Capítulo 7: ¿Castigo?

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*Alice POV*

He de admitir que en mis cinco años en Hogwarts, nunca fui castigada. Ni una sola vez. Y que Draco Malfoy quisiera romper mi récord personal me molestaba mucho. El Slytherin tocó la puerta del despacho de Snape, mientras su mirada detonaba orgullo. Aún no había soltado mi brazo.

-De esta sí que no te vas a librar.- me susurró, antes de abrir la puerta por orden de Severus. El profesor estaba sentado en su escritorio, posiblemente esperando a que los estudiantes terminaran de hacer sus guardias.

-Señor Malfoy.

-Profesor, encontré a Alice Moon merodeando fuera de la sala y violando el toque de queda.

Snape levantó la vista de un pergamino que estaba leyendo y la fijó en mi. Trate de mantenerme seria.

-Señorita Moon, ¿quiere explicarme el motivo que la llevó a desobedecer el toque de queda?- preguntó, mirándome con interés. Draco sonrió, seguro de que había ganado. Suspiré y dí un paso adelante, para enfrentar la mirada oscura de Snape.

-Verá, profesor, la impracticidad de la sala común me obligó a violar semejante regla.

-¿Disculpe?

-Sí. No hay baños en la sala común. Y tenía la urgencia de utilizar uno. Me vi prácticamente obligada a salir y violar el toque de queda.

-¿Se está burlando de mi, señorita Moon?

-¿Yo? No sería capaz, señor.

La mirada de Snape cambió por una con un dejo de diversión. Lo pensó un momento y asintió.

-Bien. Lo dejaré pasar, pero sólo esta vez. Queda advertida, señorita Moon.

Hice una pequeña reverencia.

-Gracias, señor. Procuraré que no vuelva a ocurrir.

-Perfecto.- dijo Snape y volvió su vista al pergamino.- Pueden retirarse.

-Buenas noches, señor.- dije y salí del despacho. Draco me siguió hasta la sala común y pude notar, aún sin ver su cara, que estaba furioso e impresionado.- Serpientes siseantes.

La puerta de la sala se abrió y ambos entramos. Empecé a subir la escalera que daba a mi dormitorio, realmente cansada. Era viernes y dedicaría mi fin de semana a terminar mis deberes, si algo mejor no surgía.

-¿Cómo lo hiciste?

Me frené en el sexto escalón y me giré a mirar a Draco.

-Ni los mejores de nosotros habríamos podido librarnos de ese castigo.

Sonreí.

-Al profesor Snape le agrada en sentido común, pero Flitwick lo adora. Conozco todas las reglas de Hogwarts, las estudiamos en primer año en la sala común, y sé cómo romperlas sin romperlas exactamente. Ninguna regla me impide ir al baño de noche, sea la hora que sea.-dije bajando los escalones hasta quedar cara a cara con el.- No hay baños en la sala común, por ende puedo salir de ella para utilizar uno. Las reglas no dicen que sea una violación al toque de queda. Es, simplemente, sentido común.

-Hiciste lo mismo con Umbridge. Y en el comedor, cuando almorzaste con los Gryffindor. 

-Exacto. Los alumnos de cursos mayores comparten su sabiduría con los menores. Así, todos sabemos como librarnos de ciertas situaciones.

Su cara de sorpresa me maravilló.

-¿Qué? ¿Creías que los Ravenclaw no rompíamos reglas? ¿Qué sólo nos sentamos a leer y hacer las tareas? Deberías salir más de tu sala y concentrarte en las demás casas. Se pueden conocer cosas interesantes, si sabes donde buscarlas.

Di media vuelta y subí la escalera, sin parar esta vez. 

Al día siguiente, me levanté más temprano que mis compañeras. Me puse ropa abrigada y salí corriendo de la sala. Al llegar al Gran Salón, desayuné sola y rápido, mientras Cloe y Mia hacían lo mismo en la mesa de Ravenclaw. Terminamos las tres al mismo tiempo y salimos del lugar, para dirigirnos a los jardines. Luna nos estaba esperado al lado del lago, con los pies metidos en el. Nos saludamos y hablamos un poco. Era una tradición desde que nos habíamos hecho amigas de Luna juntarnos en el lago a hacer experimentos. Hoy, Cloe había encontrado un hechizo para hacer esferas de agua. Planeábamos usarlas en la guerra de agua que teníamos los Ravenclaw en la primera lluvia después de Navidad.

-Snape casi me castiga anoche. Malfoy no estaba muy feliz cuando vio que su amado profesor me dejó ir.

La esfera que Cloe sostenía en el aire se rompió.

-¿Cómo lograste evadirlo?

-Usé la excusa del baño y la impracticidad de la sala común.

-Nunca falla. -comentó Mia, sonriendo, mientras lanzaba la esfera que había conseguido hacer hacia el medio del lago, blandiendo su varita como un látigo.

-Es una suerte que Luna haya inventado esa excusa.- dije, sonriendo, mientras imitaba a Mia. Mi amiga rubia sonrió, complacida con el cumplido. 

Una hora mas tarde, todas formábamos esferas de agua y las lanzábamos al medio del lago. Habíamos apostado y ganaba la que la lanzara más lejos. 

-Estoy segura que ganaremos la próxima guerra de agua.- dijo Luna, lanzando su esfera muy lejos. Todas asentimos.

-Podríamos internar que sean de color, así sabríamos a quién golpeamos.

-Cloe, es la mejor idea de la vida. Vayamos a la biblioteca y busquemos algún libro que nos ayude a...

-Alice.

Giré, extrañada, hacia el origen de aquella voz. Mis amigas hicieron lo mismo. Katy, Becca y Jenny me miraban.

-Cloe, Mia, Luna, ellas son mis compañeras de habitación. Katy, Rebecca, Jennyfer, ellas son mis mejores amigas.- dije, saliendo del agua.

-Es un placer.- dijeron todas, al mismo tiempo. Quise reír por la extraña situación.

-¿Qué pasa?

-Hay una reunión en la sala común, nos pidieron que te buscáramos. - dijo Becca.

-¿Es urgente?

-Al parecer sí.- agrego Jenny.

Miré a mis amigas, apenada. Mia movió su mano, como si con su gesto me dijera que todo estaba bien.

-Debes ir. Buscaremos ese hechizo y seguiremos esta conversación en la cena.

-Tal vez pueda verlas en la biblioteca cuando termine la reunión.

-Claro, sabes como contactarnos- dijo Cloe, con una sonrisa. Me despedí de mis amigas y seguí a las tres Slytherin de vuelta a las mazmorras.

¿Qué era tan importante como para que toda la casa se reuniera? ¿Y porqué yo estaba incluida en eso? Necesitaba respuestas.

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Espero que les guste, gracias por leer :)

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