🪶CAPÍTULO 11: Ángel estancado🪶

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El fuego la abrazaba, quemando cada parte de su piel. El dolor era tan intenso que su cuerpo temblaba. Intento respirar cuando el aire de sus pulmones comenzó a agotarse, pero le era imposible porque su cuerpo no reaccionaba a ninguna de sus órdenes.

Su mirada se encontró con la luna, y lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

—Papá —susurro, expulsando el último aire de sus pulmones.

Abrió sus ojos de golpe y corrió a la ventana, en busca de aire al sentir que no podía respirar. El fresco aire de la temporada de lluvia se impactó contra su rostro. Cerro los ojos y exhalo con dificultad, ante el ardor de su pecho.

—Buenos días, cariño —bajo la vista al jardín, encontrándose con su padre, arrancando la maleza de las plantas.

Calix solo le dedico una mirada y se apartó de la ventana.

Lack lucio confundido ante aquello, y miro en dirección a su esposa, quien lavaba los trastes. Dani lucio confundido ante la mirada de su esposo.

—¿Qué? —pregunta.

—¿Desde cuándo Calix es tan antipática?

—¿Desde cuándo? —luce divertida—. Tu hija siempre ha sido antipática, pero hoy ha de estar molesta porque la llevaremos al doctor.

El hombre continuó cortando el jardín, inquieto por el comportamiento de Calix, a pesar de las palabras de su esposa. Conocía bien a su niña, y sabía que algo no andaba bien, lo noto desde que Calix lo envolvió entre sus brazos a su llegada.

Unos minutos después, Calix entro a la cocina de mal humor.

—¿Nos vamos? —pregunta.

—¿No desayunarás antes?

—No tengo apetito —dice a su padre, observando a su madre lavar sus manos y secarlas después con una toalla de cocina.

—Necesitas comer algo cariño —menciona Lack.

—Lo haré regresando del hospital, al cual estoy siendo obligada a ir —expone.

Lack sonríe y acerca hacia ella, tomando su rostro entre sus manos.

—Lo hacemos por tu bien, entiéndelo, así que quita esa cara —le da un beso en la frente, para después liberarla y caminar hacia la sala.

Calix lo siguió de mala gana, mientras su madre cerraba la puerta trasera.

Al entrar al auto, noto la mirada de su padre por el retrovisor.

—Ya te dije que quites esa casa —menciona.

—No tengo otra, que quiere que haga —Lack sonrió sin poder evitarlo.

—Eres demasiado resentida —murmura.

—De tal palo tal astilla —contesta Calix.

—Eso lo sacaste de tu madre, no de mí —expone— de mí obtuviste la belleza e inteligencia —Calix sonrió ante aquello—. Ves, no es tan difícil cambiar de cara, ¿no?

Cuando su madre entra al auto, les dedica una mirada a ambos.

—¿De qué hablan? —pregunta, al ver que callan ante su presencia.

—Del clima cariño —dice Lack, compartiendo una mirada cómplice con Calix.

Lack encendió el auto y comenzó a avanzar. Calix tomo aquello como la oportunidad para escuchar música, por lo que se colocó los auriculares y dejo sonar Highly Suspect. Se recargó en el asiento y cerro sus ojos para disfrutar mejor la música.

Mi Secreto: La Rosa De Cristal. (Libro I)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora