Al abrirlo, mira fijamente el nombre escrito en la primera hoja.
Azul Estefanía Esters Cristal.
Memorias
Curiosa, le da la vuelta a la primera hoja, notando que algunas habían sido arrancadas. Confundida, paso las yemas de sus dedos por aquellas líneas disparejas y rasposas. Para seguido desviar su atención a las letras plasmadas en el papel.
Septiembre 9 de 1647
Las pesadillas son constantes, y me hacen temer cerrar los ojos y caer presa de Morfeo, que genera esa pesadilla una y otras. Yo ardiendo en llama, la sensación es tan real, tan dolorosa que hace enloquecer, encontrando solo alivio al abrir los ojos. He tenido últimamente pesadillas, y siempre es la misma. En ella muero. Le conté a mamá, dijo que no me preocupara, que no significaba nada, pero si es así, ¿Por qué me ha dado su rosa de cristal?, aquella que ocultaba en la chimenea.
Septiembre 17
Mi madre ha enfermado, y aunque mi padre justifica que es un resfriado, luce muy preocupado. A diferencia de mi hermano, que le resta importancia tanto al malestar de mi madre, como mi temor al sueño. La única a la que le parecemos importar es a nuestra ama de llaves, Anyi, que cuida cada día de ambas, incluso de mi padre.
Septiembre 28
Anyi me ha confesado que es bruja e inmortal, porque la atrape intentando curar a mamá, algo que no logro, pues sigue en cama. Y no sé si creer en Anyi o temer de ella. Al estar sola en casa, porque mi hermano se marchó con papá, en busca de medicina.
Octubre 8
Mamá a muerto, y papá está destrozado, no sé qué hacer, me siento tan sola y asustada, sin mamá, sin papá y sin mi hermano, con quien mi padre tuvo una discusión, y marcho de casa.
Octubre 20
Siempre me dijeron que tuviera cuidado, porque nunca nada es lo que parece, pero jamás creí que eso aplicara conmigo. Solo estaba molesta, porque una chica del pueblo me dijo que mamá ahora está en el infierno al tener una hija como bruja. Yo no quería hacerle daño, solo deseé que cayera de la rama de la cual estaba colgada, la cual se rompió de inmediato y la hizo caer, fracturándose un brazo.
Noviembre 20
El tiempo es lo que me ha faltado durante estos días, pues luego del accidente de Lorena, vinieron más, estaba asustada, porque quizá era una bruja, incluso de mi mano salía fuego, pero Anyi y papá me explicaron que no era una bruja, sino algo más allá, que ni ellos podían explicar, pues era hija de ángel y una guardiana celestial.
Al principio me asusté porque sentía que no conocía a mi familia, e incluso a mí misma, pero papá y Anyi me estaban ayudando a adaptarme a esta nueva yo.
Diciembre 25
He aprendido utilizar algunos de mis poderes durante este tiempo, y por ello mi padre me ha recompensado, con la rosa de cristal que tanto cuidaba mamá, y ahora decía que era mi turno de cuidar de ella, al pertenecer a ese jardín del cual mi madre fue guardiana.
Enero 1 de 1648
Ver visiones, podría ser unos de mis poderes más aliados, pero a su vez, el más aterrador, porque me muestra el futuro, ese en donde me muestra a mi hermano llegar a casa, siendo un brujo, y yo morir en manos de una bruja, al cual no podía verle el rostro, por la rosa de cristal.
Enero 12
He estado planeando algo a escondidas, por el bien de la rosa y mis seres queridos, pero parece que no fui lo suficiente discreta porque los arcángeles han enviado a un ángel que se hace llamar Ariel. Lo han hecho aparecer frente de mí para que vea sus advertencias, cuando no soy yo el enemigo, pero supongo, que para ellos nadie es aliado.
Enero 22
El ángel ha despertado, y al igual que los arcángeles, piensa que no me he dado cuenta de su juego. Por otra parte, he indagado en su mente mientras dormía, descubriendo que tiene la misión de quitarme la rosa y llevarla a su lugar de origen, algo que está fuera de su alcance, porque los únicos que pueden encontrar el jardín, son los descendientes.
Mayo 31
Hace mucho que no escribía, ante la intensidad de las cosas que he descubierto y tenido que pasar. Empezando por el hecho de que he dejado que Ariel se acerque a mí, algo que mi padre como Anyi no les resulta de su agrado. Pero lo necesito de mi lado para vigilarlo, como de igual manera sé que aquella bruja que maldijo mi futuro me observa. La cual ha estado controlando a mi hermano, obligándolo a borrarme las visiones que vienen a mí al dormir.
Junio 17
Hoy, mientras pasea por el río en compañía de papá, me contó su historia, de cómo cayó del cielo y conoció a mamá, así como brindo el conjuro más poderoso de todos, ese que te hacía reencarnar en una hoja de papel, que luego de leerlo me hizo quemar.
Levanta la vista cuando el diario le es arrebatado bruscamente de la mano.
—¿Qué demonios sucede contigo? —pregunta Ariel molesto— me voy unos minutos y tú revisas mis cosas.
Calix se pone de pie.
—No tienes derecho sobre él, no te pertenece.
El ángel ríe con ironía.
—Es la justificación más tonta que he escuchado, por husmear en algo que tampoco es tuyo. —Calix desvía su atención a la cadena de ángel colgando.
No podía permitir que Ariel descubriera por medio de él que ella era Azul, y solo había una manera, una que incluso le costaría la verdad de quien era realmente ella.
—Lo lamento —la miró confundido, pero entendió todo cuando el diario se encendió en llamas.
Ariel soltó el diario, ante el fuego gris. Él lo sabía, sabía el poder que tenía ese fuego, de lo letal que podía ser incluso para un ángel el roce de la llama.
Ariel dio un paso a Calix, con el deseo de lastimarla reflejado en sus ojos.
—No te temo, ni temo hacerte daño —dijo la chica, él se detuvo ante sus palabras —. Ahora sabes del peligro que corres a mi lado, así que márchate.
—No lo haré —dijo, algo que la tomo por sorpresa—. Has quemado el diario que me ayudaría a saber qué pasos con ella, no entiendo tus razones, pero no me rendiré, descubriré que fue lo que realmente paso con Azul.
¿Por qué?, ¿Por qué no solo la olvidaba?, ella ya no existía, aunque ese diario y todo apuntara que ella era Azul.
—Iré a buscar más de leña para el fuego, comienza a oscurecer —menciona, marchándose de nuevo.
Cuando lo perdió de vista, se acercó a donde había dejado caer el diario, en busca de la cadena. Apartando las cenizas, se mostró aliviada al verla intacta. Tal vez después de todo el fuego no podía destruir cualquier cosa.
Al tomar la cadena entre sus manos, se percata de un pequeño papel que un se sigue consumiendo. Con los dedos apago el fuego y levanto el pequeño papel, para leer lo que decía.
El guardián, que cuidara del último portal, es...
Así que había sido Azul quien puso los guardianes en los portales. Se puso de pie y miró hacia la cueva, pensando en las sirenas. Definitivamente, ya sabía a donde podía estar el siguiente portal.
Avanzo hacia la profundidad de la cueva, pero se detuvo al recordar a Ariel. ¿Por qué dudada en mancharse sin él? Solo era un estorbo. Dio otro paso, pero se detuvo de nuevo. No le debía nada, estaba cien por ciento segura que le mentía la mayoría del tiempo, que era un riesgo tenerlo a su lado porque era capaz de apuñalarla por la espalda, pero también sabía que su compañía era lo que evitaba que temiera a cada paso que daba.
Soltando un suspiro, tomo lugar cerca de la manta y cubrió su cuerpo en espera de Ariel.
Tan pronto Ariel regreso a la cueva, se puso de pie.
—Sígueme —le ordeno, sin darle una explicación.
Cuando estuvieron a punto de llegar al cenote, se detiene y mira.
—Espera aquí —ordena.
Al ver que obedece, avanza al final del camino y se adentra al cenote. Las sirenas se acercan a la orilla al verla.
—Necesito saber algo —dice Calix— y quiero que sean realmente sinceras conmigo.
Ellas se miran entre sí. Ante su silencio, decide continuar hablando.
—Ustedes dijeron que eran guardianas del cenote, eso quiere decir que saben todo sobre ellas —Asienten—. Entonces contesten una pregunta, ¿quién le ha encomendado ser las guardianas de estas aguas? —pregunta.
‹‹Azul. ›› contesta Zoé y sus compañeras la miran.
Pero, si Azul realmente coloco los guardianes, ¿Por qué aquel lobo intento atacarla?
Quizá él no quería atacarla, quería mostrarle el portal al creer que Ariel era un peligro, por qué ¿cuál otro sería el significado del color de sus ojos?
—El portal es el siguiente portal, ¿no?
Ellas se miran entre sí de nuevo.
‹‹Sí. ›› Contesta de nuevo Zoé. Sus compañeras le enseñan los colmillos ‹‹Chicas, ella es Azul, no hay motivo para ocultarle nada. ›› Dice a su defensa. ‹‹Calix, la razón por la que no dijimos nada antes, es porque ningún guardián te puede decir a donde están los portales, al menos que estés en peligro. ›› Eso explicaba la teoría del lobo
—Ustedes saben o conocen cuáles son los guardianes de los otros portales, o cuantos más hay antes de llegar al jardín. —Niegan.
‹‹Tú nunca no los quisiste decir para proteger los portales. ›› Confiesa Hari.
—Hay una cosa más, necesito que me ayuden a traspasar el portal, pero no vengo sola, Ariel me acompaña.
‹‹Él no debería estar aquí, Azul... ››
—Lo sé, pero lo necesito —confiesa la chica. Ellas dudan, pero al final asienten.
‹‹Bien, pero cuídate de él, no es de confiar. ›› Estaba más que segura de ello.
—Otra cosa, él no sabe que soy Azul, por lo tanto, no lo mencionen.
‹‹Como no te reconocería, eres un reflejo de ella. ›› Menciona Hari. ‹‹Al menos que haya un conjuro de por medio. ›› Agrega.
—No importa la razón, es mejor así —dice Calix
Dicho eso, sale de cenote para ir por Ariel.
—Sígueme —ordena, al estar de nuevo frente a él.
Al entrar, Ariel mira con interés a las sirenas y después a Calix, ahora entendía por qué Azul no le permitía adentrarse a la cueva.