CAPITULO 5

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Intento dejar de pensar en eso pero no puedo, ni siquiera pude hacer la tarea, tome la decisión de acostarme e intentar dormir, pero después de dar mil vueltas en la cama tome la decisión de ir a montar, eso siempre me relaja.

Estoy vestida con una polera de tiras y unos pantalones cortos color lila (así es mi pijama, me siento cómoda), me pongo una bata color crema y una zapatillas, abro la puerta lentamente y salgo, bajo al salón principal y salgo de casa, justo cuando pienso que nadie me vio siento unas manos en mi hombro y salto no solo por el susto sino por le descarga eléctrica que sentí. Me volteo y veo a Cristian con una sonrisa.

-Dios que susto me diste- le digo intentando relajarme.

-lo siento, no era mi intención. ¿No crees que es muy tarde para salir y más vestida de esa manera? ¿A dónde ibas? ¿Tus padres lo saben?- me pregunta.

-voy a montar, mis padres no lo saben y ¿Qué te importa como este vestida?- le pregunto malhumorada. Suelta una leve carcajada

-no deberías responderle así a tu futuro marido- me dice con toda su calma. Subo una ceja, menudo idiota el que tengo en frente de mí.

-no me importa además no puedo dormir y montar siempre me ha ayudado a conciliar el sueño-

-¿Te puedo acompañar? No quiero que nada te pase-me dice. Mi corazón se acelera cuando escucho la última frase.

-está bien, sígueme-

Cuando llegamos a las caballerizas me doy cuenta que está mirando a negro, un caballo negro enorme y muy hermoso, según me padre es un percherón, es algo esquivo, mi padre lo atrapo algunos meses atrás pero no lo ha podido domar.

-no te lo recomiendo, no lo han podido domar, si quieres puedes montar a blanco o a mancha son caballos muy dóciles- le digo.

-no, quiero a ese caballo ¿Cómo se llama?-

-negro, pero de verdad no está domado y es algo mañoso y peligroso-

-no me importa, me gustan los desafíos-

-está bien, pero ya te la advertí- le digo. Abro el cubículo muy despacio y saco a negro, ahora se viene lo difícil poder colocarle la montura.

-no espera, no le pongas montura, lo quiero montar a pelo- me dice

-¿Seguro?- pregunto asombrada. Mi dice que si con la cabeza. Le entrega la cuerda, y solo puedo mirar cómo se miran y para mi sorpresa cuando Cristian monta a negro el no hace nada, solo se dejó dominar por este hombre. Guau es lo único que digo. Termino de arreglar a luna, la monto y salgo en dirección a la laguna

-¿A dónde vamos?-

-a la laguna, es un lugar hermoso y muy tranquilo- le respondo con una sonrisa.

Al llegar, bajamos de los caballos y los amarramos a unos árboles. Me siento en suelo húmedo dándome un escalofrió. Cristian se sienta a mi lado admirado la vista.

-¿Te gusta?-

-me fascina pero más me fascinas tu- dice como si nada.

Le quedo mirando esos ojos grises y me pierdo en ellos. Siento su mano en mi mejilla y un escalofrió recorre mi cuerpo. El parece darse cuenta y sonríe. Cada vez la distancia se hace más pequeña, cierro los ojos y ciento sus labios en la míos. Es un beso tierno al principio pero poco a poco se convierte en un beso apasionado gimo en su boca y el aprovecha para meter su lengua y juntarla con mía, en este momento solo me dejo llevar pero nos separamos por falta de aire. Cuando miro sus ojos arden y yo me quedo con ellos, mi piel está caliente igual que mis mejillas.

-lo siento si fue muy rápido, pero desde que me dijiste que era un salvaje tenía ganas de besarte- me dice.

-lo siento, estaba enojada por el baño gratis de barro que me diste, en realidad no te conozco lo suficiente para saber si eres un salvaje- sonrío tímidamente.

-solo se lo tienes que preguntar a mis padres y ellos te dirán que si- sonríe tristemente. Llevo mis brazos alrededor de mis piernas y le pregunto

-¿Por qué?-

-¿Por qué qué?-

-¿Por qué eres así?-

-soy una persona con problemas, me enfado muy fácilmente y de alguna manera tengo que botar mi ira, y la única forma es peleando o rompiendo cosas-

-eso no es bueno, ¿has buscado alguna forma de frenar esa ira?

-sí pero solo duran un par de meses, ese es otra de las razones de porque estamos aquí- lo mira extrañada - quieren ver si la tranquilidad del campo me relaja, pero en realidad estar así contigo me relaja, eres como una droga-

-gracias, aunque no creo que sea una droga-

-¿Hay algún hombre en tu vida? ¿Te has enamorado?- Preguntas difíciles de responder, tomo aire, animo Ana debes poder hablarlo con alguien me dice mi subconsciente.

-la verdad sí, pero no termino bien, sufrí mucho, de hecho aún sufro. Aunque eso haya pasado hace años- respondo tristemente recordando el pasado.

-¿Qué fue lo que paso?- oigo en su voz algo de rabia ¿Por qué será?

-no quiero hablar de eso ahora, no quiero llorar de nuevo-

-está bien pero solo si me prometes que me contaras-

-está bien, lo prometo pero más adelante ¿Si?- digo levantando la mano logrando que ambos riamos.

-creo que es hora de volver, tienes escuela en una horas más, ya que si no te has dado cuenta ya son las 3 de la mañana- me dice en tono burlón

-no me digas, volvamos entonces- digo sorprendida y a la vez entretenida. ¿Qué me pasa con este hombre?

EL CABALLO DE RAZA PERCHERON, SON ENORME Y TAMBIÉN SE CONOCE COMO CABALLO CHILENO, SOY DE CHILE POR ESO MENCIONE ESA RAZA, SOLO POR SI NO LO SABIA

Grey-Steele: Juntos Por El Destino (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora