Una noche más en la "Dalia negra" las mujeres bailaban sobre la barra con distintos tipos de música y daban un buen espectáculo para la gente, sin duda era el bar de la zona que más clientela tenía, pero esa noche Andrea estaba torpe, tras tres vasos rotos decidió tomarse un respiro.
Dalia: niña ¿Qué te pasa?-se sentó a su lado y Andrea suspiró.
Andrea: nada, Dalia... dame unos minutos y vuelvo a la barra, le dije a Roxana que me cubriera.
Dalia: te doy los minutos que quieras, es más... ve a casa si lo prefieres, pero antes cuéntame que es lo que te preocupa...
Andrea: es la hija de mi jefa-soltó en un suspiro-se cree la dueña del cotarro, manda sobre mí y mis diseños, hoy me enteré que hizo pasar uno de mis diseños ¡Como suyo!
Dalia: ¿perdona? ¿Cómo dices?-entreabrió la boca.
Andrea: me obliga a darle mis diseños antes de enseñárselos a su madre... concretamente se quedó con uno y al llevárselos a la señora Beatriz le dijo que era de ella...
Dalia: pero esa niña ¿Quién se cree?
Andrea: la dueña de la empresa, por fortuna el socio de la señora Beatriz es difícil de engañar-suspiró-fue él mismo quien me advirtió de que Patricia había hecho pasar por suyo un diseño mío... me dijo que por esta vez lo dejara pasar pero que se encargaría él mismo de que no volviese ocurrir...
Dalia: que buen hombre...
Andrea: ¿buen hombre? ¡Es un cretino!-dijo con ímpetu y Dalia soltó una risa-¡Un cerdo!
Dalia: Andrea, cielo-soltó otra risa-¿un cerdo?
Andrea: no deja de... de...-bajó la voz-acosarme, me pide que cene con él... hasta me abordó en una tienda de lencería y me dijo unas obscenidades que me sacaron veinte colores-Dalia soltó otra risotada-Dalia es en serio...
Dalia: quiero imaginar tu cara cuando te dice esas cosas.
Andrea: pues mi cara no es la mejor, obviamente, es que el muy idiota no para de provocarme, me olvido que es mi jefe y le contesto como un bicho...
Dalia: ¿y él qué hace?-endureció el rostro-a ver si te va despedir Andrea...
Andrea: ¿Despedirme?-soltó un gruñido-¡¡Le gusta!!-Dalia soltó otra risa-le encanta que le conteste mal, es más por eso me dirá todas esas obscenidades, para que le conteste.... Si me llama "pitbull"-se cruzó de brazos.
Dalia: con ese genio mi amor, normal-Andrea golpeó el brazo de Dalia y ella le devolvió una risa-pero cuéntame, ¿es guapo?
Andrea: bueno... del montón.
Dalia: ¿del montón?
Andrea: si... no sé, ni fu ni fa, ni blanco ni negro... ya sabes, normal
Dalia: ya... normal, anda, recoge tus cosas y vete a casa
Andrea: por hoy te haré caso... realmente estoy agotada.
Recogió sus cosas en los vestuarios, se ató el pelo con una coleta y tras esquivar a varios borrachos salió del bar rumbo a su casa, realmente se encontraba saturada de lo vivido durante aquella larga jornada de trabajo, pensaba en los 4 diseños que le había dado a Patricia esa tarde y sentía miedo de que nuevamente le fueran robados, tenía la esperanza de que Samuel finalmente impidiera que eso ocurriera nuevamente.
Llegó a su vecindario, y admiró cada una de las grietas que adornaba la entrada, caminó hasta las escaleras, allí encontró a Irina, frunció el ceño acercándose a ella viendo con nitidez como la joven lloraba sentada con la cabeza entre sus manos.
Andrea: amiga ¿Qué ocurre?
Irina: Andrea...-limpió sus lágrimas-¿Qué haces tan temprano?
Andrea: yo pregunté primero, ¿Qué te pasa?-se sentó a su lado y la abrazó.
Irina: ay amiga... echaron a mi padre del trabajo-sollozó-¿y ahora que haremos?-Andrea suspiró-está muy mayor para conseguir otro trabajo, nadie lo querrá en ninguna empresa...
Andrea: tranquila... algo se nos ocurrirá, ten calma-suspiró-¿no habrá sido un error?
Irina: esa procesadora hace tiempo que no va bien... y como era de esperarse hicieron recorte de personal, por lo menos le quedó una buena liquidación.
Andrea: tranquila, mira, mañana miraré algo en la empresa ¿sí? A ver si hubiese algún puesto para ti.
Irina: no, no-agachó la cabeza-¿Cómo crees que voy trabajar en una empresa de modelaje?
Andrea: ¿y por qué no?
Irina: ¿tú has visto a cojas trabajando en esos sitios? Dan mala imagen.
Andrea: ¡No digas chorradas! Que mala imagen ni que carajos... mirare que puedo hacer ¿Vale?-limpió sus lágrimas-ahora ve a dormir... mañana me das tu currículum y ya hablamos.
Irina: está bien, muchas gracias Andrea-abrazó a su amiga-eres un ángel.
Andrea: descansa.
Al día siguiente Andrea se levantó descansada, el venir temprano del bar le había servido de mucho, vio a su madre con la máquina de coser y con un cesto lleno de ropa, sonrió al verla ensimismada en su trabajo, pero se percató de que frotaba los ojos constantemente.
Andrea: deberías ir al oculista... fuerzas demasiado la vista.
Cayetana: ¿eres médico ahora?-su hija soltó una risa con un café en la mano.
Andrea: no, pero es un consejo-miró su reloj-me voy a trabajar, nos vemos a la noche-le dio un beso en la mejilla y salió de su casa corriendo.
Irina: ¡Andrea!-salió de su casa con un papel, Andrea la vio y se acercó-toma, mi currículum-suspiró.
Andrea: veré que puedo hacer ¿vale?-le dio un beso-a la noche hablamos.
Llegó al trabajo con su característica sonrisa, caminó por los pasillos saludando a todo el mundo de forma agradable, entró en su estudio y colgó sus cosas en el perchero, minutos después y cuando se disponía a empezar alguien llamó a la puerta.
Andrea: que no sea ni la bruja, ni el cretino por favor...-cogió aire-adelante.
Beatriz: buenos días-entró con una sonrisa y Andrea se levantó rápidamente.
Andrea: señora buenos días, siéntese por favor.
Beatriz: gracias Andrea, solo vine a felicitarte, esta mañana vi los diseños que Patricia me dejó sobre la mesa ayer, vi 2 diseños tuyos que me fascinaron-Andrea sonrió ampliamente-sabía que la espera merecería la pena-se los mostró-me gustaría que hicieras algo especial, no sé, algún traje de noche ¿crees que podrás? Me gustaría ver como se te dan esos diseños.
Andrea: por su puesto, me pondré hoy con ello, ¿Cómo va la colección?
Beatriz: estupendamente, obviamente faltan muchos más diseños, pero al menos ya tenemos para empezar a escoger las telas, de echo me dirigía allí para escoger las telas... ¿te gustaría venir?
Andrea: ¿yo?
Beatriz: si, Patricia todavía no llega y tu podrás dar tu opinión de que tela queda mejor para un vestido y cual mejor para otro.
Andrea: ¡Claro!
Ambas salieron del estudio de Andrea y caminaron hacia los ascensores, bajaron hasta la planta de producción, todavía había partes de la empresa que no había conocido y aquella era una de ellas, pudo admirar las miles de costureras confeccionando vestidos, admiró las miles de telas que envolvían aquel lugar, se encontraba como una niña en un parque de atracciones.
Entraron en un gran almacén, allí guardaban todas las telas necesarias para los diseños de la empresa, pasaron por varios pasillos antes de llegar junto a dos hombre, allí distinguió a Samuel, él sonrió ampliamente viendo a su juguete de los últimos días.
Samuel: buenos días.
Beatriz: como Patricia no estaba me traje a Andrea, espero que no te moleste.
Samuel: al contrario-soltó una risa-me encanta la idea-Andrea gruñó por lo bajo.
Beatriz: bueno vamos a ello.
•
De nuevo Flavio lidiaba con su mujer, de nada le valía que fueran las 10 de la mañana que de nuevo se encontraba bebiendo a morro por una botella de whisky, a toda costa se lo había evitado, pero no supo en que momento había salido de la habitación, cuando se despertó ya estaba borracha...
Flavio: Noemí ¡¡BASTA YA!!-le arrebató la botella y la estampó contra la pared haciéndola añicos.
Noemí: ¿¡¡QUE HICISTE!!?-completamente borracha se arrastraba a gatas hacia la botella, antes de que llegara a los cristales Flavio la cogió en brazos, ella pataleó con fuerza mientras que la sirvienta se horrorizaba-¡¡DEJAME!!-Flavio caminó con ella hacia la habitación.
Flavio: ¡¡Rosario!!-la sirvienta corrió a la habitación-abra el agua fría, por favor
Rosario: sí, señor-abrió la ducha dejando salir el agua fría y Flavio metió a su mujer dentro quien soltó un grito.
Noemí: ¡¡ESTA FRIA!!-sollozó-¡¡ERES MALO!!-los ojos de Flavio se aguaron evitando ver la escena, poco a poco Noemí se achicó a un lado de la ducha, temblando de frío mientras su rostro todavía presentaba una buena borrachera.
Rosario: señor, ya es suficiente.
Flavio: si... sécala bien y dale algo preventivo para el catarro, no se vaya a resfriar-suspiró con pesadez.
Noemí: te odio...-todavía arrastraba la lengua.
Flavio: me voy al trabajo... nos vemos a la tarde-trató de acercarse para darle un beso en la frente pero Noemí lo empujó aferrándose a Rosario, el suspiró con lágrimas en los ojos y salió de su casa.
No era de su agrado tener que bañar a su mujer con agua fría como si aquello fuese una sala de torturas, pero no encontraba otra forma de hacerla despertar de sus constantes borracheras, de nada servía el café, de nada servía vigilarla para que no bebiera, ella siempre se escaqueaba y encontraba la forma de agarrarse a una botella de whisky.
Tenía mil embrollos en la cabeza y para colmo su secretaria de confianza se marchaba, que iba hacer ahora, tanto su casa como su clínica empezaban a ponerse patas arriba, agarró el teléfono y marcó.
Flavio: Samuel... buenos días, ¿te pillo ocupado?
Samuel: que va, estaba escogiendo telas para la colección-puso una mano en el teléfono-es importante, dame un par de minutos-Beatriz afirmó, Andrea lo miró atentamente y mientras Beatriz daba un par de órdenes para cambiar unas telas de lugar, ella escuchó la conversación.
Flavio: no aguanto más de verdad...
Samuel: ¿Qué pasó?
Flavio: no sé cómo se las ingenia de verdad... esta mañana cuando me desperté ya estaba borracha... con una botella en la mano, ¿Qué pasa? ¿No puedo ni siquiera dormir?
Samuel: vaya eso sí que está fuerte... No hay manera con tu mujer-suspiró.
Flavio: y para colmo Dolores se va...
Samuel: ¿Cómo que tu secretaria se va?
Flavio: si la van a prejubilar, por eso te llamaba... como siempre estáis contratando gente a lo mejor no sé... conoces a alguien o incluso en recursos humanos tienes algún currículum, algo que me pueda facilitar encontrar una buena secretaria...
Samuel: si claro, en recursos humanos tenemos una lista de mujeres que optan a puestos de secretaria, siempre que se va alguna vamos tirando de ahí, te paso el listado en un rato, además te puede sorprender la de bellezas que hay en esa lista-Andrea puso los ojos en blanco a sus espaldas.
Flavio: sabes que eso no me interesa, solo quiero a una persona normal y corriente que lleve mi agenda...
Samuel: está bien, hombre casado-soltó una risa-quedamos así.
Flavio: perfecto, gracias Samuel... te debo una.
Samuel: ninguna, ya sabes, si necesitas cualquier otra cosa me dices, hasta luego-colgó y se giró para de pronto ver a Andrea a sus espaldas-¿escuchando conversaciones ajenas?
Andrea: no-miró a su alrededor-solo pasaba por aquí para tocar esta tela-cogió un trozo y comenzó a tocarlo, él soltó una risa y tiró un poco de la tela, se colocó detrás de ella, cerca de su oído.
Samuel: este color quedaría perfecto sobre tu cuerpo-ella respiró-acepta mi invitación a cenar-ella se giró quedando frente a él, Samuel pudo notar el nerviosismo en su respiración y no pudo evitar sonreír de forma picaresca.
Andrea: está bien...-Samuel sonrió incrédulo de haber conseguido aquella confirmación, ahí había algo más.
Samuel: ya te he dicho que soy más listo que el hambre-ligeramente la acorraló contra las estanterías-¿a cambio de qué?
Andrea: escuché que tu amigo no tiene secretaria...
Samuel: metiche-se mordió el labio.
Andrea: favor con favor se paga, es simple, tu convences a tu amigo para que contrate a una amiga mía y yo salgo contigo a cenar...-tragó saliva recordando las palabras de Patricia, pero su necesidad de ayudar a Irina era mayor-¿Qué me dices?
Samuel: ¿tienes el currículum de la chica?-Andrea afirmó-llévamelo después a mi despacho-sonrió-y de paso vienes con tu número de teléfono apuntadito-apartó su pelo de la cara, pudo notar el suave tacto de su piel-tenemos trato.
Andrea: perfecto-apartó sus manos de forma confusa y caminó con cierta calor en el cuerpo, aquel hombre empezaba a intimidarla de una forma demasiado curiosa.