¿Gustarle? ¿A ella? María José sólo pudo echarse a reír, durante largos e interminables minutos.
Adam continuaba con una pose fría y segura. Estaba seguro de que había algo extraño con esa chica, no sabía qué, desde la primera vez que la vió lo sintió. Ella ocultaba algo, y eran o sus sentimientos o algo un poco más inimaginable. Al observar que Majo comenzaba a calmarse decidió continuar.
—Tu risa sólo confirma mis sospechas, estás intentando escapar de la situación y al estar tan desesperada no has encontrado de otra más que reírte e intentar confundirme. —Una sonrisa arrogante se hizo presente en su masculino rostro. —Y son lamentables dichos intentos en vano.