¡Desafío al Corazón!

By Yaruzam05

41.2K 1K 23

> More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54
Capitulo 55
Capitulo 56
Capitulo 57
Capitulo 58
Capitulo 59
Capitulo 60
Capitulo 61
Capitulo 62
Capitulo 63
Capitulo 64
Capitulo 65
Capitulo 66
Capitulo 67
Capitulo 68
Capitulo 69
Capitulo 70
Capitulo 71
Capitulo 72
Capitulo 73
Capitulo 74
Capitulo 75
Capitulo 76
Capitulo 77
Capitulo 78
Capitulo 79
Capitulo 80
Capitulo 81
Capitulo 82
Capitulo 83
Capitulo 84
Capitulo 85
Capitulo 86
Capitulo 87
Capitulo 88
Capitulo 89
Capitulo 90
Capitulo 91
Capitulo 92
Capitulo 93 (Maratón #1)
Capitulo 94 (Maratón #2)
Capitulo 95 (Maratón #3)
Capitulo 96
Capitulo 97
Capitulo 98

Capitulo 99

707 18 18
By Yaruzam05

Holaaaaaaaaa* :vvv Ya se acerca la final :((( Espero que lo disfruten :DDD. Si te gusto regalame una estrella. ¡Thanks! :33 Comenten que les parecio!!

|| 1 año y medio más tarde ||

No he vuelto a verlo. Mi vida ha cambiado desde entonces. Joder, ¿pero el mundo es consiente? Todo lo peor cae sobre mí. ¿Qué coño pasa conmigo? ¿Por qué? ¿Tengo algún imán que atrae puras cosas malas? Porque es lo que pasa en mi vida. Otra vez esta situación. Soy capaz de levantarme todos los días a las siete de la mañana, soy capaz de estudiar durante nueve meses seguidos, soy capaz de sonreír por muchos problemas que me coman por dentro. ¿Por qué no voy a ser capaz de seguir adelante? Ahora, ahora que he llegado hasta aquí, que he superado tantas cosas. Te necesito. Necesito tu presencia a mi lado. Tus besos. Tus caricias. Tus palabras a cinco centímetros de mí. Es escuchar tu voz y empezar a sentir algo que recorre todo mi cuerpo en forma de escalofrío. No soy capaz de olvidarlo. Eso que os quede claro. Tampoco quiero olvidarlo. Me voy a quedar aquí, esperándolo. Como le prometí. Me da igual que ahora esté en la cima con todo lo que siempre soñó. Yo sabía que si él lo conseguía, tendría que sobrellevar esa vida. Fue lo que eligió. Él quería ser conocido y regalarle su música a miles de personas. El problema es que no son miles. Son millones. Estoy segura que habrá conocido a miles de chicas. Y podéis llamarme imbécil, idiota. Pero esperaré aquí por Nicola, lo que haga falta. Estoy segura de que si no ha podido contactar conmigo, es porque.... no lo sé. Tampoco quiero engañarme. Pero confío en él.

Llego a casa. Hoy ha sido un día agotador. Estoy trabajando en la empresa de Francesco. Fotografío a las modelos y de vez en cuando, también hago de modelo, así me puedo ganar un dinero extra para ayudar a mamá y a Rick. Se van a casar dentro de tres días. Estoy muy feliz por ellos. Pero no os voy a mentir. A veces sonrío por sonreír. Estoy harta de engañarme a mí misma. Los primeros días siempre nos llamábamos y contactábamos por ordenador. Ahora no puede conectarse, está todo el día haciendo conciertos, radios y esas cosas que suelen hacer los famosos. Y sobre el móvil... bueno, mi teléfono móvil se rompió, y conseguí otro. Un día lo llamé y me cogió su manager. “Hola, soy la novia de Nicola, ¿me podría pasar con él?” Y colgó. Seguro que pensó que era una de las tantas chicas que quieren casarse con él. Hoy, hace 1 año y medio justo, que no tengo noticias tuyas, y las únicas que llegan sólo son falsos rumores que no me interesan lo más mínimo. Me paso el día entero al lado del teléfono y del móvil, conectada al Messenger esperando una llamada, un mensaje que no llega. No paro de mirar el reloj. La espera se me está haciendo eterna. Tengo ganas de llorar, tengo ganas de verte, de olerte, de tocarte y de quererte como antes.

- ¡Angie! – gritó mamá.
- ¿Qué pasa? – corrí hasta la cocina.
- ¡Te están llamando por teléfono!
- ¡¿Quién?! - grito. Ella niega y me lo lanza.
- ¿Sí? – Y todo se derrumba, porque otra vez ocurre. No es él.
- Ah sí, dime Jaz.
- ¿Dónde estás tía? No respondes a tu móvil.
- Ya te dije el otro día que tuve que cambiar de línea.
- Ah joder, no me acordaba. – silencio. – Bueno, pues conéctate al ordenador, que te tengo que decir una cosa.
- ¿El qué?
- Conéctate.

Y colgó. Fruncí el ceño y colgué.

- ¿Quién era?
- Jazmín.
- ¿Qué pasó?
- No sé. – me elevo de hombros.
- Angie, ¿todo bien?
- Supongo. – digo curvando mis labios.
- Hace unos días que no estás comiendo nada. ¿Te crees que no me doy cuenta?
- Si como mamá. – bufo.

Ella me lanza una mirada de pocos amigos y luego me coloca el almuerzo.

A comer.
- No tengo hambre.
- A comer he dicho.
- Joder....
- Ni joder ni nada, a comer. Que te crees que soy tonta. Desde que ese chico se ha ido no comes nada y estás todo el día encerrada en tu habitación.
- No mamá, que ni se te ocurra hablar de Nicola.

Ella suspira y se sienta en la banqueta del frente. Yo suspiro y cierro los ojos un segundo clavando el tenedor en los espaguetis. Supongo que para ella esto también está resultando difícil. No creo que sea bonito ver a tu hija como pierde peso y se encierra en una habitación durante días y días y casi no hablas con ella porque básicamente no sale de allí. Porque es eso lo que me está pasando. Pero tampoco sé cómo llevar esta situación.

- Lo siento Angie. – suspira ella. – Lo siento si he sido muy... – la interrumpo.
- Da igual. – enredo unos cuantos espaguetis en mi tenedor y me los llevo a la boca. 9 segundos más tarde tomo un poco de agua. – Tienes razón.
- ¿No has vuelto a hablar con él? – yo simplemente niego con la cabeza y sigo comiendo.
- Antes lo vi en la tele. – murmuró.
- ¿Y qué decía? – pregunté curvando mis labios.
- No escuché muy bien, decía que iba a...
- ¡Ya estoy en casa!

...............................................................

|| Narra Nicola ||

El sol reflejado en varias partes de la habitación anuncia un día más. Un día relajado para unos. Atareado para otros, como yo. Estoy cansado. Le gruño a la almohada con fuerza, como si ella me pudiera ayudar a sentirme un poquito menos estresado. Luego bostezo y me quedo unos segundos en silencio. Pensando en todo. En cómo me ha cambiado la vida de repente. Boca abajo. Con los ojos cerrados. Anoche creo que me pasé con la bebida en esa fiesta de MTV. Me duele la cabeza, frunzo el ceño. Un pinchazo más fuerte. Lo ignoro. Debo pensar en otras cosas o si no me dolerá aún más. Pienso en ella. Sonrío. Un día que empieza cuando abro los ojos y sonrío porque sé que aunque no te tenga a mi lado, te tengo. Recuerdo. Se borra mi sonrisa. Me odio a mí mismo y no sé por qué. Me giro.

- Hola amor, ¿cómo amaneciste? – me susurra.

Me comienzo a poner nervioso. Pestañeo y me sobo los ojos.

- ¿Estás bien? – murmura de nuevo esta vez riendo.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto llevándome la mano a la cabeza.

La miro. Está despeinada y parece ser que no lleva nada encima. Se me dispara el corazón a una velocidad de la hostia. ¿Qué pasó anoche? No recuerdo nada. Frunzo el ceño de nuevo y hago fuerza con mi mandíbula, con suerte y todo me viene a la cabeza de golpe. No funciona. Ella sonríe pícaramente y se acerca a mí, tirándose literalmente a mi boca. Giro mi cara rápido y lo único que consigue es darme un beso en el cuello. Sin hacerle daño, me levanto y me cojo la bermuda que está en el suelo. Me la pongo y la miro. La apunto con el dedo y ella suelta una carcajada.

- Cuando te tomas unas copas eres más divertido.
- ¿Qué rayos hicimos anoche?
- No sé. – mira hacia el techo y se muerde el labio inferior mientras que se enreda en su dedo índice un mechón de su pelo.
- No me jodas, ¿lo hicimos o no?
- ¿Tú que crees? – dice riendo, luego se pone en pie y se acerca a mí. Desnuda joder. Completamente desnuda. Le doy la espalda.
- Vístete.
- Hoy hace mucho calor ¿no? – dice metiendo sus manos bajo mis hombros, luego acaricia mi abdomen. Retiro sus manos y doy dos pasos al frente.
- Vístete.
- ¿No te gusto o qué? Pues anoche no decías lo mismo.

Me giro de golpe y ella suelta otra carcajada.

- ¿Tú quieres que tu novia se enfade? – pregunta riendo.
- Eres una... – me interrumpe.
- Shhh. – carcajea de nuevo mientras lleva su dedo índice a mis labios. – No seas vulgar. A tus fans no les gustaría escucharte diciendo palabrotas.

Me deshago de su brazo con asco y entro en el baño dando un portazo. Esto no me puede estar pasando a mí. Ahora no. Aprieto mi mandíbula. Me miro en el espejo. Doy asco. Abro el grifo del lavamanos y formo una piscina en mis manos para luego estamparlas en mi cara con fuerza. Me quedo un rato con la cabeza hacia abajo, observando el marfil del lavamanos. Cierro los ojos. No me acuerdo de nada. Joder Nicola, piensa. Me llevo las manos a la cabeza y de repente me doy cuenta que estoy llorando. No le he podido hacer esto a Angie. A ella no. Lloro más. Me duele el pecho. El brazo izquierdo. Me llevo la mano derecha hasta el corazón por inercia y doy una calada de aire. Luego lo expulso con suavidad e intento relajarme. En ningún momento te has ido de mi mente. Me faltas tú. Lo más importante de todo, lo más imprescindible. No sé si te habrás olvidado de mí. O has encontrado a otro chico con el que te sientas bien. Pero nosotros hicimos un pacto, y ese pacto era esperarnos y no hacer nada que pudiera rompe....

- ¿Nicola? ¿Estás bien?
- ¡Te puedes ir! – gritó furioso y sin querer lanzó el bote de gel al suelo.
- ¡Eh! Relájate. No es mi culpa si ahora te duele la cabeza. No hubieras bebido tanto.

Gruño y le doy una patada a la puerta.

- ¡Que te largues!
- Vas a lamentar el trato que me estás dando Nicola, lo vas a lamentar.

Abro la puerta furioso y la veo justo en frente. Aprieto mi puño con fuerza y trago saliva conteniéndome. Noto mis ojos llorosos y mis mejillas rojas. Y todo por culpa de la rabia.

- ¿Qué? – me dice sonriendo.
- Desaparece.

Suelta una carcajada y se gira, volviendo a la cama. Se sienta en ella y se cruza de piernas. Seduciéndome. Mirándome. Y obviamente, no lo consigue. Coge el mando de la televisión y la enciende. Frunzo el ceño. ¿Qué demonios?

- Te estoy diciendo que te largues de aquí.
- No quiero. – susurra.
- Muy bien. – asiento. – Entonces llamaré a recepción y diré que una loca se ha colado en mi habitación.
- No te van a creer. – carcajea. – Eres Nicola Porcella, pero yo soy la modelo, Chantel Jeffries. Además, anoche reservaste la habitación para nosotros dos.

Corro hasta mi mesa de noche y cojo el teléfono móvil. ¿Qué hice qué? Frunzo el ceño. Está desbloqueado. La miro un segundo. Está mirando la tele mientras se enreda el dedo índice en su pelo sonriendo mientras entusiasmada busca algún canal. Miro de nuevo mi móvil. 34 llamadas perdidas. 23 mensajes.

“¿Nicola? ¿Qué has hecho?” – Rafa.
“ ¿Qué hiciste anoche, Nicola?” – Yaco.
“Bro, te felicito. Te has tirado a la modelo más deseada de NY.” – Chris.
“Justin, tengo que hablar contigo. No sé qué has hecho pero nadie para de hablar de cosas extrañas. Esto no es bueno para tu carrera.” – Scooter.
Me falla el pulso y la respiración. Me acerco a ella y le tiro el móvil en las manos.
- ¿Chantel, se puede saber qué coño has hech...
La tele me contesta.

“En 2011 un ejecutivo de la industria de la música llamado Scooter Braun descubrió a Justin cuando lo vio accidentalmente en unos vídeos en YouTube en un concierto que había dado el joven de Canadá. Tiempo después se convirtió en su mànager. Braun reunió al joven cantante con Usher en Atlanta, Georgia, donde firmó un contrato musical con Raymond Braun Media Group y un contrato de grabación con la discográfica Island Records ofrecido por L.A. Reid. Hoy ha salido a la luz cuatro fotos del joven cantante con la tan deseada modelo Chantel Jeffries. No sabemos de dónde han salido dichas fotografías, lo único que sabemos es que en ellas, la pareja sale bastante cariñosa. ¿Estarán Nicola Porcella y Chantel Jeffries viviendo una historia de amor?”

NO me da tiempo de pensar. Sólo la escucho gritándome cosas sin sentido mientras yo corro escaleras abajo y me echo a correr sin destino fijo. Los coches me pitan con sus bocinas y la gente me persigue. Yo sólo quiero huir de todo. Scooter me lo dijo. “La gente te querrá hacer daño Nicola, tendrás que aprender a manejarte en este mundo”. Lo siento tío, no me pidas que entienda esto. Le prometí a Angie que la iba a respetar. ¿Y qué hago yo? Voy, y la cago. Lo peor es que ya se habrá enterado, Y si ya de por sí, no me cogía el teléfono, ahora no me querrá ni tener en su cabeza ni por equivocación. Un poco más de daño. Ya he perdido la cuenta, no sé quién va ganando. Le doy una patada a una piedra y esta sale disparada a no sé dónde. Se me cae una lágrima. La borro con mi puño y sigo caminando rápido mientras ignoro a todas mis fans, que corren detrás de mí. Ellas no tienen la culpa. Pero yo ahora mismo no estoy bien. Gatita, últimamente siento unas ganas increíbles de sentirte a mi lado, de besarte como ni nunca lo hubiera hecho y abrazarte hasta dejarte sin aliento. Estoy necesitándote de una forma... inhumana. No es normal. Ahora sí que la distancia está empezando a afectarme, y me es inevitable extrañarte tanto. Falta mucho para cumplir mis grandes sueños a tu lado, pero mira hasta donde he llegado, no dudo de conseguir todos mis deseos junto a ti también. Perdóname. Por favor. No me importa cuál sea el precio, elijo estar contigo hoy y siempre. Te lo prometí un día, ¿Lo recuerdas? Elijo nuestro amor por sobre todas las cosas. Recuerdo la noticia. Rabia. Otra vez la rabia. Necesito perderme. Echo a correr.

- ¡Nicola! ¡¡Nicola!! – escucho a mis fans. Gritos tras de mí. - ¡¡No!! ¡¡Cuidado!!

La rabia se transforma en pena y tú no estás para consolarme. Ni siquiera querrás estarlo. Y todo se consume en una décima de segundo. Me duele el corazón. Y ahora sí que me siento perdido.

.....................................................

TIC, TAC, TIC, TAC. No sé qué está pasando. Me siento raro. Vacío. TIC, TAC. Me duele la cabeza. El cuerpo. Los pies. TIC TAC. Escucho voces, pero todo lo escucho lejano. Oscuridad. Dolor. Lejanía. Un pitido. Alguien que grita. Abro los ojos con pesadez. 

- ¡Nicola! – grita y yo cierro los ojos de nuevo. ¡Doctor! ¡¡Doctor!! – grita una chica. Abro los ojos de nuevo.
- ¡¿Despertó’!

¿Quién es ella? ¿Por qué está llorando? Me duele el pecho. Cierro los ojos de nuevo. Un hombre me toda por todas partes y una enfermera me revisa las pupilas. Joder, que me pasa, me siento hecho polvo. ¿Qué hago aquí? No me gusta el sonido que hace ese aparato. 

- ¿Nicola? – me dice el hombre. Yo quiero responderle, pero es que no tengo fuerzas y los ojos se me vuelven a cerrar. – Nicola, ¿Me escuchas?

Te escucho. Muevo la mano y abro los ojos de nuevo lentamente. Miro a ese hombre, sus labios se curvan mostrando una pequeña sonrisa. Le miro confundido.

- ¿Qué hago aquí? – balbuceo con dificultad.
- Has tenido un accidente. – susurra esta vez él.

De repente veo gente entrar por la puerta, gente preocupada. Y esa chica que no me deja de mirar mientras llora. Giro mi cabeza como puedo. Me suena. ¿Por qué está llorando? Un pinchazo en el corazón. Otra vez el sonido de esa máquina. Cierro los ojos.

- Abandonen las sala por favor, Nicola necesita descansar.
- Pero... ¿cómo está mi hijo?

Mamá. Está llorando. Tengo ganas de gritarle que me encuentro mejor. Ahora no lo veo tan oscuro todo. Que hostia me han dado. Y yo que me quejaba cuando me caía de la moto. Sonrío. Aunque no creo que nadie lo note. Extraño mi moto. Quiero volver a Atlanta. Quiero unas vacaciones. Quiero verla.

- Nicola...

Otra vez la voz de esa chica.

- Nicola, lo siento. Yo no quería hacerte daño. Entre tú y yo... no pasó nada. Te emborraché, te quité la camisa y yo me quité la mía. Saqué esas fotos besándote y las envié. Estabas dormido. No pasó nada. No sé si me estás escuchando pero... soy una mierda. Sólo quería que la gente me reconociera, y tú.... no lo sé, pensé que tú eras la persona indicada para esto. Ya hable con los medios diciendo que entre tu y yo no había pasado nada. Todos lo saben. Ella también lo sabe. Sé que todo esto te preocupa por ella. Pero estoy segura que Angie ya sabe que entre tú y yo no pasó nada. Joder, yo no quería. No quería que pasara toda esta mierda. Lo siento de verdad. Yo no quería.
Chantel. Ya la recuerdo. No pasó nada entre ella y yo. Me siento mejor. Mucho mejor. Le aprieto la mano. Sé que se ha portado como una zorra conmigo, pero...

- ¿Me estás escuchando? – susurra entre lágrimas. Vuelvo a apretarle la mano.
- Lo siento.

Continue Reading