Intercambio de Casa {Completa}

One Shot: Futuro

*No One POV*

Ali observó como el tren se perdía tras la curva. Draco la abrazó por la cintura, sin soltar la mano de la pequeña Lucille Malfoy. Scorpius, nombrado así por la brillante constelación bajo la cual la pareja había compartido su primer beso, acababa de dejarlos para empezar su primer año en Hogwarts. Por suerte, lo acompañaban los hijos de Harry y de Ron.

-¿Cuánto crees que tarden en mandarnos una carta porque nuestro hijo hizo una travesura y esta castigado?- preguntó Draco en un susurró, mientras Ginny se aseguraba de que Harry estuviera bien.

-Media hora.

-Tengo hambre.- dijo Lucille, apretando la mano de su padre. Draco le sonrió.

-Bueno, mami no tiene que volver al trabajo todavía, ¿qué te parece si comemos algo todos juntos?

-¡Si! ¿Podemos invitar al tío Harry? ¿Y al tío Ron? ¿Y a las tías? 

Draco no alcanzó a protestar.

-¿A dónde quieres invitar al tío Harry?- preguntó el mencionado, acercándose a su sobrina y alzándola. Ali besó a su esposo en la mejilla y se alejó para hablar con Hermione.

-A comer algo, Potter. Francamente...

Draco no pudo terminar de hablar porque la mano de Harry voló a su boca. Los ojos de ambos chicos se abrieron, alarmados. ¿Habrían escuchado...?

-¡Potter! ¿Qué haces en la estación, sin escolta? ¿San Potter, el héroe del mundo mágico, sin su ejército de fans?

-¡Malfoy! ¿Y tus secuaces? ¿No vinieron a protegerte?

-No de nuevo- dijo Draco tapándose la cara mientras Ron y Hermione se reían. Harry miró a su esposa y a su amiga.

-¿Es necesario que hagan esto cada vez que decimos el apellido del otro?

Alice y Ginny lo miraron con una sonrisa. Acto seguido, Ali se giró hacia Ginny y se llevó una mano al pecho, fingiendo estar sorprendida.

-¡Potter! No sabía que al fin habías conseguido una pareja.

Harry miró a Draco y ambos negaron con la cabeza mientras salían de la estación, aceptando que ninguno de los dos podría parar a sus esposas.

*Alice POV*

Observo al grupo frente a mí y casi no puedo creer lo que veo. Si alguien me hubiese dicho unos años atrás que podía ser feliz de esta manera, lejos de la sombra de Voldemort y de Eric, me habría reído tanto que seguramente habría terminado en la enfermería. Sin embargo, ahí estábamos, almorzando en un pequeño café muggle cerca de la estación.

Hermione es la primera que tiene que irse, está trabajando en el Ministerio de la Magia y hoy tienen un gran día asegurándose de que todas las defensas de Hogwarts estén en orden. Sigue intentando darle más derechos a los elfos, pero por ahora está feliz en su departamento.

Ron es el siguiente. Deja a Hugo con nosotros y se dirige a su trabajo en la Oficina de Aurors. A veces, en sus días libres, ayuda a Fred y George en la tienda de bromas. Ginny se va con él, tiene práctica de su equipo de Quidditch y no puede llegar tarde otra vez. Es una buscadora excelente y pronto su equipo intentará calificar para el Mundial de Quidditch, algo que todos estamos esperando con ansias.

Draco no trabaja, se la pasa estudiando Alquimia y coleccionando objetos oscuros. Tiene suficiente dinero en su bóveda de Gringotts como para no trabajar nunca en su vida, sobre todo ahora que nuestras bóvedas están unidas. Creo que le gusta más así, porque puede pasar tiempo con Luci, Lily y Hugo. Visitan a Narcissa y a Lucius casi todos los días, en especial desde que Lucius terminó de cumplir su condena en Azkaban. Draco disfruta mucho ser padre y no me imagino lo que pasará esta noche cuando vea por primera vez el cuarto vacío de Scorpius, aún si es solo hasta las vacaciones.