Intercambio de Casa {Completa}

Capítulo 3: Como a mi Libro Favorito

*No One POV*

Ali tomó la primera guardia aquella noche. Con su inseparable mochila a su lado, se sentó frente a la carpa y aferró su mano fuertemente alrededor de su varita. Habían tenido muchas noches tranquilas en las últimas semanas, pero no dañaba a nadie seguir esperando lo peor y estar preparada para ello. Moon estudió el terreno por unas horas, hasta que notó que sus párpados comenzaban a sentirse pesados. Buscó un libro dentro de su mochila para mantenerse ocupada y lo sacó sin mirar el título. No observó la contratapa mientras lo giraba para empezarlo, pero sus dedos se detuvieron en la portada con letras grabadas en dorado: era el libro favorito de Draco.

Quiero conocerte tan bien como conozco mi libro favorito.

Las palabras del Slytherin bailaron en su memoria. Recordaba muy bien ese día. Sus dedos bailaron por la portada mientras su mente divagaba hacia el recuerdo.

Era de noche. Moon había pasado las últimas horas escondida en la Sala Multipropósito, buscando un lugar donde desaparecer. Irónicamente, la Sala de Objetos Ocultos apareció frente a ella cuando hizo su petición de entrada a la pared del séptimo piso. Encontró un viejo sillón de cuero y se sentó en el, su espalda apoyada en uno de los apoyabrazos y sus pies estirados en el resto del sillón. En sus manos estaba la medalla de capitán del equipo de Quidditch, la misma que Dumbledore le había dejado conservar el día anterior. Si el asunto ya estaba resulto y su abuela estaba feliz por cómo lo había manejado, ¿porqué se sentía tan mal?

-¿Ali?

Levantó su mirada de su regazo y observó el origen de la voz que había pronunciado su nombre. Su corazón dio un salto en su pecho.

-¿Malfoy?

Mas que preguntarse qué hacía el chico ahí, Ali se cuestionaba si estaba bien de salud. Sus ojos cargaban grades ojeras y habían perdido su brillo característico, su pelo rubio se había vuelto más opaco y su piel estaba más pálida de lo normal. Una punzada se instaló en el pecho de la chica y tuvo que requerir a toda su fuerza de voluntad para no levantarse y abrazarlo. Y besarlo. Y reconfortarlo. Y recordarle cuánto lo amaba.

-¿Pasó algo?

Por Merlín, el chico parecía al borde del colapso y aún se preocupaba por ella. Negó con la cabeza lentamente, sin saber si contarle o no, y devolvió su vista a sus manos y al objeto que sostenían.

-No necesitas contarme, ¿sabes?- dijo rápidamente el rubio- pero me gusta pensar que, aunque no seamos pareja, aún podemos ser amigos.

Moon pensó que tenía razón. Habían compartido tantas cosas el año pasado y se habían vuelto unidos con el pasar de los meses antes de...

-Dumbledore me nombró capitana del equipo de Quidditch.- dijo sin pensar. Pero no le importó. Estaba cansada de pensar, de todas formas.

-Oh.

Alice sonrió de lado, como si esperara la casi falta de respuesta. Lo que no esperaba, sin embargo, era que Draco se acercara al sillón y se sentara a su lado, moviendo las piernas de la chica del suave cuero a su regazo para estar más cerca de ella.

-No crees que sea algo malo- dijo la chica, en un susurro.

Draco no dijo nada, concentrado en buscar algo en su mochila. Ali, quien pensó que ya no habría más sorpresas, quedó boquiabierta cuando vio el libro que el chico le ofrecía. Lo tomó sin mirarlo, aun aferrando la medalla en su mano izquierda. Era de color negro, con las letras del título escritas en cursiva y grabadas en un dorado que recordaba al oro. Posiblemente era oro, conociendo al rubio. Los bordes de la tapa estaban gastados, al igual que el lomo, y las esquinas de las hojas estaban manchadas. Algunas dobladas incluso.