Capítulo 20: San Valentín

5.5K 559 68
                                    

*No One POV*

Era un pésimo día de un pésimo mes de un pésimo año. O al menos eso era lo que creía Alice, pues el mes de Febrero había llegado pero las lluvias no y, sin ellas, no había guerra anual de agua.

-Horrible, horrible, horrible.- decía la chica, golpeando su cabeza desde una corta distancia contra la mesa de desayuno del Gran Comedor. Cloe rodó los ojos.

-¿No tenemos una excursión a Hogsmeade después de la tercer clase?- preguntó Luna, mirando el techo, seguramente en busca de algún nargle.

Moon se quedó en silencio un momento.

-Bien, solo dos horrible.

-¿Y no tienes tu segunda cita con Draco Malfoy?- preguntó Mia, con una sonrisa de oreja a oreja.

Alice la miró, entre divertida y enojada.

-Ya, entendí. Solo un horrible.

Luego del desayuno, las horas se pasaron rápido para cierta Ravenclaw y antes de que se diera cuenta estaba caminando hacia las grandes puertas de roble del castillo. Vio a Cho con Harry, pero prefirió no decir nada. Se los veía bastante extraños después de todo, como si no supieran que hacer o de que hablar.

-¡Ali!

*Draco POV*

Alice me esperó y caminamos juntos hacia el pueblo. Hablamos de las clases, de Quidditch y recordamos el tiempo que estuvo en Slytherin. 

-¿Qué hacemos ahora?- preguntó, cuando llegamos al pueblo. Miré alrededor.

-No tengo idea. ¿Vemos vidrieras?

Moon asintió y vimos un par de negocios, hasta que noté que cada vez que veía las fotografías de los Mortífagos que habían escapado su mirada se tornaba triste.

-¿Estas bien? Podemos ir a Las Tres Escobas y quedarnos ahí.

Ella pareció confundida un segundo y luego negó con la cabeza.

-No, no. Es mi primera vez en Hogsmeade y quiero aprovecharla.

-¿Es tu primera vez en el pueblo?- pregunté, incrédulo.

-Bueno... nunca me llamó la atención. Cuando hay excursión, el castillo queda en silencio y la biblioteca vacía, así que voy a leer. O paseo por los jardines. A veces practico Quidditch, encantando pelotas para que vuelen hacia mí. - respondió, encogiendo los hombros y adoptando un aire despreocupado.

-¿Nunca has ido a Honeydukes? ¿A Zonko? Por todas las serpientes, Alice, ¿te has tomado una cerveza de manteca alguna vez?

-No, a ninguna de esas. Aunque Cloe y Mia siempre me llevan cosas al castillo.

Pensé un minuto, intentando entender porque nunca había pisado el pueblo. Definitivamente, las águilas eran raras.

Paramos frente a una tienda con cosas para lechuzas. Alice miraba las cosas con avidez y mi mente ideó un plan brillante. 

-Bien, hagamos esto. Caminamos por el pueblo, entramos a donde quieras, te compro lo que desees y a cambio, me cuentas un poco mas sobre Ravenclaw y me das consejos útiles para sobrevivir un mes ahí. ¿Trato?

-Señor Malfoy, ¿intenta comprar mi sabiduría con dulces y chascos, por no mencionar bebidas extrañas?

Giré mi cabeza hacia ella y, cuando nuestras miradas se encontraron, noté una pizca de diversión en sus ojos.

-Es exactamente lo que pretendo, señorita Moon. A menos, claro, que crea no estar calificada para la tarea.

La risa de Alice fue como música para mis oídos. Comenzamos a caminar de nuevo, parando ocasionalmente en algunas tiendas. Tras una pequeña discusión, me dejó comprarle dulces, chocolates, algunos chascos y una cerveza de manteca, siempre y cuando ella pagara los bocadillos. Sostenía sus bolsas con mi mano izquierda mientras la escuchaba hablar sobre Ravenclaw, notando como sus ojos brillaban. La observé sin perderme un solo detalle de ella. Ali siguió hablando, nuestras manos rozando ocasionalmente. Tomé coraje y entrelacé sus dedos con los míos. No me miró ni interrumpió su relato, pero correspondió a mi agarre. Deseé que la caminata por el pueblo durara para siempre. Unas pequeñas gotas cayeron sobre nosotros e hicieron que mi compañera dejara de hablar.

-Mierda.- susurró Moon, a mi lado. La miré y pude notar que estaba de mal humor.

-¿Pasa algo?

-Llueve. Es la primera lluvia después de Navidad.

-Ah. La Guerra de Agua, ¿verdad?

Me miró sorprendida, como si no esperara que lo recordara. Asintió, despacio.

-Si quieres, podemos volver al castillo.- dije, aunque de verdad quería seguir sosteniendo su mano y disfrutando su compañía por un tiempo mas.

Alice miró hacia el sendero que conducía de regreso a Hogwarts y luego a nuestras manos entrelazadas. Se debatió por un momento y me miró con una sonrisa.

-No, esta bien. Casi todos vinimos a la salida, así que es probable que la pasen para la siguiente lluvia.

-¿Segura?

-Sí, ha pasado antes. Y, ademas, la estoy pasando muy bien aquí.- añadió, entrelazando mejor sus dedos con los míos mientras la lluvia nos mojaba. Sonreí y sentí unos extraños deseos de besarla. ¿Qué demonios me pasaba?

-¿Buscamos un lugar para refugiarnos?

-Si no te importa, me gustaría caminar un poco por la lluvia. Contigo, claro.

La miré. Observé la hermosa sonrisa que se le había formado al sentir la lluvia en su cara, el brillo que indicaba que estaba disfrutando el momento, su pulgar acariciando dulcemente el dorso de mi mano.

-No, no me importa.

*Alice POV*

Tras una agradable tarde que terminó con mi primera degustación de la cerveza de manteca, nos dirigimos de vuelta al castillo. Volveríamos a tiempo para la cena, pero debía pasar por la sala común para cambiarme la ropa mojada. Cuando se lo informé a Draco, decidió acompañarme hasta la torre de inmediato. Caminamos tomados de la mano una vez mas, lo cual me hacia sentir feliz y confundida al mismo tiempo.

-¿Cómo es tu habitación?- me preguntó, cuando empezamos a subir las escaleras y quedamos solos de nuevo.

-¿En la torre?

-No, en tu casa. ¿Dónde vives?

-Ah. En Salem Valley. Es una casa celeste, de dos pisos y con un lindo terreno verde alrededor. Mi pieza está en el segundo piso y es de color violeta. Posee una enorme ventana que da a la calle, decorada con un hermoso sillón verde agua debajo de ella, para que pueda sentarme a leer o simplemente a mirar hacia afuera. La cama está a la mitad de la pieza, es de dos plazas, y hay una hermosa biblioteca en la pared del frente. Camelopardalis, mi lechuza, tiene su propio rincón.- pensé un segundo, pero creía no haber olvidado mencionar nada.

-Suena encantadora.

-Lo es.

Draco dejó de caminar cuando llegamos a la torre, pero aún no soltaba mi mano. No estaba segura de querer dejarla ir tampoco.

-Gracias por acceder a salir conmigo hoy, Alice. Me divertí mucho.

Sonreí.

-Gracias a ti por mostrarme el pueblo y por escuchar. También por invitarme, claro.- dije, dándole un suave beso en la mejilla. Sin esperar respuesta, solté mi mano lentamente y subí la escalera.

Había rechazado la guerra anual y la posibilidad de entrar sin acertijos por un mes a la sala común, había tirado meses de práctica a la basura, había dejado al equipo de mis amigas con una jugadora menos. Todo para poder pasar mas tiempo con Draco. Me sentía culpable y absolutamente feliz. ¿Qué tenía Malfoy que conseguía ese efecto en mi? No estaba segura de querer averiguarlo.

-----------

Perdón por el retraso, fue un capítulo dificil de escribir y mi vida es un poco desastrosa en este momento. Como siempre, la facultad me esta matando.

Espero que les guste, muchas gracias por leer :)

Intercambio de Casa {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora