🪶CAPÍTULO 13: Han Burger🪶

11.9K 957 9
                                    

«Tus padres han llamado, les he dicho que estabas dormida. Nos vemos mañana a las 6:00 p.m en Han Burger, para hablar con más tranquilidad y sin distracciones.»

Levanta la mirada de la nota entre sus manos, y baja del auto, mirando con detenimiento el lugar, el cual estaba repleto de estudiantes, algunos charlaban, otros bromeaban o bailaban al ritmo de la música que estaba lo suficiente alta para escucharse desde la esquina. Desvió la mirada a la entrada, en donde dos sujetos parecían discutir con intención de iniciar una pelea. No entendía como Flynn pudo pensar que ese sería un buen lugar para hablar.

—¿Quieres que venga por ti? —Preguntó Lack, algo desconfiado en dejar a su hija en ese lugar, lleno de jóvenes hormonales.

—No papá, Flynn me llevara. —Asintió. Bueno al menos estaría con ese chico, que parecía de confiar.

—Bien, mantente alejado de los chicos, a excepción de Flynn. —Calix le dedico una sonrisa ante su forma celosa de decirlo.

—Está bien, regresa a casa, mamá te espera para cenar.

Asintió y encendió el auto para marcharse.

Calix avanzó con duda hacia él local, seguida por algunas miradas. Desde que se mudó, nunca había venido a este lugar, a pesar de ser muy popular entre los estudiantes.

—Hola bonita —saludó un joven de tez morena y ojos marrones cuando paso por su lado. Lo ignoro y continuo con su camino.

Al entrar al local, el cual estaba completamente lleno, busco a Flynn, pero no lo encontró por ningún lado, incluso espero cerca de la puerta del baño de hombres para ver si estaba ahí.

Algunos minutos pasaron y se preguntó si realmente Flynn vendría. Sacando el móvil del bolsillo de su pantalón, checo si tenía mensajes o llamadas de él, pero no había nada.

Estoy en Han Burger, ¿vendrás? Escribió y mando el mensaje de texto.

Pero no hubo repuesta inmediata, por lo que al ver una mesa vacía fue hacia ella. Ya estaba aquí, así que al menos comería algo antes de irse.

Cuando su hamburguesa especial y malteada de fresa llegó, comenzó a comer, mirando en breves momento su móvil en busca de señales de vida de Flynn. Al final, resignada y aceptando haber sido plantada, miró hacia el cristal de la ventana, y se percató que Daya la señalaba, recargada en un auto en donde la rodeaban varios chicos. Desvió la mirada de ellos y se concentró en su hamburguesa.

Daya tenía reputación de fácil, pero realmente no le importaba, cada uno sabía cómo vivir y disfrutar su vida. Pero lo que si le importaba era el hecho de que la señalara y hablara sobre ella a aquellos chicos.

Al terminar su hamburguesa y pagar la cuenta, salió del local, y se dispuso a marcar a su padre mientras caminaba por el estacionamiento y pasaba cerca de Daya y sus amigos, quienes la siguieron con la mirada.

Torció su boca, cuando el celular le anuncio que no tenía saldo. Dejo viajar su mirada a la calle, la cual estaba algo oscura. Su casa estaba bastante lejos, y por alguna razón temía irse caminando sola, optando como mejor opción esperar un taxi.

Los minutos pasaron y nunca apareció un taxi, por lo que comenzó a ponerse nerviosa, y más cuando escucho unos pasos venir hacia ella.

—¿Qué pasa rarita?, acaso te dejaron plantada —preguntó Daya detrás de ella, más no contestó—. Mis amigos y yo podemos llevarte, pero si primero te diviertes con nosotros.

De nuevo permaneció en silencio, ignorando su presencia. Ante aquello la chica se enfadó, por lo que tiro de su cabello y la hizo mirarla.

—Te estoy hablando perra —su aliento golpeo el rostro de Calix. Olía a una mezcla de alcohol y cigarro.

Mi Secreto: La Rosa De Cristal. (Libro I)⭐Where stories live. Discover now