ADORABLE TORMENTO

36. Objetivo cumplido

Tras haberse registrado y cambiado de ropa, dio un rodeo por el hotel hasta acabar en el bar junto a la piscina con una cerveza en la mano, miraba su móvil con continuidad tal vez esperando una llamada de Andrea, cogió su móvil pensativo tal vez debería llamarla él para decirle que había llegado, resopló en cuanto el sol se vio ensombrecido por una sombra que conocía a la perfección.

Patricia: tranquilo, tu aburrimiento ha terminado-se sentó sin permiso-que calor hace ¿verdad?-abrió levemente su pareo mostrando con sensualidad su cuerpo-¿no me traes nada de beber?

Samuel: ¿por qué no te lo traes tú?

Patricia: anda no seas grosero-suplicó con una inocente sonrisa-tráeme algo de tomar Samu...-pasó una mano por su brazo y él se apartó rápidamente.

Samuel: está bien, está bien... pesada, ahora te lo traigo.

Samuel se levantó de mala gana para ir a buscarle algo de beber a Patricia, mientras, ella se relamía los labios acomodándose en una de las sillas, si todo terminaba tal y como estaba empezando todo iba salir estupendamente, de pronto se percató de que el móvil de Samuel vibraba y sonrió ampliamente al ver en la pantalla el nombre de su némesis.

Patricia:-descolgó el teléfono-¡Ya contesto yo mi amor!-al otro lado de la línea Andrea frunció el ceño nada más escuchar aquella horripilante y aguda voz-¿Diga?-ella sonrió ante el silencio-¿Con quién hablo?

Andrea: soy Andrea-apretó los labios-quisiera hablar con Samuel-Beatriz se sentó en la mesa observando a su hija con el móvil de Samuel.

Patricia: ¿Qué crees? Ahora mismo estamos ocupados... ¡Mi amor tocan a la puerta debe ser el champán!-vociferó para el aire mientras ocultaba su risa, cómplice de su madre.

Andrea: ¿champán?

Patricia: veras Andrea... es que nos pillas en el jacuzzi, estoy desnuda y muy húmeda-de pronto la línea se cortó y Patricia soltó una larga carcajada, tras borrar la llamada de Andrea en el registro dejaba el móvil de Samuel en el mismo sitio de donde lo había cogido.

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En la empresa Andrea se encontraba catatónica ante aquella conversación, su cabeza se imaginaba miles de situaciones en las que Samuel se encontraba con Patricia dentro del jacuzzi, sintió dolor y decepción mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas de forma apresurada pensando en la posibilidad de que Samuel la estuviese engañando después de todo lo que habían vivido.

Miró el reloj y comprobó que aún no era hora de irse, pero no pudo evitar coger sus cosas para salir como alma que lleva el diablo, de camino a casa no pensaba en otra cosa que no fuese aquella conversación estaba completamente ciega por los celos y no veía más allá de estos, le urgía escuchar la voz de alguien sensato, llegó al vecindario y abrió la puerta de forma estrepitosa.

Dalia: ¡niña que susto!-Irina y Dalia soltaron una risa que se borró de sus rostros en cuanto vieron la triste cara de Andrea-¿Qué pasó?

Andrea: llamé a Samuel-se apresuró a sentarse mientras Dalia le servía un té-¡Me contestó esa bruja del demonio!-sus lágrimas descendieron.

Irina: ¿¡Que te dijo!?

Andrea: que los pillaba muy ocupados en el jacuzzi-dio un golpe en la mesa mientras sollozaba de la rabia-que estaba desnuda y...-puso cara de asco-¡...Dios que asco!

Dalia: ya tranquila Andrea, ha de ser una broma de esa tipa.

Andrea: ¿y por qué contesta ella al móvil de Samuel?

Irina: tal vez se trate de un error, ella se lo tuvo que haber quitado o algo, vuélvele a marcar y le comentas que Patricia contestó al teléfono.