Capítulo 37: Águilas y Leones

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*Alice POV*

La cabeza me daba vueltas. Estaba mareada, desorientada y podía sentir como cada centímetro de mi cuerpo se quejaba del dolor. Abrí los ojos lentamente, temerosa de lo que pudiera ver, mi corazón palpitando con fuerza hasta que pude distinguir las líneas del techo de la enfermería de Hogwarts. ¿Cómo había llegado allí? Apoyé mis manos en el colchón y me impulsé lentamente hasta quedar sentada, pequeños quejidos escapando de mis labios. Observé mi cuerpo con cuidado bajo la luz del sol que entraba lentamente por la ventana, anunciando el amanecer de un nuevo día. Tenía los brazos y las piernas llenos de pequeños cortes que al parecer Madame Pomfrey no había podido curar. Un par de moretones aquí y allá. Intenté enderezarme un poco más pero un fuerte dolor en las costillas me lo impidió. Antes de poder evitarlo, pegué un grito. Una puerta se abrió de repente y en segundos Madame Pomfrey apareció a mi lado.

-Hola querida. No deberías hacer mucho esfuerzo.- me dijo mientras me ayudaba a conseguir la posición que buscaba. Puso una almohada en mi espalda y me sonrió.- Se que recién te despiertas pero debo hacerte unas preguntas. ¿Estás lista?

Asentí despacio, conociendo el procedimiento.

-Bien. ¿Recuerdas tu nombre? ¿Sabes en que día estamos?

-Alice Moon. ¿Junio? No estoy segura del día.

-Finales de Junio querida, dormiste por una semana. 

¿Una semana? ¿Qué había pasado con mis amigos, con Jules, con Draco? Me mordí la lengua para no preguntar.

-¿Recuerdas dónde estabas antes de venir aquí?

-En el Ministerio de la Magia, en el Atrio.

-Bien, bien.- dijo mientras anotaba en una pequeña libreta.- ¿Recuerdas que te pasó?

-No.

Madame Pomfrey negó despacio con la cabeza, como si lamentara mi amnesia.

-Harry Potter te encontró y te trajo aquí gracias a la magia del director. Curamos un par de huesos rotos y algunas heridas profundas, pero parece que te alcanzaron maldiciones bastante fuertes y muy oscuras.

No me sorprendió la respuesta, pero fingí que sí. No es como si pudiera olvidar lo que Voldemort me había hecho.


*No One POV*

Ali salió de la enfermería al día siguiente. Se despidió de Ron y Hermione, quienes seguían internados por culpa de sus heridas, y salió a los jardines. No tenía ganas de ver a nadie y usó todos los pasadizos que conocía para permanecer invisible. Caminó rápidamente por el costado del lago y se escondió en las raíces gigantes de un árbol.

¿Qué iba a hacer ahora? ¿Cómo seguir adelante después de que Voldemort la encontrara? ¿Cómo proteger a sus amigas? Y, finalmente, ¿cómo alejarse para siempre de Draco Malfoy?

Harry estaba sentado en la orilla del lago, sumido en sus pensamientos y entrando en un pozo casi depresivo cuando algo le llamó la atención: una piedra rebotando sobre el agua del lago. Miró a su izquierda, pero el gran árbol que estaba a unos metros de su posición parecía vacío. Iba a acostarse de nuevo cuando otra piedra siguió el camino de la primera. Potter se levantó con cuidado y se acercó, sorprendido al encontrarse a Moon.

-¿Ali?

La chica se sobresaltó y soltó una maldición, al mismo tiempo que llevaba una mano a sus costillas. 

-¡Harry! Me asustaste.- dijo la Ravenclaw, observándolo. Él le devolvió la mirada.

-¿Estás bien?

-No, pero voy a estarlo.

Harry se sentó al lado de Ali, maravillado por la sinceridad en sus palabras. Se quedaron un momento en silencio hasta que el Gryffindor habló.

-Me enteré que le pediste a Jules que llevara a todos a la enfermería y no sabes cuanto te lo agradezco.

-No lo hagas, era lo único que podía hacer.- respondió Alice y luego añadió- Me contaron que fuiste el que me encontró y que me llevaste a la enfermería. Gracias por eso.

Potter puso su brazo derecho sobre los hombros de Ali y ella recostó su cabeza en la unión de su cuello y su hombro. Harry acarició el brazo derecho de la chica lentamente, miles de preguntas pasando por su cabeza pero no se animaba a formular ninguna.

-Lamento lo de tu padrino. Entiendo lo difícil que debe ser perder a tu única familia.

Harry estaba por excusarse y largarse de allí, ya que no quería hablar de Sirius con nadie. Pero algo en el tono de la chica lo hizo reconsiderar su idea, como si realmente no le molestara hablar de él con ella. Estaba seguro de que la chica no se refería a su padre, la razón por la que podía ver a los thestrals. 

-¿Quién...?

-Mi madre murió unos días antes de que vencieras al Innombrable.-respondió Alice, sin necesidad de que el chico terminara la pregunta- No la recuerdo y mi abuela tiene pocas fotos de ella.

-Lo lamento.

-No hace falta. A veces la siento, ¿sabes? En la brisa de primavera que arrastra el olor de los jazmines recién florecidos; en el calor del sol que te rodea como un abrazo; en el brillo de la luna y en el magnetismo que provoca. La siento cuando cocino con Jules o cuando uso la ropa que los Slytherin me regalaron. ¿Sabías que ella era de esa casa?- Harry negó con la cabeza, sin querer interrumpir el bello relato de Alice.- Creo que la vi en el Departamento de Misterios, en aquel extraño velo. Intentó advertirme sobre la llegada de Voldemort.

Potter no dijo nada, pero si la abrazó más fuerte. Pensaba que Moon era fabulosa, no solo por poder decir el nombre de Voldemort sin hacer muecas si no también por la forma en la que hablaba de su madre, por como lo había defendido en el Ministerio, por haber puesto a su elfina a la disposición de sus amigos y no haberla usado para escapar ella sola, por muchas cosas más.

-Supongo que quienes nos aman de verdad jamás nos abandonan.

Sí, definitivamente Moon era fabulosa. Harry notó que, si bien no se sentía enteramente bien con lo que le había pasado a Sirius, podía aceptar su muerte un poco mejor tras escuchar a la chica. 

-Gracias Ali.

La Ravenclaw levantó la cabeza y los ojos miel se encontraron con los verdes del Gryffindor.

-Gracias a ti por escuchar.

Volvieron juntos al castillo cuando el sol comenzó a bajar, ninguno de los dos había dicho otra palabra tras los agradecimientos mutuos. Harry se enjugó la cara con la túnica, borrando algunas lágrimas traicioneras, y si Alice lo notó, no dijo nada. Se separaron en la entrada del Gran Salón, no sin antes acordar visitar a sus amigos juntos. Moon comenzó a caminar por los pasillos, un solo pensamiento bailaba por su mente y debía llevarlo a cabo antes de reunirse con sus amigas en la Torre de Ravenclaw. No hizo falta que llegara hasta las mazmorras pues en el siguiente pasillo lo encontró parado. Al verla, corrió hacía ella y le dio un abrazo que fue correspondido inmediatamente a pesar del dolor en el cuerpo de la chica.

-Hola, Draco.

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Quedan dos capítulos más, tal vez tres, y es el final de la primera temporada. Estoy usando mi tiempo libre para escribir esto y creo que salió mejor de lo que esperaba. 

Espero que les guste, gracias por leer :)


Intercambio de Casa {Completa}Where stories live. Discover now