Intercambio de Casa {Completa}

Capítulo 16: Navidad

*No One POV*

Lo primero que vio Draco Malfoy al levantarse fue la gran pila de regalos en la punta de su cama. Sin embargo, a pesar de ser Navidad, los pasó por alto. Su mente intentaba recordar de donde le resultaba conocido el apellido Classidy. Decidió cambiarse y desayunar, tal vez Alice le diría algo o podría mencionarlo en la conversación.

Una vez en el Gran Salón, Draco se llevó una gran sorpresa. Las mesas habían vuelto y todos estaban sentados en ellas, con algunos de sus familiares. La mesa de Ravenclaw, sin embargo, solo estaba ocupada por Alice y uno de sus libros.  Malfoy estaba por dirigirse con ella cuando la voz de su madre le llamó la atención.

-¡Draco!

-¿Madre?

Narcissa Malfoy se encontraba sentada en la mesa de Slytherin, un enorme regalo a su lado. Se levantó para abrazar a su hijo.

-Feliz Navidad.- le dijo, con una sonrisa.

-Feliz Navidad, madre. ¿Qué haces aquí? No quiero ser descortés pero...

-Tu última carta nos dejó preocupados a tu padre y a mi, sobre todo por la tan inusual petición. Hemos decidido que fuera yo la que te visitara, así podía darte el regalo en persona, comprobar que estuvieras bien y preguntarte porque la extraña decisión de quedarte en el castillo durante las fiestas. He de admitir que me ha impresionado que quisieras quedarte aquí.

Draco desvió la mirada a la mesa de Ravenclaw, donde Alice desayunaba sola.

-¿Y bien?

-¿Qué?

-¿Porqué te quedaste en el castillo?

-Ah, eso. Bueno, yo, eh...

-¡Ali!

Draco dejó de hablar al escuchar el nombre de la chica. Amanda, de Hufflepuff, llamaba a Moon, quien se había levantado de su mesa. Alice sonrió un poco y se acercó a la mesa de los tejones, donde la familia de Amanda le deseó una feliz navidad. Cuando se estaba alejando, su mirada cruzó con la de Draco.

-Oh, entiendo.

El rubio miró a su madre, confundido.

-No es un qué, es un quién. 

-Madre.- dijo Draco, escandalizado.

Narcissa rió.

-Vamos, si es la razón por la que te quedaste en el castillo debo conocerla.

Draco empezó a negarse, pero se cayó al notar la mirada de su madre. Tomó una gran bocanada de aire y lo soltó despacio.

-¡Alice!

La chica se dio vuelta, sorprendida. Su mirada vaciló entre terminar de cruzar la puerta y salir del Gran Salón o dirigirse hacia Draco. Sin poder pensarlo demasiado, su mano se alejó lentamente de la gran puerta mientras se daba vuelta para acercarse al rubio.

-Alice, ella es mi madre, Narcissa Malfoy. Madre, ella es Alice Moon, de Ravenclaw.

Hubo un pequeño silencio, en el cual el rubio se ponía mas y mas nervioso.

-Así que esta es la adorable señorita que pasó un mes en Slytherin bajo tu cuidado, ¿no? Espero que Draco se haya comportado.

Alice sonrió. Draco notó inmediatamente que tenía los ojos un poco rojos, como si hubiera estado llorando. Una sonrisa triste se posó en la boca del rubio. 

-Es un honor conocerla, señora Malfoy. El linaje de su casa aparece frecuentemente en mis libros.- dijo Alice, con una sonrisa y haciendo una pequeña reverencia.- Draco me ha enseñado mucho sobre Slytherin y se ha comportado estupendamente.

-Vaya, una señorita con clase y elegancia. ¿Te gustaría acompañarnos en la cena? Estoy segura de que podemos salir del castillo y conocernos con mayor profundidad. ¿Qué opinas? 

Moon miró sorprendida a los Malfoy. Tras lo que pareció una eternidad para Draco, la chica sonrió y asintió.

-Será un placer. Estaré esperando con ansias la cena. Draco conoce a mi elfina, ella puede informarme la hora de reunión, el lugar y la etiqueta requerida.

-Estupendo. Te veremos esta noche, querida.

-Por supuesto. Con su permiso me retiro.

Alice hizo otra pequeña reverencia y desapareció detrás de las grandes puertas. Mientras tanto, Draco siguió a su madre hacia el vestíbulo luego de que esta tomara el regalo que le había llevado.

-He de decirte, Draco, que tus cartas no le hacen justicia a la señorita Moon. Es mucho mas educada, bella y atenta de como la describiste. Hacía años que no conocía a una muchacha con conocimientos en reglas de etiqueta. No una que los aplicara a situaciones informales, al menos. 

-¿A qué te refieres?

-¿Sabes su estatus de sangre?

-Puro. ¿Qué tiene que ver con todo esto?

Narcissa asintió, pensativa.

-¿Notaste como esperó a que yo hablara primero al presentarnos? ¿Cómo elogió nuestra casa? ¿La reverencia luego de hacerlo y como jamás dejó de mirarme a los ojos? No se negó cuando la llamaste, aunque podría haberlo hecho, así como tampoco a mi invitación.

-Madre, no entiendo.

-¿Recuerdas esas aburridas clases que tuviste cuando eras pequeño? ¿Aquellas qué indicaban que la persona con el linaje mas antiguo habla primero cuando dos personas se presentan, qué siempre se debe elogiar a la casa familiar, hacer una reverencia para mostrar respeto, no rechazar invitaciones de linajes superiores y siempre excusarte cuando te retiras de la conversación?

-Vagamente. ¿Crees que Alice las haya recibido?

-Por supuesto. Sus padres le han dado una excelente educación, no me sorprende que sea de Ravenclaw. Aunque sería una gran Slytherin, si tus cartas dicen la verdad.

-Lo comprobaras tu misma esta noche, diga lo que diga.

-Lo haré. Aún así, si quieres casarte con ella en el futuro no me opondré. Y dudo que tu padre presente alguna queja. Sangre pura, elegante, educada, inteligente y con un gran sentido de la lógica. Sí, su sangre y tu sangre serían una perfecta combinación. 

-¡Madre! ¿No te parece algo pronto todo esto? 

-Tal vez, pero sé que te gusta, lo noto en tus ojos. Considera la cena de esta noche como su primera cita. Y, dicho esto, abrígate.

-¿Para qué?

-¿Cómo qué para qué? Para comprarte un traje nuevo, claro está. Y nunca está de más regalar una bella joya. Debemos...

Draco siguió a su madre hacia la sala común, intentando dejar de escuchar sus palabras. No iba a decirlo en voz alta y darle más razones a su madre para planear una boda, pero estaba realmente emocionado por cenar con Alice.

-Draco Lucius Malfoy, apúrate. También debemos comprar un vestido para mí, pues no planeaba quedarme hasta la noche. Debemos enviar una carta a tu padre para informarle que he conocido a tu posible futura esposa, con lujo de detalles. ¿Tienes tu lechuza?

Draco sonrió. Le gustaba esa nueva faceta de su madre, aunque no estaba seguro de cuanto tiempo podría aguantarla.

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Perdón por la super demora, la facultad me está matando. Espero que les guste, gracias por leer :)