La Chica Que Se Enamora De Pe...

By Angelito_Herrera

426K 46.2K 25.6K

Ella vive obsesionada con los personajes literarios, esperando algún día ser amada de la misma manera y con l... More

Sinopsis
Dedicatoria
Aclaratoria
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capitulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo especial
Capítulo 31
12 horas antes de la muerte de Stella.
Fragmentos: El día del Funeral
Nota importante
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34: Parte I
Capítulo 34: Parte II
Fragmentos: Arrepentimiento
Fragmentos: El día del funeral
Capítulo Especial
En busca de lo que es nuestro.
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37

Capítulo 1

29.5K 2.8K 4.6K
By Angelito_Herrera

Empecemos con esta gran historia, espero les guste mucho...DISCULPEN LOS ERRORES

Stella Harrinson

Por alguna extraña razón siempre he sentido que el tiempo en clase se hace eterno y que treinta minutos se extienden por alrededor de hasta dos horas, y eso es tan fastidioso...parece que un ente mayor quisiera alargar más el tiempo en este detestable, molesto, cansado y horrible lugar. Si por si aún no lo han notado, odio el instituto, o bueno, este instituto para ser exactos.

La luz del sol se cuela por las ventanas del aula de clases, mientras la profesora de química avanzada tenía más de dos horas hablando sobre la nomenclatura de los compuestos químicos, sin embargo, si contará la cantidad de personas que están prestando atención a una sola palabra de lo que dice, me alcanzaría a hacerlo con una sola mano y estoy cien por ciento segura que me sobrarían dedos ¿yo estoy prestando atención? Claro que no, yo hago algo mucho más interesante, importante y productivo que torturar mi cerebro y obligarlo a aprenderse cada una de esas cosas innecesarias, yo estoy tratando de imaginar cómo será el final del libro que estoy leyendo estos días, su nombre es "nosotros en la luna" es el primero que leo de esa autora ¿Alice Kellen? Sí, así se llama, lo importante aquí, es que ya me faltan pocas páginas para terminarlo y anoche casi moría deshidratada de tanto llorar porque Ginger no le responde a Rhys, y eso, eso es realmente...

—Señorita Harrinson, ¿me está escuchando?

Estuve tan perdida pensando que recién me doy cuenta que la profesora Karnny descubrió que andaba en la luna, así como el libro...

—¿Tiene algo más importante en que pensar que prestar atención a su clase?

Preguntó de nuevo al notar que no decía nada, es tan detestable, que no me deja ni terminar de pensar...es muy molesta.

Si profe—intervino Sasha y me volteé de inmediato para verla—de seguro anda pensando en todos esos libros estúpidos que lee.

La pelirroja se echó a reír y la mayoría de mis compañeros se unieron a ella, hasta la misma profesora lo hizo.

Estúpida eres tú y vives—Pensé

¿No dirá nada señorita Harrinson? —preguntó la señorita Karnny cuando se cansó de reírse de mí.

Si, obvio que estoy aquí —respondí a la defensiva—¿Dónde cree que estaría? —quise poner los ojos en blanco, pero eso me haría reprobar así que no.

—Bueno, si está aquí estoy segura que estaba escuchando muy atenta lo que estaba explicando.

Se cruzó de brazos y sus labios formaron una sonrisa maliciosa, que dejo al descubierto su poca ordenada dentadura, y con pasos agigantados empezó a acercarse a mi lugar.

Miedo.

La señora Karnny y yo, no empezamos con el pie derecho, el primer día de clases venía tan distraída releyendo Heist, que no me di cuenta cuando la tropecé y la hice caer al suelo, la malteada que traía en sus manos cayó sobre sus grandes bubis y su falda corta se rompió, dejando al descubierto su ropa de interior con la cara de Harry Styles. Ese día fue épico, pero marco el inicio de su odio hacia mí, estoy muy segura de que ella juro hacerme la vida de cuadritos, y vaya que lo ha hecho.

—Claro que estaba prestando atención...

Mentí tratando de sonar segura, pero soy más mala mintiendo que el hígado encebollado. El terror empezó a brotarme por los poros, ya que sabía que esta pregunta acarreaba a otra pregunta más, pero basada en el tema, y obviamente no iba a saber la respuesta y eso significa que iba a humillarme una vez más como siempre lo hace.

<<Perfecto Stella, no puedes terminar una semana sin hacer el ridículo>>

—Entonces dígame ¿Cuáles son los radicales irregulares?

Lo sabía— susurré para mí misma, que predecible.

Sus ojos cafés se colocaron fijos en mí, atentos y a la esperara de mi respuesta para destruirme frente en la clase, yo, aunque trataba de encontrar una manera de explicarle que era la primera vez que escuchaba ese término en mi vida, pero no ninguna de las opciones que habían era probable que sobreviviera.

Sin embargo, después de mucho tiempo el destino decidió estar de mi lado y el ruido del timbre anunciando la salida resonó en todo el instituto, sí, me salvo la campana.

—Al parecer tendré que responder su pregunta otro díaaaaa, señora Karnny.

Me encogí de hombros y una sonrisa de satisfacción se formó en mis labios.

La molestia en el rostro de la profesa era imborrable, pero sin importarme un poco e ignorándola por completo agarro mi cuaderno y lo guardé en mi bolso para salir del salón. Al pasar por su lado, puedo sentir como me acribilla con la mirada, pero no le prestó atención y procedo a salir del salón.

Aún no es medio día y ya siento que di mi 100%, mentalmente le agradezco a la virgen de los abdominales que además de que esta sea mi última clase del día, también es viernes y eso significa que no tendré que venir aquí hasta dentro de dos días y medio.

—Que felicidad, todo un fin de semana para leer, aunque tengo exámenes y debo estudiar, pero igual... prioridades son prioridades.

Carcajee.

La contaminación acústica inunda mis oídos y los rayos del sol impactan mi cara en cuanto paso por el ventanal del pasillo, chicos y chicas pasan por mi lado, algunos corriendo y otros caminando. Me parece gracioso porque cuando el tumulto de estudiantes se reúnen y colapsan el instituto, parecemos una manda de hormigas gigantes con vestuarios casi iguales, y la única diferencia es que las chicas llevamos una falda gris con cuadritos negros en todos lados que llega dos centímetros arriba de la rodilla a diferencia de los hombres que llevan pantalones exactamente del mismo modelo, la camisa blanca lleva el logotipo tipo en el lado izquierdo y es igual para todos, algunos institutos varían con sus uniformes pero este ni al caso.

Me dedico a observarlos y cada uno está en lo suyo, algunos con sus teléfonos en las manos, otros pensando quizás en la próxima fiesta, el próximo partido de fútbol, en cómo hacerse populares y como relacionarse con Harry y Sasha, los cuales podría decirse son los reyes de aquí, yo personalmente no sé porque los adoran tanto, ambos son un asco de personas, no son nada amables y llaman leer "perder el tiempo", ya eso para mí es suficiente para no quererlos cerca.

Llego a mi casillero que, aunque es del mismo azul mar que todos los demás, lo diferenció por dos cosas, una: el número 130 que está marcado en la puerta y dos: por la pegatina de perfectos mentirosos que le pegué justo al lado del número. Dicen que cada uno le da su esencia a lo suyo, y bueno, mi esencia es esa, si alguien quiere conectar conmigo que me hable de libros y seremos amigos de por vida.

Introduzco la clave para abrir el casillero y le doy dos golpecitos para que abra, me dedico a guardar los cuadernos y tomo el libro de mi actual lectura.

—De hoy no pasas bebe.

Le digo al libro en cuanto lo tengo en mis manos como si el pudiera escucharme. Al cerrar la puerta del casillero me espanto porque veo a Sasha y sus dos amigas guardaespaldas detrás de ella, a veces me pregunto si son trillizas porque a dónde va la una, van las otras.

¿Estás hablando sola? —la primera en hablar es Jules, mientras con sus grandes ojos café me observa de arriba abajo.

—¿Y te sorprende que lo haga?

Interviene Sasha, y le dedico una mirada de furia.

Si verdad, que de seguro está loca por todos esos libros que vive leyendo—termina Inna.

Al verlas y detallarlas a las tres, comprendo porque todos los superficiales chicos de este instituto están locos por ellas. Cada una es igual de bonita que la otra, y aunque las tres tienen algunas características diferentes, su belleza es muy similar, porque es típica, es habitual, es monótona. Ya sabes, nariz perfilada, cara perfilada, cabello perfectamente cuidado, bonitos ojos y un cuerpo bastante completo, con carne en los lugares correctos, pero... ¿Qué hay más allá? ¿Qué queda si quitas todas esas cosas superficiales? ¿Seguirían siendo igual de bellas?

Después de sus comentarios ridículos yo me limito a solo mirarlas e ignorarlas, y mentalmente me digo:

—No caigas en su juego, no caigas en su juego.

Tomo la decisión de irme y dejarlas hablando solas, pero no todo puede ser tan fácil, y al pasar por su lado Sasha me mete el pie, y caigo pegando mi frente al fuerte pavimento.

—Mierda.

Mascullo por lo bajo, mientras me pongo de pie.

Uuuuuuu—susurran todos al unísono, y este es uno de esos momentos donde esperas que nadie te vea, pero todo el mundo lo hace, en mi vida son muy recurrentes.

Inna y Jules comparten una mirada de pena.

Lo siento Stella—soltó Sasha con ironía—fue sin querer—Se acerca a mí y de manera rápida, me quita el libro que tengo en la mano.

No perra, con eso no.—lo pensé, pero no lo dije.

Nosotros en la luna—lee el título del libro—interesante, ¿de qué va? —pregunta tratando de sonar interesada.

No te importa y lo sabes—Cuestione.

Porque tan a la defensiva—intervino Inna.

Es cierto, solo queremos ver porque vives entre libros, porque se te es más interesante esto a ligar con chicos, salir a fiestas etc.—explicó Jules

Sasha abre el libro.

¡¡¡Ay, está roto!!!—alzó una ceja mientras arrancaba una página.

—DÁMELO ACÁ.

Demandé moviendo mis manos rápidamente para quitárselo, pero ella fue más rápida y se movió con agilidad hacia otras, Inna y Jules se pararon delante obstruyéndome el paso como si fueran una pared impenetrable.

Les doy 5 segundos para que se quiten—advertí—¡QUIETENSE YA!

Las personas del pasillo solo se limitaban a observar y susurrar cosas entre ellos porque ¿Quién iba a defenderme? ¿Quién iba a ir en contra de las chicas populares por defender a una nerd recién llegada como yo? En otras circunstancias si yo fuera otra chica, me sentiría mal, pero yo no necesito que nadie lo haga, yo no necesito que nadie me defienda, yo puedo hacerlo sola o eso suelo creer.

—1...2...3...4...

Conté mentalmente mientras Sasha tenía la vista puesta en mí y seguía arrancando hojas como si por eso le pagaran, la rabia me invadió y como ninguna se quitó, si no que seguían mirándome desafiante dejé salir la leona que vive dentro de mí y que trato de mantener domada, con todas mis fuerzas empujo a Inna y Jules de mi camino como dos costales de papas y me acerco a Sasha, iba a agarrarla por el cabello cuando las dos chicas me agarraron por detrás.

Ok, eso no me lo esperé.

Nunca le des la espalda a tus oponentes—la voz de papá se repite en mi cabeza.

Patalee, mordí, grite, pero no podía zafarme, eran dos contra una, que cobardes. Los ojos de Sasha seguían puestos en mí, y me pregunté ¿por qué me odia tanto?

Al notar a las dos chicas cansadas me muevo con rapidez y caen al suelo, pero ya cuando hago eso es demasiado tarde, y al ver ese libro por el que tanto ahorré para comprar destrozado, siento como lágrimas inundan mis ojos y empezaron a resbalar por mis mejillas.

Mis piernas se debilitaron y caí de rodillas sobre las páginas en el suelo.

—Lo siento Stella, tendrás que comprar otro.

Escuché decirle a Sasha, pero la ignoré y minutos después la vi irse junto a sus amigas con una cara de satisfacción, pues ya que habían logrado su objetivo y yo, aunque pude arrancarles el cabello a las tres y hacerlas disculparse, no lo hice, NO HICE NADA.

Me quedé unos segundos con la vista perdida en todas esas páginas rotas, en los trozos de la hermosa portada, en la idea de algún día salir de esta patética realidad y tener eso que tanto amo al leer. Desde que empecé a leer casi nunca me detengo a pensar en sí algún día va a pasarme algo así a mí, pero en este momento estando a tal grado de vulnerabilidad la realidad de que no es real y nunca lo será me golpea, y lo hace tan fuerte que me pregunto

¿Estará mal aferrarme a algo que no es real?

Sin obtener respuesta reacciono y veo como todos a mi alrededor tienen la vista puesta en mí, pero no hacen nada, y esta es la prueba más real de que la sociedad está perdida, que aun viendo a alguien roto y en medio del sufrimiento nadie es capaz de acercarse, preguntar o ayudar, al contrario a eso solo juzgan y se alegran del mal ajeno.

Con lágrimas en los ojos y con la brújula de mi corazón un poco perdida salgo del instituto con pasas agigantados y llego a casa, gracias al altísimo papá aún no llega de su trabajo y me ahorro una estúpida explicación, ojeo la casa, y decido subir directamente a mi habitación, al entrar el familiar olor me acoge, mas qué devastada o triste, estoy molesta, molesta porque no hice nada, porque solo me quede de pie como una estúpida viendo como esas chicas hacían de las suyas conmigo y ridiculizaban lo que tanto amo, ¿y yo que hice? No hice nada, ¡POR DIOS!

Me tiré sobre la cama y sentí como gruesas lágrimas rodaban por mis mejillas, sentí como cada grieta que trato de mantener oculta se abre más y más, tomo una almohada y la coloco en mi cara para ahogar mis gritos de frustración y después de mucho tiempo guardándolo para no hacer sentir mal y papá lo digo.

—Solo desearía nunca haberme mudado—suspiré agitada—solo quisiera nunca haber venido aquí.

Quito la almohada de mi pecho y una sensación de soledad mezclada con tristeza e insuficiencia martillan mi alma a tal punto que cuando reacciono ya estoy gritando de nuevo, pero sin la almohada.

—¡PERO YA BASTA! YA BASTA DE ESPERAR A QUE TODO MEJORE. YA BASTA DE PERMITIR QUE LO HAGAN, ¡ESTOY CANSADA!

Sentí mi garganta arder, mi respiración era un desastre, así que con mis manos me quité los mocos que me estaban obstruyendo la respiración.

—¡YA BASTA DE LEER ESAS ESTUPIDECES Y CREER QUE ALGÚN DÍA VIVIRÉ ALGO ASÍ!

En el fondo buscar culpables esta en mi naturaleza, porque así somos los humanos. Cuando explotamos o sentimos que se ha roto el molde buscamos las mil excusas y culpamos a nuestro alrededor por lastimarnos, por herirnos, por tratar de cambiar quiénes somos, pero muy en el fondo lo hacemos porque sabemos perfectamente que es nuestra culpa, porque permitimos que lo hicieran, porque no los enfrentamos a tiempo y ya cuando queremos hacerlo es tarde, porque sus comentarios hirientes se han clavado en nuestro interior como filosos cuchillos, y cambiaron nuestra perspectiva haciéndonos ver de manera errada que somos nosotros quienes tenemos que cambiar, que debemos hacerlo para poder encajar.

<<Pero... ¿para qué encajar en una sociedad que a la mínima oportunidad te excluirá, te dará la espalda y te juzgará?>>

Mi mirada cayó sobre esa pila de cinco libros ordenados sobre mi mesita de noche. Me puse de pie y...

—Yo nunca tendré a alguien que de su vida por mi como lo hizo Luke. — tomé ese libro de aquel drogadicto de ojos color azul que dio la vida por su chica y lo lancé a la basura.

—Yo nunca tendré un Jack Ross que me amé tal cual soy.

Continúe y en ese caso tomé en mis manos ese libro que tanto he releído, ese que subió mis expectativas en el amor y que me hizo entender que era lo que merecía, pero, aun así, con el corazón hecho pedazos y yendo contra todo instinto lo tire a la basura, igualmente que el anterior.

Después lo siguió el de Heist, el de a través de mi ventana y el de perfectos mentirosos. Los tiré todos a la basura, uno tras otro. El corazón me ardía, pero una parte de mí ya estaba cansada, exhausta.

Me senté en la cama pensando en si la decisión que tomé fue la correcta, en si dejar de hacer lo que me gusta solo para encajar, y para que dejen de molestarme es lo correcto. En si debo dejar de ser quién soy, solo para sentirme dentro de los estúpidos estereotipos creados por las personas.

En si vale la pena estar bien con el mundo, pero estar en guerra conmigo.

Aun con lágrimas en los ojos y la respiración agitada me recosté de nuevo en la cama y clavé mi vista en la ventana, algunos rayos de sol entraban por la misma y iluminaban la habitación, me quedé absorta en mis pensamientos un buen rato y sin saber en qué punto exacto pasó, mis sentidos se fueron apagando, mis parpados empezaron a hacerse pesados y de un momento a otro en medio del llanto me quedé dormida.

¿Está viva? —escuche susurrar a lo lejos un chico

¿Qué? ¿Acaso estoy soñando?

No lo sé, no soy médico—respondió otro con una voz más ronca y fría que la anterior.

Si, de seguro estoy dormida...

Jálale una teta—indicó alguien más—si está viva a juro debe moverse.

Afirmó con gran seguridad.

Cuando sentí que me apretaron el ceno derecho, entendí que sea lo que sea, esto no era solo un sueño, así que aterrada abrí los ojos de inmediato, y un grito se escapó de mis labios de manera inconsciente.

AHHHHHHHH!!!— los cinco chicos que se encontraban frente a mí también lo hicieron, y pasados unos segundos yo por instinto me levanté rápido de la cama y tome el bate de béisbol que guardo detrás de la misma.

—Aléjense o los...

Ni siquiera puedo pensar con claridad y terminar la oración. En fin, yo siendo yo, que desastre.

—¿Qué nos harás? ¿Golpearnos?

Interrogó el chico que está parado en medio de los cinco ganándose la mirada de los demás. Su cabello es negro azabache, tiene unas zapatillas negras al igual que su camiseta, la cual deja al descubierto el caminillo de tatuajes tribales que bajan desde su brazo derecho y terminan en la punta de sus dedos. Al mirarlo pude sentir con rapidez esa aura salvaje y de superioridad que emana, es muy varonil y sobradamente hermoso.

¿Será este el líder de la banda? Si es así, vaya que es guapo.

—Si. Eso. Voy a golpearlos.

Amenace a los intrusos en mi habitación, pero ellos no parecen asustados o en peligro, si no que tienen un semblante neutro. El rostro de todos es sobradamente hermoso, y sus características se me hacen bastante conocidas, como si mi cerebro las recordará, como si ya las hubiera... ¿visto?

—Sabes que estas agarrando el bate mal, ¿verdad?

En este caso fue otro de los chicos el que habló, es igualmente alto que el anterior, pero tiene una camiseta azul que hace juego con sus hermosos ojos de igual color, poso mi vista en sus llamativos labios rosados y noto el pequeño e imperceptible piercing que yace en su labio inferior...

Mis mejillas se sonrojan y me siento tonta cuando miro el bate y confirmo que lo que el chico ha dicho, es cierto.

No queremos hacerte daño...—confesó uno más bajito, sus ojos eran verdes y se cabello castaño, no era tan musculoso, pero es lindo.

—¿No?

Bajo el bate y me froto la mejilla derecha.

—Si yo hubiera querido hacerte daño o matarte, créeme que ya lo habría hecho.

Esta vez hablo el más bajo de todos, su voz es profunda y segura, su piel es blanca como la nieve y su rostro está acompañado por facciones muy marcadas y bien cuidadas, el flequillo de su cabello rubio cae a su cara y en el momento en el que sus ojos azules impactan los míos, siento que me pierdo en la profundidad que yace en ellos.

En ese momento llama mi atención el alto y flaco chico de su lado al decir:

—Deja de ser tan patética y dinos como volver a casa.

La palabra "Patética" resuena en mi cabeza varias veces y una idea loca llega a mi mente, aún confundida con mi vista en él lo detallo cuidadosamente:

Ojos azul eléctrico, cabello castaño claro, piercing en el labio inferior, cicatriz en la palma de su mano, alto y pálido. Y Aunque no pudo verme, sé que mi vista se ilumino y mi cerebro hizo clic.

Esperen...—fruncí mi ceño—¿Cómo se llaman ustedes?

Me atreví a preguntar, porque, aunque ya creo saber la respuesta, me parece muy surreal que sea cierto.

Luke Howland —susurra el chico alto y pálido

Ares Hidalgo—dice el que tiene aspecto de Dios Griego

Le sigue.

—Heist Stein.

—Jack Ross.

Dice con tranquilidad

Y yo soy tu padre—mi atención viajó al último chico, al del caminillo de tatuajes...

Y con mi mirada puesta en él, le digo:

—Tú...tu eres Aegan. Aegan Cash.

Oh mierda, no es cierto ¿o sí? ¿Es real?

.................................................................

Nota de Autor: Hola, espero hayan llegado hasta aquí y les haya gustado, ahora díganme...

¿Qué opinan?

De todos los que aparecen en este crossover ¿Cuál es su personaje favorito?

No olvides votar y comentar, se los agradecería.

Continue Reading

You'll Also Like

367K 37K 94
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
332K 49.8K 38
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
129K 6.3K 31
Ambos viven en la masía. Desde que se conocen Héctor siempre la ha molestado. Y ella no piensa nada bueno del él. Pero todo cambiará tras un trabajo...
193K 5.3K 32
﹝🐍﹞ ── Traducciones de historias sobre los Slytherin Boys