Epílogo

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*No One POV*

Alice llegó a su casa sin inconvenientes por el camino. Dejó su baúl en el pie de la escalera y liberó a Pardalis para que volara a su cuarto. Colgó su abrigo en el gancho junto a la puerta y se dirigió a la cocina de la casa, donde su abuela estaba cocinando.

-Hola, nana.- dijo, mientras se apoyaba en el marco de la puerta y se cruzaba de brazos.

-Hola querida. ¿Qué tal si entras, comes algo y me cuentas de tus últimos meses en Hogwarts y de la estúpida idea de acompañar a Potter a buscar al Innombrable?

-¿Lo leíste en los diarios?- preguntó Alice, con tono desganado, mientras se sentaba en la mesa.

-No, me enviaron una lechuza desde el colegio avisándome que estabas en la enfermería. Si tu sangre no estuviera relacionada con la magia negra, ahora estarías muerta. ¿Te das cuenta de eso Alice? ¿Entiendes el peligro en el que te metiste?

-Abuela...

-Aún no comprendo cómo el Señor Tenebroso te dejó vivir. Querían enviarte a San Mungo, ¿lo sabías? ¿Qué crees que habrían hecho cuando los medimagos descubrieran tu pequeña marca?

Alice se mordió el labio inferior. La habrían entregado en custodia a los Aurors, y eso si eran leves con ella.

-No creo que quisiera matarme. No sabía que Eric había muerto y estaba bastante enojado por que le hubieran omitido ese detalle.- dijo la Ravenclaw en voz baja.- Bellatrix, por otro lado, habría estado complacida de llevarle mi cadáver.

-¿No sabía que tu padre estaba muerto?-preguntó su abuela, la incredulidad bañando su voz. Ali negó con la cabeza.

Un plato de papas apareció frente a Alice y a su lado su abuela colocó un plato de pollo frito.

-16 años, Alice. Llevamos 16 años protegidas y ahora todo está en riesgo. ¿En qué pensabas? Primero salir con Malfoy, luego juntarte con Potter y su séquito, hacerte amiga de Longbottom, desafiar a un miembro del Ministerio de la Magia, aprender magia a escondidas, buscar al Innombrable en el Ministerio y pelearte con sus Mortífagos. ¿Me olvidé de algo?

Si Ali pensó en decirle que había hechizado a Marietta con magia negra, se lo guardó. Sin embrago, inspiró y juntó todo su valor antes de hablar.

-Ya no quiero mentir.- dijo Moon, mirando los platos en la mesa sin verlos realmente. Lo había meditado desde su charla con Dumbledore, durante el viaje en tren y estaba segura de que era la decisión correcta. Su abuela soltó una risa sarcástica y corta, muy parecida a un bufido.

-No seas ridícula.

-Lo digo en serio, abuela. No quiero seguir con todas las mentiras.

-Vaya, sobrevives a un ataque del Innombrable y ya crees saberlo todo. Responde esto, chica lista: ¿Cómo vas a explicar lo que realmente pasó con tu padre? ¿O la marca en tu muñeca? ¿Crees que todos te querrán después de saber eso? La vida no es un musical, Alice. Piensa en lo que dirán Potter y sus amigos. Piensa en tus amistades en Ravenclaw.- su voz bajó peligrosamente hasta convertirse en un susurro algo amenazador- Piensa en lo que dirá Malfoy.

-Ellos me quieren por quien soy, me lo han demostrado más de una vez. Y Draco...- respondió la chica, desafiando a su abuela con la mirada. La mujer dejó una jarra con jugo en la mesa y miró a Ali directamente a los ojos.

-Oh, claro que te quieren. Pero, ¿saben lo que en verdad pasó? ¿Lo saben tus amigas? ¿Sabe tu querido Draco lo que hiciste?- dijo en un tono suave y Ali palideció.- No, omitiste ese pequeño detalle y les contaste aquella historia que tu abuelo y yo inventamos.

-¿Cómo supiste...?

-Te conozco, Alice. Te pones vulnerable en su aniversario y supuse que tanto tus amigas como Draco te apoyarían en un momento difícil. Era obvio que le ibas a decir en algún momento.

Un silencio extraño se posó en el lugar. Los ojos se Ali se habían llenado de lágrimas y estaba haciendo su mejor esfuerzo para contenerlas.

-Yo... yo creo que si les contara la verdad... ellos entenderían y...

-No lo harán.

Alice dejó caer su cabeza entre sus brazos, derrotada. Su abuela se acercó a ella y le puso una mano en el hombro.

-¿Quieres conservarlos? Sigue con la mentira y olvídate de esta estupidez. Es lo más seguro para todos. ¿No dices siempre que eres una Moon y no una Classidy?

-Soy una Moon.- dijo la chica entre dientes. Su abuela la hizo levantarse y le agarró la cara suavemente con una mano, obligándola a mirarla a los ojos.

-Empieza a actuar como una entonces. Demuéstrame que eres digna del apellido.

Alice inspiró hondo. Tras unos segundos, soltó el aire acumulado y asintió despacio. Su abuela sonrió y la abrazó.

-¿Me culpas por lo que pasó?

La señora Classidy soltó el abrazó para mirar a su nieta a los ojos, amor y compasión reflejados en ellos.

-Claro que no, Li. Jamás pienses que esto fue tu culpa porque tu abuelo no pensaba así y yo tampoco lo hago.- dijo y acomodó un mechón de pelo suelto detrás de la oreja de Alice.- Ningún niño debería estar obligado a hacer lo que tu hiciste. Eres muy valiente, ¿lo sabes? Si no fueras tan inteligente, definitivamente serías una Gryffindor. 

Alice sonrió y abrazó a su abuela de nuevo. 

-Bien, ve a lavarte así podemos comer y luego te ayudaré a desempacar. Si no estás muy cansada, podemos hacer café y jugar una partida de ajedrez mágico en la biblioteca.

-Me encantaría eso, abuela.

La señora Classidy sonrió y ambas se soltaron. Alice se dirigió al baño y su abuela terminó de preparar la mesa.

-¿Li? No te olvides de llamar a Jules, es hora de que vuelva a casa.

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La temporada 1 llegó a su fin y este epílogo es muy importante. ¿Qué ocultan Alice y su abuela? ¿De dónde salió la marca de la muñeca de Alice? ¿Volverá con Draco? ¿Alguien alguna vez tendrá un año normal en Hogwarts? Todas las respuestas en la temporada 2.

El prólogo ya está listo. ¿Y ustedes?

Espero que les guste, mil gracias por leer :)    


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