ADORABLE TORMENTO

19. Solo para tí

Patricia miró hacia su madre y hacia Samuel que la miraba con cara de intriga, pensando en que le había dicho a Andrea para que saliese así de producción, ella asomó una larga sonrisa jocosa y se acercó a ellos.

Patricia: según Andrea todo marcha estupendamente-sonrió de forma hipócrita.

Beatriz: eso estábamos hablando, es una niña muy trabajadora-de pronto sonó su teléfono y se apartó para poder hablar.

Patricia: ¿y tú qué? Has pasado de llevarme a cenar y de hacerme tocar el cielo a ni siquiera mirarme-Samuel soltó una carcajada-me tienes muy desatendida.

Samuel: tranquilamente puedes buscarte a otro que sacie tus instintos, tranquila, no me pondré celoso.

Patricia: ya...-cogió su corbata-pero yo quiero que me los sacies tú-ella trató de besarle pero él se alejó tajante.

Samuel: chss, quieta, lo siento pero...-sonrió-no me interesas más Patricia.

Patricia: ¿perdón?

Samuel: mis ojos ya no apuntan a tu dirección, tengo otros objetivos.

Patricia: o sea, otras mujeres ¿no? Ojito con quien te enredas Samuel, te lo advierto.

Samuel: ¿tu advirtiéndome? ¿Te crees algo mío?-soltó una risa-olvídame será lo mejor para ti.

•

Andrea se pasó el día colocando las interminables telas que había en el almacén se había decantado por empezar desde el fondo hacía adelante, aprendiendo de la experiencia de ayer se tomó un pequeño descanso para comer y finalmente volvió a la dura tarea de colocar las telas del almacén para prácticamente hacérsele de noche en aquel lugar.

Andrea: tres días para colocar este desastre-murmuró enfadada-claro como ella nunca en la vida habrá tocado un trapo para limpiar lo ve todo así de fácil-se puso de puntillas para alcanzar un estante que estaba por encima de su altura-y sin escalera... que mala entraña la de esa tipa, se nota que no ha follado bien en su puñetera vida.

Samuel: no sabía que la palabra "follar" figuraba en tu vocabulario-Andrea se sobresaltó de forma que las telas que consiguiera alcanzar cayeran sobre su cabeza

Andrea: ¡Que susto me diste!-respiró agitadamente.

Samuel: puedo saber ¿Qué haces aquí y de quien estabas hablando?

Andrea: pues...-titubeó mirando hacia los lados-me dio por colocar el almacén ya sabes-Samuel apoyó la espalda en un estante.

Samuel: no juegues con mi inteligencia, dime la verdad fue Patricia esta mañana quien te ordenó colocar el almacén ¿verdad?-ella suspiró fuertemente-tonta tú que le haces caso.

Andrea: es la hija de la jefa y no quiero tener problemas con esa mujer, si se entera del juego que tengo contigo además de que te comento esto, me echaría a la calle-él se acercó a ella, Andrea retrocedió un par de pasos.

Samuel: no hay decisión en esta empresa que no se tome sin que la apruebe yo antes, deberías de saberlo-arrinconó el cuerpo de Andrea contra las estanterías-jamás te perdería de vista-tocó su rostro.

Andrea: no puedo pasar por alto sus amenazas, me advirtió que no me acercara a ti.

Samuel:-meneó la cabeza-¿y vas hacerle caso?-su mano se deslizó sobre su cuerpo y ella cerró los ojos extasiada por su tacto.

Andrea: no estaba en mis planes hacerle mucho caso la verdad.

Samuel: ¿planes?-ella abrió los ojos y admiró un peculiar brillo en los de él-¿y yo... estoy en esos planes?