🪶CAPÍTULO 22: Giros inesperados🪶

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Cayo sobre el húmedo suelo, mientras por sus mejillas se deslizaban algunas lágrimas. Apuño sus manos, quedando atrapada entre ellas tierra y hojas secas. Su vida ha dado un giro inesperado en un solo día, perdiendo a su familia y amigos. Todo por culpa de una estúpida rosa que todos quieren desesperados sin saber por qué. Mirando la rosa aun en su mano, murmuro un hechizo que provoco que esta desapareciera y fuera ocultada en un lugar seguro, en espera de ser llamada de nuevo por Calix.

Levantando el rostro, limpio sus mejillas, y se puso de pie, avanzando sin ningún rumbo fijo. Hasta que un rio se atravesó en su camino y le impidió el paso.

Frustrada, se dejó caer en la orilla, y contempló todo a su alrededor, apreciando cada movimiento del agua, de los pinos y sonidos provenientes del bosque, en busca de que eso despegara su mente y le trajera, aunque sea un poco de paz.

—¿Qué parte del «déjame en paz», no entiendes? —Preguntó, al percatarse de su presencia.

Su silencio fue la respuesta, por lo que lo miró.

—¿Qué haces aquí, Ariel?

—Creo que no necesitas que te conteste eso —dice.

—¿Por qué todo se tiene que tratar de la rosa?

De nuevo, se quedó en silencio.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —preguntó Ariel.

—Depende

—Depende de ¿Qué?

—En si me conviene o no darte la repuesta correcta —dijo a Ariel.

—No confías en mí. —Calix sonrió con ironía.

—No confió en nadie —confeso.

Ambos mantuvieron la mirada fija uno en el otro, hasta que el hablo de nuevo.

—¿Cómo conseguiste la rosa?

—Por qué me haces esa pregunta, tu estuviste ahí —dice—. No lo niegues, sé que eras el chico que me perseguía con la daga —centra su atención en la corriente del rio—. Al principio no me di cuenta, pero luego cometiste el error de utilizar el mismo diseño de daga en el segundo ataque —lo miró—. No creo en las coincidencias Ariel. Pero contestando a tu pregunta, sabes muy bien que yo no la encontré, ella me encontró a mí. Ahora dime tu, ¿por qué todo el mundo quiere esta rosa tan desesperadamente?, al límite de matar para obtenerla.

—El mundo mágico cree que esa rosa es un mito, pero aquellos que la hemos visto sabemos que es real, y lo poderosa y peligrosa que puede llegar a ser —informa—. Claro, todos tenemos propósitos diferentes —menciona—, al igual que es especial de diferente manera.

Guarda silencio por un momento, perdido en algún rincón de su mente entre sus pensamientos.

—¿Tienes dónde quedarte hoy? —Calix le mira con cierta diversión.

—¿Qué?, acaso piensa hacer tu obra de caridad del día conmigo.

—Tal vez —dice el chico, comenzando a avanzar, pero al ver que Calix no se mueve de su lugar, se detiene y le voltea a ver—. No te pediré que confíes en mí, tu ideología de no confiar en nadie me agrada, pero si te pediré que vengas a mi casa, estos lugares por la noche pueden volverse tu peor pesadilla.

Ella se mantiene inmóvil, dudosa a aceptar su propuesta, pero al final decide seguirle, porque sabía que no mentía, Flynn le había contado, de los demonios que solían cazar en el bosque, así como aquellos seres llamados tenebris, quien solo mataban por diversión. Sin mencionar que una vez tuvo una desagradable experiencia con un ser que intento ahogarla.

Mi Secreto: La Rosa De Cristal. (Libro I)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora