Intercambio de Casa {Completa}

Capítulo 2: Nuevos Planes

 *No One POV*

Mientras Jules preparaba el desayuno, Ali revisaba su mochila en busca de mapas. Intentaba recordar todo lo que su abuela le había enseñado y, ahora que los Mortífagos iban detrás de ella, debía ser extremadamente cuidadosa. Su mano rozó la punta de algo filoso y la retiró en un instante al sentir la punzada de dolor. Genial, ahora el dedo le sangraba. Buscó enojada el objeto que la había lastimado y sus ojos se abrieron con sorpresa: era la insignia que te daban cuando te hacían capitán de Quidditch.

No puedes vivir escondiéndote, Alice.

La chica sacudió la cabeza. No. No era el momento de pensar en esas cosas. Dejó la insignia en la mesa y finalmente sacó los mapas de la mochila. Los estiró y estudió, planeando el siguiente paso que su elfina y ella tendrían que dar. Sin embargo, sus ojos se seguían desviando al pequeño objeto con los colores de su casa. Había llegado junto con la lista de libros, antes del comienzo de sexto año. Y su abuela había puesto el grito en el cielo.

-¿No te dije que mantuvieras un perfil bajo? ¿No fue esa la única cosa que te pedí cuando me suplicaste entrar al equipo?

Alice no contestó, porque aún no podría creerlo. La habían nombrado capitana del equipo de Quidditch.

-No lo entiendo.- dijo en un susurro y ganándose la mirada de su abuela- Solo juego en mis partidos, falté a los dos partidos más importantes el año pasado y no asistí a ningún partido de las otras casas. ¿Porqué me elegirían capitana? No tiene sentido.

Ali parpadeó varias veces y suspiró. No tenía sentido recordar el pasado. Su abuela ya no estaba. Su casa ya no estaba. ¿De qué servía rememorar como su nana la había obligado a renunciar al puesto? Cosa que había hecho, claro que sí, el mismo 1 de Septiembre.

 -¿Señor director?

Dumbledore alzó la mirada del pergamino que estaba leyendo y le indicó a Ali que podía pasar. El profesor Flitwick la había escoltado hasta la oficina de Dumbledore y había pedido una reunión en su nombre, cosa que el anciano director aceptó de inmediato.

-Señorita Moon. ¿Pasó algo?

-Señor, yo... No puedo aceptar el puesto de capitana.

-Oh. ¿Puedo saber porqué?

La mirada del director se clavó en la chica. Ali se acomodó sus lentes y suspiró para calmarse.

-Mi abuela cree que es demasiada exposición. Y, tendiendo en cuenta los últimos acontecimientos...

-Ya veo. Asumo que la señora Classidy no está feliz con tus recientes hazañas, ¿verdad?

Ali arrugó la nariz y se removió un poco en el asiento frente al director.

-Yo no las llamaría hazañas, señor. Pero sí, no está nada complacida con la forma en la que utilice mi magia ni con el encuentro que tuvo lugar en el Atrio, director.

-Es lógico- dijo Dumbledore, apoyando su barbilla en la punta de sus dedos mientras pensaba.- Lamento la situación que está viviendo, señorita Moon, de verdad que sí. Y espero que recuerde que mi puerta siempre está abierta si necesita hablar de lo que pasó en el Ministerio o de cualquier otra cosa.

-Gracias, señor, lo tendré en cuenta.

-Buscaré un reemplazo digno para el puesto, pero me gustaría que conserves la insignia.- ante la mirada confundida de la chica, añadió- todos los capitanes las conservan luego de retirarse y es lo justo que puedas quedarte con la tuya. Tal vez le encuentres un significado más profundo que solo dirigir un equipo de Quidditch.

Alice solo pudo asentir con la cabeza, profundamente conmovida y agradecida. Dumbledore entendió el gesto.

-Antes de que te retires, me tomaré la libertad de recordarte las palabras que te dije en nuestra primera charla. No puedes vivir escondiéndote, Alice. Moon o Classidy, Slytherin o Ravenclaw, capitana o jugadora; la vida que llevas no es vida para una joven.

-Soy plenamente consciente de ello, señor.- dijo Ali despacio, apretando la insignia que tenía en su mano para resistir la urgencia de acariciar el círculo negro que adornaba su muñeca.- Pero es la única forma en la que se vivir y es la única vida que conoceré hasta que el Innombrable me encuentre o sea derrotado.

Dumbledore no dijo nada más. El cielo estaba totalmente oscuro afuera y el toque de queda entraría en funcionamiento en cualquier momento. Ali comenzaba a tener sueño y se preguntaba porqué demonios había ido a hablar con el director apenas había terminado el banquete.

-Gracias por escucharme y por su consideración, señor. Me retiro a mi sala ahora, le deseo buenas noches.

-Buenas noches, Alice.

Y así como así, al día siguiente John era el nuevo capitán del equipo de Quidditch y Ali escondió su insignia en lo más profundo de su baúl. Cerró los ojos intentando volver a concentrarse. Cuando los abrió, frente a ella se encontraba una gran taza de café, algunos panes con mermelada, un gran vaso de jugo de naranja y ningún rastro de la insignia. Ali le sonrió a Jules cuando la elfina se paró en un banco a su lado para poder observar los mapas. Agradecía a Merlín que la criatura la conociera tan bien como para esconder aquel objeto pequeño y lleno de recuerdos. Tomó un sorbo de café y sacó su varita, lista para marcar los lugares seguros en los mapas.

Lejos de Ali y sus recuerdos, Draco Malfoy se paseaba por su habitación. Claro que podía estar lejos de la chica, pero todos sus pensamientos iban dirigidos a ella. ¿Estaba bien? ¿Sabía que su abuela había muerto? ¿Se sentía abandonada ahora que no tenía miembros familiares vivos? Por supuesto que tenía a la elfina, pero Draco estaba seguro de que no era lo mismo. ¿Porqué los Mortífagos habían ido en su busca? ¿Porqué la seguían buscando? ¿Qué tenía que ver Ali en la guerra? ¿Era porque había elegido el bando de Potter? Oh, por Salazar, ¿iban a matar a Alice? El solo pensamiento le provocaba náuseas. 

Observó una vez más el libro que se había robado de la biblioteca de su casa, el cual había estado abierto en la misma página durante los últimos meses. Releyó la información por millonésima vez, seguro de que estaba obviando un detalle importante. ¿Quizás había otro volumen? ¿Su madre sospecharía algo si pedía información que no aparecía en el Gran Libro de Linajes de Magia Pura? Pasó un dedo por el título de la página: Lucille Elizabeth Moon. No, que la madre de Ali apareciera no era extraño. ¿Que el nombre de Alice no estuviese en la página que le seguía? ¿Que Eric Classidy no estuviese en ninguna parte del libro y que había un par de hojas arrancadas donde debería estar escrito su nombre?  Eso sí era extraño.

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Los recuerdos van a aparecer en cursiva y son mi forma de explicar lo que pasó en el sexto año de nuestros protagonistas. La segunda temporada está más centrada en el séptimo libro, así que es la mejor forma de introducir lo que necesito introducir. Espero que no hayan quedado muy confusos :/

Espero que les guste, gracias por leer :)