿¡¡COMO QUE SE LA LLEVÓ!!?

Samuel: ¡¡Llama a la policía, rápido!!-las lágrimas de Cayetana se hicieron presentes al instante angustiada por la suerte de su hija, mientras Ignacio hablaba de forma alarmante con la policía, esta se abrazaba a su yerno con desconsuelo.

Ignacio:-colgó-¿¡Pero que demonios paso!? ¿¡Como se la pudieron llevar en tus narices!?-Samuel agachó la cabeza.

Samuel: insistió en tomarse un taxi, cuando estaba subiendo Patricia se bajó de un coche y se metió con ella en el taxi, intente frenar el taxi pero me fue imposible, intenté seguirlas pero lograron perderme...-resopló consternado pasando las manos por su pelo-¡¡MALDITA SEA!!

Cayetana: por dios mi niña-miró a su marido-Ignacio, nuestra hija-sollozó-está embarazada...-Samuel soltó un llanto consciente de aquello.

Ignacio: tenemos que ir a la delegación, no importa que tenga que remover la ciudad entera, encontraré a mi hija.

Aquel desayuno sentaba de maravilla, Flavio e Irina estaban en una terraza a pie de la torre Eiffel, el sol les acompañaba en aquel desayuno francés que Irina tanto había echado de menos, miraban a su alrededor con una sonrisa disfrutando aquel momento tan esperado.

Flavio: ahora entiendo porque esto te gustaba tanto-sonrió-se siente mucha tranquilidad.

Irina: ahora creo que me gusta más-tomó su mano-ahora que estás conmigo este momento está siendo maravilloso, tú y París sois la combinación perfecta para mi-él acarició su rostro con dulzura.

Flavio: aquí empieza una nueva vida llena de momentos maravillosos, pronto aprenderé el idioma y tengo un conocido de la carrera aquí en París, hablaré con él a ver qué puedo hacer.

Irina: siento haberte sacado de tu vida.

Flavio: no me arrepiento si con eso te tengo en mi vida-admiró la torre Eiffel-puedo acostumbrarme a esto rápido, estoy seguro.

ADORABLE TORMENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora