*Alice POV*
Siempre sentí la necesidad de prepararme para una guerra. Tal vez sea porque nací durante la Gran Guerra Mágica o porque perdí a mis padres en ella. Lo único que siempre tuve claro es que necesitaba prepararme por si ocurría de nuevo y por eso leí todos los libros que encontré sobre la guerra, sobre supervivencia y todo lo relacionado a ambas cosas. Durante años creí que tenía el conocimiento y las habilidades suficientes para manejarme en un entorno sumido en la guerra pero desde la muerte de Dumbledore descubrí que la teoría es muy diferente a la práctica.
Nuestro vecindario sigue siendo seguro, o tan seguro como puede ser cuando vives en una guerra. Mi abuela insiste en que es cuestión de tiempo, que todo va a empeorar. Y, bajo esa línea de pensamiento, todas las noches me da instrucciones sobre lo que debo hacer si nos separamos y me quedo sola. Estoy obligada a dormir con ropa y zapatillas, por si debemos escapar a mitad de la noche; y mi varita descansa debajo de mi almohada, donde mi mano la toca todo el tiempo. Hay un falsoscopio en mi mesa de luz. La jaula de Pardalis está siempre abierta, para un escape más rápido.
Al lado de mi cama descansa una mochila con un encantamiento expansible en su interior. En ella tengo: una carpa, linternas, chascos de los gemelos Weasley, sogas, ropa, libros con hechizos útiles, varios mapas del mundo muggle y mágico, una radio, dinero mágico y muggle; y otras cosas necesarias para sobrevivir. Tengo órdenes estrictas de tenerla siempre cerca y desaparecer con Jules en caso de una redada o un ataque. Jules tiene la orden de mantener siempre tres mochilas extras llenas de comida.
Bajo a desayunar y mi lechuza me sigue escaleras abajo. Saludo a Jules y me sirvo una taza de café al mismo tiempo que mi abuela aparece por la puerta de la cocina.
-Hola Nana.
-¿Cómo estás querida? ¿Dormiste?- me pregunta, al mismo tiempo que deposita un beso en mi sien. Ya no decimos "buenos días" o "dormiste bien". Hace meses que nada es bueno.
Jules nos sirve el desayuno cuando nos sentamos en la mesa y ambas le agradecemos. Se sienta en la mesa con nosotras y las tres juntas comemos, mientras Camelopardalis se apoya en el respaldo de mi silla. Está molesta, pues hace semanas que no sale de la casa, pero creo que entiende lo que está pasando y está haciendo lo que puede por comportarse.
Nuestra casa está rodeada de muggles, lo que la convierte en un lugar peligroso. Nana se niega a irse y la entiendo completamente. No tenemos otro lugar donde escondernos, ser precavidas es todo lo que nos queda. Mis amigos están a salvo por el momento. O tan a salvo como se puede estar en medio de una guerra. Nana dice que es solo hasta que Voldemort tome el poder en el Ministerio, entonces la frase "a salvo" dejará de existir. Pienso en todos los que perdieron a alguien es este tiempo y se me hiela la sangre, sobre todo cuando sé que los números subirán con el paso de los días.
Pienso mucho en Draco. También pienso mucho en Hogwarts. Realmente lamento no poder asistir a mi séptimo año, pero no estaba en los planes de mi abuela que volviera. Le dije que iba a ser un lugar seguro y me respondió que no tenía idea de cómo eran las guerras. Tuve que darle la razón. Me habría gustado terminar mi año escolar, completar mis estudios. Pero los Tiempos Oscuros no esperan a nadie.
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He aquí el prólogo de la segunda temporada. Los capítulos van a tener que esperar a que termine de rendir los finales, que son la semana que viene. Muchas gracias por el apoyo que le mostraron a la primer temporada, no puedo esperar a que aprendan más sobre Alice :D
Espero que les guste, gracias por leer :)