MARATÓN 3/3
Escucho voces y reconozco una perfectamente.
-de esta no te salvas grey, estando fuera de mi camino Ana será mía-
Maldito Marcus, Taylor me dice en susurros que no me mueva, se escucha como se abre unas puertas y luego unos autos arrancar. Con cuidado salimos del vehículo, Taylor tiene un brazo lastimado, no es un corte muy profundo me sangra bastante con algunos rasguños en la cara, Saywer es el que saco la peor parte, su pierna izquierda está rota pero el estúpido dice que puede caminar con la pierna mala y yo además del labio roto y los nudillos pelados solo termine con un corte en la ceja.
Los tres caminamos de vuelta a la casa, Taylor y yo ayudando a Saywer. Cuando entramos Ana está en la sala y cuando me ve sus ojos mi miran con preocupación, se acerca a mí y llama a Gail para que traiga el botiquín y que lleve a Thomas y a pulgoso a la habitación. Ella hace lo que le pide, Taylor y Saywer se van dejándonos solos. Ella me mira y su que está preocupada y nerviosa.
- cristian ¿Qué te paso? ¿Quién te hizo esto?- me pregunta. Lo pienso unos segundos si decirle o no, pero sé que si no le digo ella se preocupara mas y cuando se entere se va a enojar conmigo y es lo que menos quiero. Suspiro.
-fue Marcus- sus ojos se abren de asombro, mientras busca en botiquín, una gaza, alcohol y comienza a limpiar mis nudillos y luego le echa un sellador para que no se infecten. Luego sigue con mi ceja y hay si que duele, lo desinfecta y coloca un gaza y luego un parche. Luego limpia mi labio y cuando termina deja un casto beso en mis labios.
-vamos al cuarto- mierda. ¿Quiere sexo? Al ver mi cara, deja escapar una sonrisa.
-nena... yo- no quiero que se enoje.
-deberías descansar. No me gusta verte herido- dice en un susurro.
-a mi tampoco, pero que le vamos a hacer-
Nos dirigimos al cuarto, Ana me ayuda a quitarme la camisa para que no toque mis nudillos, cuando lo hace se lleva la mano a la boca, ahogando un grito. No sé porque lo hiso pero cuando voy al baño, veo que mi estomago tiene unos lindo moretones de color morado e incluso azul. Vuelvo al cuarto y mi hermosa esposa está llorando.
-nena ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?- dice pero no es capaz de mirarme a los ojos
-¿porque... Marcus te quiere... hacer daño? ¿Qué... quiere de... nosotros?-
-te quiere a ti- ella me mira sin entender- el quiere tenerte en su cama, como mujer. Le gustas y nos quiere separar-
-jamás... yo nunca seré de él. Solo te pertenezco a ti. Y eso será hasta que la muerte nos separe- dice
-oh... mujer que haría sin ti... te amo tanto- ella me mira pero no tengo ni idea que está pesando -¿Qué pasa?-
-¿te puedo abrazar?- la mira levantando mis cejas
-claro, ¿porque no querría que me abrazaras?-
-no te quiero hacer daño- dice en un susurro
-ven aquí- la tomo y la acerco a mí. La beso y cuando acabamos nuestro beso apasionado, tomo sus mejillas con mis manos y le digo-tu nunca me harías daño Ana, tu eres mi luz y la dueña de mi corazón- veo que corren unas lagrimas por sus mejillas.
-oh cristian- se lanza a mis brazos y me abraza mientras esconde su cabeza en mi cuello y sigue llorando. Cuando se tranquiliza puedo sentir como Teddy se mueve, coloco mi manos en el vientre hinchado de Ana y comienza a acariciarla. Ella sonríe y mi bebe responde con una fuerte patada que llega justo a mi mano.
-pequeño no te muevas tanto. Te espero con ansias- me acerco y deposito un beso en su vientre. Por fin Ana se tranquiliza y la puerta se abre de par a par. Veo que entra Thomas seguido de pulgoso con el ceño fruncido
-¿Qué paso mi pulga saltarina?- dice Ana
-papi helido, no me gusta- dice mientras cruza su bracitos
-tranquilo pequeño, ya estoy mejor. quieres que veamos una película juntos- al instante sonríe y se sube a la cama. pulgoso también se sube pero se queda en el lado de Ana y se acuesta.
-y creo que en unos meses más pulgoso no va a caber en la cama- le digo Ana mientras ella asiente con la cabeza.
Ana le dice a Gail que nos traiga la cena a la cama, mientras vemos una película familiar. Comemos tranquilos, Thomas se queda dormido. Ana como puede lo lleva a su cama y le pone su pijama. Vuelve al cuarto, se cambia a una bata de seda lila y se acuesta. Yo me acomodo detrás de ella, dejando mis manos en su vientre. Beso su cuello y respiro su aroma que al instante me relaja y me lleva a soñar con risas, niños corriendo y gritándome papa.
BUENO QUERIDOS LECTORES Y LECTORAS CUMPLIERON AQUÍ ESTA EL TERCER Y ULTIMO CAPITULO DE LA MARATÓN
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y ESPERO CON ANSIAS SUS COMENTARIOS Y VOTOS
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Mariajose8A (COMENTARIO)
NashlaValdez (COMENTARIO)
YulianaArroyoGuzmn (COMENTARIO)
YokitaGabii (COMENTARIO)
MeVil056 (TERCER VOTO)
Yulysc (CUARTO VOTO)
DamieFSOG (QUINTO VOTO)