32. ¡¡QUE OCURRE AQUÍ!!

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Andrea: ¿me... me estás hablando en serio?

Samuel: te veo afectada por lo que paso con Patricia y no quiero que bajo ningún concepto nuestra relación cambie lo más mínimo.

Andrea: no me acostumbro a oírte decir nuestra relación, todavía resuena en mi cabeza.

Samuel: y no te acostumbres a que te lo diga mucho-sonrió-pero tenía que decírtelo porque me empiezo a dar cuenta de que me afecta verte mal.

Andrea:-se mordió el labio-¿de verdad?

Samuel: deberías de notármelo Andrea, eso es lo que no entiendo de ti, que te lo tenga que explicar todo cuando creo que se me ve...-agarró su rostro entre sus manos.

Andrea: sentí celos y me cegaron ¿vale? Y tengo miedo de que sientas algo por... por ella.

Samuel: ella no es nadie para mí, tú sin embargo lo cambiaste todo-acarició sus mejillas y ella sonrió enternecida, le estaba dejando ver que si era romántico.

Andrea: yo también te quiero Samuel... por eso me afecta todo de esta manera, disculpa.

Samuel: tranquila no tienes que disculparte, hoy no podrás venir conmigo ¿verdad?

Andrea: pues... no-soltó una carcajada disipando por completo aquella discrepancia entre ambos-no sabría que excusa ponerle, hoy Dalia no abre el bar.

Samuel: vaya... y yo que había comprado bridas-dijo con cara de pena.

Andrea: ¿bridas?-soltó una risa y tapó su boca-otro día las usamos-él se acercó y besó sus labios con ternura.

Samuel: hasta mañana.

Andrea: adiós.

A la mañana siguiente Irina se arrepentía de todos los trozos de pizza que había comido, había pasado mala noche y por encima sentía el estómago pesado, estaba sentada en el escritorio con una manzanilla entre las manos, su rostro era pálido y cansado, la puerta se abrió y un chico salió de la consulta de Flavio con una ligera cojera casi inexistente, dejó la manzanilla y entró a la consulta con la agenda.

Flavio: ¿te encuentras mejor?

Irina: no debí comer tanta pizza anoche-dijo arrepentida-pero tenías que verle la pinta y como sabía eso por dios, barbacoa...-hizo una mueca de dolor al recordar la consecuencia de su empacho y Flavio soltó una risa.

Había vuelto a ser el mismo hombre agradable de antes... a casi 5 meses de la muerte de Noemí las pesadillas habían disminuido, los remordimientos eran casuales y por fin reconocía haber hecho lo imposible por la que fue su mujer, pero el destino así lo quiso y ahora... Flavio llevaba una vida normal junto a sus amigos.

Flavio: puedes tomarte la mañana si lo necesitas, te ves muy mal.

Irina: ay no... ¿Cómo te voy dejar solo?

Flavio: puedo apañármelas.

Irina: no, que después te acostumbras a no necesitarme como secretaria y me echas a la calle.

Flavio: sabes que no haría eso, conocerte y que llegaras a mi consulta fue una de las cosas más alegres que me ha pasado-ella sonrió completamente derretida a sus encantos, de pronto él se extrañó de su comentario-¿viste el chico que salió?-cambió de tema.

Irina: si...-suspiró.

Flavio: estoy segura que tiene una lesión muy similar a la tuya, ¿viste? Apenas cojea comparado con la primera vez que vino.

Irina: Flavio...-le regañó por la insistencia.

Flavio: solo serán unas pruebas Irina, por fi, me gustaría ayudarte... consultaré con otros especialistas y no te operaré a menos que tenga la certeza del 100% de que quedarás bien.

ADORABLE TORMENTOOnde histórias criam vida. Descubra agora