Capítulo 5: Conociendo a los leones

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*No One POV*

Contra todo pronóstico, Alice se estaba adaptando perfectamente a Slytherin. No sólo tenía tres amigas, sus compañeras de cuarto, si no que estaba aprendiendo un montón sobre las serpientes. Ese día tenían Defensa con los Gryffindor. Alice se había sentado adelante, junto a Katy y separada por un pasillo de Hermione. 

Umbridge les ordenó leer el capítulo dos, cosa que la Ravenclaw ya había hecho. Sin embargo, abrió la página para leer una vez más cuando notó la mano de Hermione Granger levantada. La profesora, notándola también, se acercó a su banco. 

-¿Qué pasa ahora, señorita Granger?

-Ya he leído el capítulo dos.

-Bien, entonces lee el capítulo tres.

-También lo he leído. He leído todo el libro.

Umbridge, impresionada, le pidió a Hermione que le explicara lo que decía el autor sobre los contraembrujos y la Ravenclaw dejó de escuchar la conversación. Sabía que la chica respondería de memoria. Por eso, se sorprendió cuando Granger añadió:

-Pero yo no estoy de acuerdo. Al señor Slinkhard no le gustan los embrujos; sin embargo yo creo que pueden resultar muy útiles cuando se emplean para defenderse.

-Pues me temo que es su opinión, y no la tuya, la que importa en esta clase, Granger. Por ese atrevimiento le quitaré cinco puntos a Gryffindor y...

-Profesora.

Toda la clase levantó la vista de sus libros para observar a la chica de lentes y pelo negro que había hablado. Alice tenía la mano levantada y una expresión calmada en su rostro. Malfoy la miró con interés, al igual que Harry, Hermione y Ron. Nadie se animaba a hablar en las clases de la cara de sapo.

-¿Tu nombre, querida?- preguntó la profesora, con una voz demasiado dulce.

-Moon. Alice Moon.

-¿Qué se te ofrece?

-Me preguntaba si podemos confiar plenamente en la palabra del señor Slinkhard.

-¿Porqué lo duda, señorita Moon?

-Bueno, en este libro parece expresar que para realizar hechizos sólo es necesaria la teoría. Sin embargo, posee otros libros que nos dicen que un hechizo siempre debe ser practicado, porque al no hacerlo podríamos conjurarlo mal y obtener el resultado contrario al que se espera. ¿Cómo nos asegura el Ministerio que este libro es correcto, pero otros libros del mismo autor no? 

Los alumnos no sabían cómo reaccionar. Incluso Hermione se había quedado sorprendida. La profesora Umbridge se giró hacia la chica y puso sus regordetas manos en el escritorio, frente al libro. Alice junto sus manos en la mesa y la observó a los ojos, sin inmutarse.

-Castigada, señorita Moon.

-¿Porqué, profesora?

-Por cuestionar los métodos de enseñanza.

Alice sonrió.

-Esa no es una regla, profesora. No existe regla alguna que impida al alumno cuestionar los libros elegidos por el profesor. Si no hay regla rota, me temo que no hay castigo.

Umbridge parpadeó varias veces, intentando pensar una contraparte para el argumento de Alice. Sin embargo, en su mente no aparecía nada y eso le resultó inaudito.

-Crearé la regla. Y entonces estarás castigada.

Moon juntó sus cosas del banco y miró a los de la profesora. Sonrió un poco más, casi mostrando los dientes.

Intercambio de Casa {Completa}Where stories live. Discover now