Mi Secreto: La Rosa De Cristal. (Libro I)⭐

🪶CAPÍTULO 15: La heredera del príncipe hada🪶

La mejilla de Flynn ardió, ante la bofetada de su madre.

—¡En qué demonios estabas pensando! —Grito su madre.

—No estoy haciendo nada malo —justifico.

—Crees que engañar a alguien, y utilizarla solo para obtener información que le brindaras a alguien que desea lastimarla, no es hacerle daño a alguien —pregunta—. Tú realmente estás mal Flynn.

El hada no dice nada, permanece con la cabeza gacha, lo que desespera a su madre.

—Dile algo Kale —dijo la mujer a su esposo, quien estaba sentando en el sofá observando la escena.

—No tengo nada que decir —se cruza de brazos— él ha elegido su camino, nada cambiara con un regaño —mira a su esposa.

—No puede ser, siempre es lo mismo contigo, nunca opinas nada, lo mismo ocurrió cuando Max...

Flynn levantó la mirada ente la mención de su hermano mayor, quien rara vez era nombrado en casa.

—Max también elegio un camino, que le trago grandes consecuencias y pagara eternamente —mira a su hijo—. Al menos Flynn, cuando la sede intervenga, será castigo por un breve tiempo para limpiar su error —soltando un suspiro, se pone de pie—. Nuestra familia está destinada a la vergüenza —agrega con cansancio, avanzando a la salida.

Cuando su esposo cerró la puerta detrás de él, regreso su atención a Flynn.

—Es una suerte que el príncipe hada este desaparecido, ha sido tendrías más que un castigo por ayudar a dañar a su única heredera —las palabras escaparon de su boca antes de poder contenerlas.

Pocos seres sabían que Calix era la heredera del reino de las hadas, pues Brindy había sido muy cuidadosa al compartir el secreto con ciertas hadas solo con el fin de cuidar y mantener vigilada a Calix, pues en la actualidad no podían confiar en nadie, y al parecer, tampoco en su propio hijo, al cual trajo a Hampshire, confiando que no sería un peligro u obstáculo, pero se equivocó. Y el alivio que alguna vez sintió, cuando supo que Calix se había vuelto amiga de Flynn, ahora se transformaba en miedo.

—¿Qué ha dicho madre? —La sigue a la cocina.

—¿En serio eres tan tonto Flynn? —Preguntó la mujer con enfado— ¿Por qué crees que te sientes tan cómodo con ella?, o ella te tiene tanta confianza, cuando no se ha abierto con nadie más —expone—. Quizá ella no sabe la sangre que corre por sus venas, y no entienda muchas cosas, pero tú si sabes que eres desde muy pequeño, por lo tanto, debiste al menos...

—¿Quieres decir que Calix es un hada? —interrumpe, sin ser capaz de procesarlo por completo.

—No exactamente, pero no pienso darte más información para que vayas y se la des a un ángel y traiciones más a tu especie —la mujer avanzo hacia la puerta que daba al jardín, pero se detuvo antes de salir—. Flynn, nuestro reino ya ha perdido mucho desde la guerra, y generado odio y desconfianza hacia nuestra gente por lo que causo nuestro rey, no le demos más motivamos para aborrecernos, menos, provoquemos atacarnos entre nosotros. El rey hada murió, por la propia mano del príncipe hada, algo que lo destruyo, y quizá por eso desapareció, sin tener la oportunidad de enmendar lo que hizo su padre, y las letales no están siendo de ayuda, desde que tomaron el cargo, no con las nuevas reglas que los está rigiendo el representante hada, así que no destruyamos a nuestra única oportunidad de enmendar todo y regresar la armonía y paz que existió alguna vez antes de la guerra. —Lo miró—. Hijo, te amo, como tu padre, te ama, ya perdimos nuestro hogar, nuestros reyes, y a nuestro Max, no queremos perderte también a ti, así no te pongas en peligro, y a su vez la pongas a ella —agrega, saliendo de la cocina.

A pesar de haber escuchado las palabras de su madre, su mente solo procesaba el hecho de que Calix era la última heredera de las hadas, la última heredera que existía en el mundo perteneciente a la realeza, al ser los demás cazados y asesinados por un ser desconocido, que impidió a toda costa que los reinos se levantaran luego de la guerra.

Flynn no lo entendía, ¿Cómo es que Calix podía ser hija del príncipe hada? Sí, era bella, pero su belleza no era extraordinaria como la que caracterizaba a los de la realeza del reino hada, lo que dejaba una nueva pregunta al aire, ¿Quién era la madre de Calix?

Y de esa pregunta, surgieron cada vez más, ¿El ángel lo sabía y por ello lo coloco a su lado ante el lazo de confianza que unía a las hadas?, pero, sobre todo, ¿Por qué siendo de la realeza, las letales, esos seres que protegían a las hadas, y actualmente eran consideradas la máxima autoridad entre todos los seres, no la tenían resguardada?, en vez de ser abandonada en la puerta de los Roma. ¿Es acaso que dé esa manera la estaban protegiendo?, o cuál era la razón para abandonarla en la dimensión Terra y con humanos sin poder.

Tenía demasiadas preguntas, con repuesta que serían imposibles de obtener. Pero al menos ahora está más que seguro, que debía proteger a Calix, porque parece ser que la rosa ya no es tan importante después de todo, solo era la pieza de algo más grande. 

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