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Un suspiro sale de sus labios; sus ojos están hinchados de tanto llorar, su cabeza da tantas vueltas que no puede ni siquiera permanecer de pie.
Colocando su mano en el barandal después de tambalearse y estar a punto de caerse de las escaleras.
La traición puede ser tan amarga.
Pero su ilusión había sido tan dulce.
Mordiendo sus labios con fuerza e intentando fingir que no había ocurrido nada; pero su mirada siempre la delataria.
Alzando la vista para ver a cierto hombre bajar las escaleras mientras ella intentaba con mucho esfuerzo subirlas; sus miradas se conectan por un segundo.
Una mirada indiferente.
Y unos ojos pidiendo ayuda.
Jules observa a Toji despegar la mirada de ella al instante, como si intentará evitar meterse a su vida, como si intentará alejarse lo más posible de ella.
Escuchando ruido blanco y viendo los labios de aquel hombre moverse mientras hablaba por teléfono.
A pesar del miedo, a pesar de los horrendos comentarios de muchos chicos de la preparatoria seguían, su mano se dirigió a la muñeca del hombre con desespero evitando que él siguiera su camino.
Fue entonces que la mirada de Toji no fue tan indiferente.
— S... Señor Fushiguro.— Su voz quebrada apena su puede sostenerse. Alzando la mirada para verle con lágrimas en los ojos.
Toji sintió el olor a alcohol provenir de Jules, estando tan ebria que apenas y podía mantenerse en pie. Refuña levemente y termina la llamada.
— Eres menor de edad, mocosa. ¿Qué diablos haces bebiendo?.— Su ronca voz hace eco en los oídos de Jules.
— N... No sé.. yo.. ayúdeme por favor.— Suplicó. Toji frunció su ceño confundido.
— M.. Mi madre, ella se molestará verme así y... rayos, no puedo seguir.
— Supongo que deberías imaginarte mi respuesta, mocosa.— Acerca su rostro al de ella hasta casi sentir como sus narices rozaron entre sí.— Pero me vale una mierda.
Sus ojos se abren con sorpresa al instante en que Jules se para de puntas, jala su muñeca sin importarle la fuerza que hizo. Tambaleándose levemente y tomando su cintura para evitar que cayera de las escaleras y él consigo.
La espalda de Jules golpea abruptamente con la pared. Sus labios están sobre los de aquel hombre, colocando sus manos detrás de su nuca para aferrarse a aquella sensación cálida que él estaba dándole.
Toji abre sus ojos de par en par al instante, observando a Jules con sus ojos totalmente cerrados y decorados con un par de lágrimas, besándolo. Solamente se quedó quieto.
Jules se aleja de él con sus mejillas rojas y sintiendo como su corazón le saldría del pecho.
— M... Más.— Susurro e intentó volver a acercarse a él.— Dame más, dame liberación.
La ebriedad de Jules no pudo percibirlo totalmente, pero los ojos de Toji la miraban con compasión, con aquella compasión que él siempre anhelo recibir.
Los labios de Jules que intentaban volver a besar Toji quedaron cubiertos por la palma de aquel hombre que le había detenido.
— Eres una cosita tan linda.— Sonríe ampliamente y acerca su rostro al de ella nuevamente.— Pero créeme que no quieres eso.
Jules aún mirando todo borroso solamente asiente con la cabeza. Él aleja su mano de los labios de aquella chica.
— S.. Sí quiero, yo.. yo.. no sé.. uhm.. Sólo que.. desearía quitarme está sensación, con otras manos...— Lleva su mano a su pecho y solloza.—....sólo quiero sentirme bien con alguien.
Toji solamente escuchaba a aquella chica sin decir nada, miro la pantalla de su celular observando que ya una mujer le había citado en un motel, luego miró a aquella chica.
Chasquea la lengua y se agacha levemente para tomar a Jules en sus brazos y cargarla en su hombro sin mucho esfuerzo, su mano se dirige a la falda de aquella chica para acomodarla evitando que se le miraran las bragas.
Jules quedó quieta sin saber que decir, solamente siente sus labios temblar. Escucha el sonido de las llaves del hombre y del como abre la puerta de su departamento.
Observando aquel lugar por primera vez, parecía un lugar totalmente sombrío, aunque no tanto como lo era su propia habitación; incluso su cama le daba repulsión, pero tenía que seguir allí.
Toji la baja y la sienta en su sofá para luego tomarla de la barbilla y obligarla a alzar la vista para verle.
— Si vas a beber de esa forma, asegúrate de estar con alguien de confianza, es muy fácil que alguien se aproveche de ti en este estado.— Le regaña y solamente observa cómo ella le mira fijamente.
Jules alza su mano y tímidamente acaricia la cicatriz de Toji, la yema de sus dedos tocan sus labios y entonces, sonríe temblorosamente.
— ¿Usted me va a cuidar, señor?.
— ¿Vas a pagarme por cuidarte? Podría considerarlo.
Jules recarga su frente en el pecho de aquel hombre y suspira pesadamente.
— Los chicos... son malos.— Susurra.— Desearía... jamás... haberme enamorado.. Desearía ser más lista.. Desearía haber podido gritar más fuerte.—Sus manos se colocan detrás de la espalda de Toji para abrazarlo.— Desearía... no haber tenido mi primera vez con él... desearía que.. ellos murieran por lo que me hicieron
Toji observa como Jules cae en sus brazos dormida ,sus brazos sostienen su cuerpo para luego recostar la en aquel sofá. Le quita sus zapatos y luego cubre su cuerpo con una sabana.
Parado justo frente a ella la mira dormir, aún con lágrimas acumuladas y con mechones de su cabello en su frente. Se pone de cuclillas justo frente a ella.
— Uh, chica tonta.
Se vuelve a poner adecuadamente de pie, colocando sus manos dentro de los bolsillos para dirigirse nuevamente a la salida. Antes de salir por aquella puerta, le dedica una última mirada.
— Ojalá que alguien pueda cuidar de ti, pareces ser una jodida molestia.
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Estando fuera.
Fuera de su cabeza.
Fuera de su corazón y mente.
Pude sentir como el deseo de gritos incesantes y la sangre en sus manos, llena cada pulgada de su ser.
Se puede ver en sus ojos; tan oscuros y penetrantes pidiendo sólo una cosa que planeaba obtener, matarlo.
Podía sentir un nudo en su garganta y del como aquellas paredes lo estaban sofocando, un par de palabras lo habían hecho desbordarse. Teniendo solamente el llanto de Jules y aquellas palabras que parecía haberse guardado por tanto tiempo, no podía ni quería imaginarse cuanto dolor había tenido que soportar.
Nada viene sin una consecuencia o un costo.
Y él no era del tipo de persona que esperaba el karma.
No dudo ni en un instante en entrar a aquel departamento sin permiso alguno, observando el lugar en dónde Jules había crecido y vivido, un lugar tan desordenado y que parecía tener impregnado los peores años de Jules; aparentemente toda una vida de dolor.
Igual que él.
Pero ella parecía ser el tipo de personas que quería ser fuerte y tolerar todo, hasta que se desbordó.
— Hey, tú, ¿Qué... Qué haces en mi depart..?
Le dedica una fría mirada y llena de deseo de sangre que incluso hizo que un escalofrío inundara su espina dorsal. Apretando su mandíbula y sus puños, queriendo liberar todo el odio que sentía en ese instante.
Buscando con la mirada a cierto pelirosado hasta que lo visualiza, saliendo de una habitación. Al instante Sukuna frunce su ceño para luego sonreír vulgarmente.
— Vecino, ¿Vienes a agradecer la ayuda que te d...?
— Hijo de puta.
Cerrando su puño con fuerza para luego impactarlo en su rostro con toda la fuerza que tenía, sin importarle si había usado lo suficiente para dejarlo inconsciente, aunque, quería que él lo sintiera, cada golpe, cada hueso que planeaba destrozarle, cada patada, que sintiera un dolor tan fuerte que suplicara misericordia, que él no planeaba darle.
Bajando la mirada para ver al pelirosado en el suelo, desorientado y tocando su nariz que había sido rota y de la cual comenzaba a salir sangre. Un grito de horror sale de los labios de la madre de Jules que miraba todo.
— ¿Q... Qué? ¡QUÉ DIABLOS TE SUCEDE!.— Elevando su voz alterado tratando de detener el sangrado.
Toji frunce el ceño ante esas palabras. Apretando sus puños con fuerza hasta que sus nudillos casi se tornaran blancos.
"— ¡Abusaron de mí!
— ¡Fue Sukuna! "
Chasquea su lengua irritado y solamente siente como lo tomaron del brazo intentando detenerlo, aunque justamente en ese instante, no servía de nada.
La madre de Jules intentaba alejarlo de Sukuna, aunque su fuerza no era nada en comparación de la de él que se limitó a empujarla lejos.
— ¡Usted no se entrometa perra de mierda!.— Exclama lleno de desdén mirando a la mujer apenas y vestida, llena de moretones por su piel y apestado a alcohol.
Le dedica una nueva mirada a Sukuna. Apretando su mandíbula y con sus mirada llena de una sed de venganza que no podía parar.
Justo ahora era un incendio.
Yse encargaría de volver ceniza a aquel tipo
Se coloca sobre él, puede sentir una punzada en su herida que hizo que soltara un quejido de dolor. Dolor, aquello en lo que parecía estar sumida Jules, aquello que ese tipo le había ocasionando.
Lo toma de la camiseta para acercarlo a él.
Sukuna trago saliva nerviosamente y se estremeció al instante en que aquellos ojos azulados se posaron sobre los de él. Pudo sentir la aspereza de la sangre que cargaba en su mitad, la furia que sentía, y que notablemente estaba jodido.
Muerde sus labios e intenta sacar una navaja que solía guardar en su pantalón, la saca rápidamente aunque, sus movimientos no pasaron desapercibidos para Toji que tenía años de experiencia, las personas luchaban hasta el final para intentar sobrevivir y para lograr huir de él, ninguno había logrado escapar con vida.
— He matado a más de 50 personas, idiota.— Pronuncia secamente para luego escupir en el rostro de Sukuna después de tomar su muñeca al instante en que sacó aquella navaja.
Mirándole con sumo desdén, notando como él comenzaba a desesperarse debajo de él; una sonrisa se plasma en los labios de Toji y humedece sus labios.
— No sabes como disfrutaré matarte, escoria de mierda.
Sukuna le miró horrorizado para luego soltar un grito desgarrador al instante en que Toji lo tomó bruscamente del brazo para doblarlo con fuerza hasta sonreír ampliamente cuando escucho un distintivo y tenue "crash"; un crujido que no había pasado desapercibido por sus oídos.
Le había roto un brazo.
Observó a Sukuna retorcerse del dolor y aunque el grito que salía de sus cuerdas vocales era totalmente alentador para sus oídos; no fue suficiente. Sus puños comenzaron a golpear su cuerpo, uno a uno, queriendo que sintiera tanto dolor como fuese posible.
Escuchando detrás de él como la madre de Jules gritaba desesperada que se detuviese, que no lo matará. Solamente pensaba en cómo Jules debió de haber suplicando.
Jules.
Su llorona vecina.
La chica que parecía haber sufrido una eternidad.
¿Cuanto dolor hay en su alma? ¿Cuánto tardará en desaparecer ese dolor?
Chasqueando la lengua al saberlo, el dolor jamás se iría, nunca lo hará, siempre estará allí. Lo sabía mejor que nadie; porque Toji también había estado encerrado en un dolor que parecía eterno, ya no duele igual que antes, pero sigue allí.
Dejó de ver.
Volviéndose un arma mortal en donde su liberación estaría en verlo muerto.
En una pérdida de cordura.
En dónde sólo quería más y más.
Quería la sangre decorando el piso.
Quería verlo y no reconocerlo por haber desfigurado su rostro.
Quería escuchar que suplicara y a pesar de eso, no parar.
El sudor cubre su frente y mechones de su cabello estaban pegados en su frente
Con los ojos totalmente abiertos y sin ver, con sus manos impregnadas de sangre y sus nudillos morados por cada golpe.
Sukuna tenía su mano alzada intentando tomarlo del cuello, aunque cada vez perdía más fuerza para mantenerse consciente.
❝¿Quieres que lo mate, Jules?
Sí, seguro quieres que él muera.
Yo quiero hacerlo.
Pudiese volverme el anticristo por ti.
Haría arder la ciudad como un maldito infierno, por ti.❞
Toji se pone adecuadamente de pie y coloca su pie sobre el abdomen de aquel pelirosado, saca un arma con la cual no duda en apuntarle, colocando su dedo en el gatillo.
— Te... Te mataré, haré que te maten.
— Já, ¿Me matarás? Si incluso te orinaste del puto miedo.—Coloca su pie sobre la entrepierna del pelirosado. — ¿Qué pasó? ¿No que muy matón?
— ¡Detente, maldito loco!.
Girando su cabeza para ver a aquella mujer castaña llorando; la madre de Jules. Solamente frunce el ceño y rueda sus ojos para volver a ver a Sukuna.
— Admito que no estoy muy cuerdo.— Su cicatriz se curva en una amplia sonrisa hasta mostrar su dentadura. — pero no soy un puto violador.
— D... Detente.
Había entrado a aquel departamento después de obligar a sus temblorosas piernas a ir tras de él, se había arrepentido de contarle a Toji. Cerró sus ojos con fuerza y cubrió sus oídos al instante en que lo último que miró fue como Toji golpeó con su pie la entrepierna de Sukuna, haciendo que un grito desgarrador saliera de sus labios.
"¿Por qué siempre tiene que haber dolor?
¿No puede simplemente terminar todo?
¿Por qué ocasionó tantos problemas?"
Jules siente como su madre la toma del brazo bruscamente para recargarla de manera abrupta en la pared, mirándola con sumo desdén y rencor. Una mirada pareció ser suficiente para romperla.
— Eres una perra, Jules.— Susurro su madre escupiendo sus palabras sin vergüenza alguna. — ¿Estás contenta? ¡Estás jodiendo mi vida! ¡Lo has hecho desde que me embarace de ti!
Toji gira su cabeza al instante en que escucha aquel nombre, mira a Jules recargada en la pared escuchando todo, guardando silencio y recibiendo todo.
La puerta se abre de golpe en aquel departamento, y de allí entran varias personas, Toji miró a aquel grupo de hombres que pudo reconocer vagamente; un grupo delictivo y que parecía estar aliado con el pelirosado.
La madre de Jules poseía un teléfono en su mano; parecía haber llamado a su pareja.
Mirando a Sukuna para luego ver a todos acercarse a él que se dedico a maldecir en susurro, intentó acercarse a Jules pero todos le rodearon. Sólo pudo ver como ella fue arrastrada en una habitación, jaloneada por su cabello por su madre.
— J.. Joder.— Chasquea la lengua y solamente los apunta con su arma. Ríe secamente al saber que no tenía balas suficientes para eliminar a todos.— ¿Se supone que yo debería ser el aterrado?.— Mira a todos sacar pequeñas navajas filosas.— Si no dejan que vaya por mi chica, los mataré.
— Acabas de golpear a mi hijo.— Pronuncia un hombre mayor pelirosado cubierto de tatuajes.
— ¡Eso no estaba en mis planes! En realidad... planeaba matarlo.— Pasa su pulgar por la comisura de sus labios quitando una mancha de sangre.
Toji solamente escucho como todos se acercaron para intentar atacarlo, mientras que miraba la puerta en la que Jules había entrado con su madre, queriendo acabar tan rápido para llevársela lejos.
A un lugar en donde su melancolía y dolor, donde las cicatrices y sus heridas, sanarán.
Jules soltó un jadeo al instante en que su madre le dio una bofetada y la dejó caer al suelo.
— ¡Qué diablos hace ese hombre contigo! ¡¿Qué diablos has hecho?!.
Jules solamente tocaba su mejilla que aún ardía por el golpe, lágrimas desbordandose por sus ojos y mordiendo sus labios con fuerza.
No debi decirle.
Es mi culpa.
Si lastiman lo único que quiero, no podré seguir.
No puedo seguir.
— Oh, ¿Te volviste su puta al igual que lo fuiste con Sukuna?. — Su madre despeina su cabello mientras ríe secamente.
Jules queda en silencio y siente sus labios titubear. ¿Su madre siempre lo supo? Era imposible, era imposible que ella lo hubiese sabido todo ese tiempo sin hacer nada.
En un repetido "no puede ser". Sus ojos se cristalizan.
— ¡No!... Él... El abuso de mí.— Su voz tiembla al instante y sus mejillas comienzan a humedecerse. — Sukuna ha abusado de mi por mucho tiempo, el... él... él me ha hecho mucho daño.
Su madre queda en silencio al instante en que esas palabras salen de los labios de su hija. Alborota su cabello y da un paso hacia enfrente para acercarse a Jules.
— ¿Y por qué no te callaste toda esa mierda?.
Quedando pasmada con aquellas palabras, lleva sus manos a sus oídos intentando que cesará; ¿Por qué hay tanto ruido? ¿Por qué no pueden desaparecer todos? ¿Por qué no simplemente yo puedo desaparecer?
Un nudo en su garganta evitando que alguna palabra salga, mordiendo sus labios con fuerza y deseando que parará.
— Si Sukuna muere... nos mataran a ti y a mí, ¿Entiendes eso?.— Mirándola amenazante y señalandola. — Y luego con ese hombre te tuviste que acostar, ¿Sabes qué los hombres como él sólo buscan un buen sexo? ¿Por qué te querría a ti? Una tonta que arruina la vida de cada persona.
— es...mi hogar.— Murmuró y alzó la vista para ver a su madre.— él es mi hogar, Erika.
Pudiese tener nada.
Pero él le hacía sentir todo, aún cuando ella ya no podía seguir de pie.
Intenta ponerse de pie, él vaivén de emociones estaba agotando con su energía; su rostro estaba pálido y se tambaleaba mareada. Se recarga en la pared de aquella habitación, su habitación.
Respirando agitadamente y llenándose de lágrimas al verse a sí misma en esa cama; aferrandose a las almohadas queriendo que se de tuviese, él escuchar el rechinido y el golpe de la cabecera de su cama cada vez que él estaba encima suyo.
— no entiendo porque....— Su voz tiembla.— ¿Cómo alguien ajeno a mí me ha dado todo lo que tú jamás has hecho por mí?
La mayor miró a aquella chica apenas y mantener sus ojos abiertos. Su mirada estaba pérdida, cubierta de lágrimas y sus piernas flaqueando.
— ¡Te detesto tanto, Jules! ¡Arruinaste mi vida!.— Su madre se acercó a ella sin importarle nada y la tomó de ambos brazos, sacudiendola con fuerza.— ¡Si jamás te hubiese tenido yo sería tan feliz! Tu padre quizá jamás se haya ido, ¡Jodiste mi vida!.
Jules mantuvo su mirada baja, escuchando ruido blanco y sintiendo como su madre sacudía su cuerpo. Deseaba que todo hubiese sido diferente, ¿Ella donde estaría ahora? Si hubiese tenido una madre cariñosa y un padre atento, ¿Qué sería de ella? En un eterno "hubiese" sabiendo que siempre sería un "nada".
— también te detesto.
Sus palabras salen en susurro.
Trato de no hacerlo, se había obligado a tratar de comprender a su madre; quería creer que su madre estaba enferma, que por eso jamás había ido a uno de sus festivales, que jamás la había felicitado en su cumpleaños, que jamás le había hecho saber cuán orgullosa estaba.
Y ni hablar de su padre, que estuvo casi toda su vida ausente.
Quizá por todo eso, estaba justo allí, enlazandose con chicos que no la querían y que jamás lo harían, incluso Toji probablemente no lo hacía realmente.
— ya no seré una molestia para ti.— Susurró.— espero que puedas estar bien y que seas feliz.— Alzó la mirada y miró a su madre observándola fijamente con su ceño fruncido.— eres mi madre, pero jamás te perdonaré todo lo que me hiciste pasar. Sólo quise que me quisieras, yo siempre desee que fuéramos una familia.
Su madre la suelta al instante de aquellas palabras, retrocede un par de pasos mirándola horrorizada. Los ojos azulados de Jules la observaron; eran tan fríos, como el hielo mismo y a la vez, podían llegar a ser tan abrumadores, la fría escarcha consumiendose en ardientes flamas.
— ¡Ojalá te mueras! ¡Ojalá que el padre de Sukuna te mate a ti y a ese infeliz Fushiguro!
Jules aún con lágrimas en sus ojos aprieta sus puños con fuerza y justo entonces, sin controlarlo, acerca su mano a su madre para darle una bofetada.
"— Ojalá te mueras."
Era justamente lo que ella deseaba, morir y acabar con todo, pero que se atreviera a decir eso de Toji, no le agrado ni un poco.
— ¿Q... Qué..? ¡Qué te sucede!
— ¡Créeme que justo ahora desearia colgarme del maldito techo!.— Exclama entre lágrimas.— ¡Pero al señor Fushiguro en tu perra vida vuelve a nombrarlo y yo misma te mato!
Su madre tocó su mejilla que ardía por la bofetada que Jules le había dado. Aquella castaña solamente le dedica una última mirada que hizo que se erice su piel.
— ¡Si te atreves a dejarme me mato!
Jules se detiene un segundo, muerde sus labios con fuerza para luego soltar un leve sollozo.
— Me da igual si lo haces, sólo espero jamás encontrarme contigo en el infierno que nos espera.
Abre la puerta y sale de allí para escuchar a su madre gritar detrás de ella, al instante en que sale observa varios cuerpos en el suelo y a Toji sobre uno golpeandolo.
Era el padre de Sukuna.
Se acerca a él rápidamente y lo abraza por detrás, recarga su frente en su espalda y suelta un sollozo.
— vámonos a casa.— Susurra entre lágrimas.
Él era su hogar.
Él era su familia.
Él era lo único que tuvo.
Quizá era lo que necesitaba para intentar sanar.
Sintiendo las frías manos de Jules envolver su pecho deteniendolo y volviendo en sí. Suspiro pesadamente y solamente soltó una tenue risa.
— Joder, ya no tenemos donde vivir, jodimos todo.
Toji se quita encima del padre de Sukuna al verlo balbuceando cosas sin sentido. Tambaleándose levemente y con varias cortadas en su cuerpo, no había salido ileso pero había acabado con todos.
Sosteniendo una arma para apuntar a Sukuna que estaba inconsciente en el suelo.
— Que lo mates... no me devolvera nada que él me quito.— Susurró.
Toji gira su cabeza para ver a Jules acercando tímidamente su mano a la de él que estaba manchada totalmente de sangre y sus nudillos heridos de tantos golpes. Quiso alejar su mano de ella, ella no debería tomar una mano así de jodida, aunque ella terminó por tomarla.
— Él no te arrebató nada, Jules.— Murmuró.
Jules estaba concentrada en su mano con la de Toji, intentando entrelazar sus dedos pero no lograba hacerlo, no encajaban. La mano de Toji era más tosca y grande, y la de ella era tan suave y pequeña.
— Deberíamos salir de éste lugar de mierda, seguro los vecinos ya estarán de locos llamando a la policía.— Refuño Toji y ladeo su mirada para ver a Jules. Una sonrisa se formó en su rostro.
— Toji Fushiguro.— Giran su cabeza para ver a la madre de Jules recargandose en el marco de la puerta para luego cruzarse de brazos.— No eres un loco, pero sí estas enfermo, ¿Huir con una chica que bien pudiese ser tu hija?
Toji frunció el ceño y apretó su mandíbula. Jules solamente bajó la mirada y suspiro.
— Ma.. Maldita perra, yo...
— Cállate.— Alzó la mirada para ver a su madre.— Y deja de meterte en mí vida, no es como si te interese, jamás te intereso.
Mirando impactado a Jules para luego salir de aquel departamento que estaba impregnado de sangre y personas heridas. Paredes impregnadas en un eterno dolor.
Al instante en que Jules pisa fuera del lugar en donde vivió, deja de tratar de fingir ser fuerte, sus piernas ya no pudieron mantenerla en pie, flaquearon.
— Oye.
Toji rápidamente la toma de la cintura aferrandola a él, y solamente observa como ella mordía sus labios con fuerza hasta que observo gotas de sangre en sus labios.
— Linda... Joder... puedes caer, estoy aquí. Siempre tendré fuerza para sostenerte.
La fuerza de Jules se desvanece y ya no puede mantenerse de pie. Toji termina cargando a Jules en su espalda, sintiendo como ella ocultaba su rostro en su cuello.
Regresaron al departamento de Toji por unos minutos.
Una vez dentro del departamento, Toji a prisa comienza a hacer una maleta queriendo llevarse cosas importantes; aunque realmente no tenía mucho.
Todo el dinero que había reunido cuando se fue lo guardo en la maleta, quizá era suficiente para vivir bien por un tiempo; tiñiendo los billetes con sangre que aún había en sus manos.
Chasquea su lengua rápidamente para correr hasta el lavamanos y tallar sus manos hasta que quedarán libres de toda mancha, aunque sus nudillos aún mostraban lo que había hecho.
Colocándose una camiseta negra limpia para luego tomar la maleta en manos, se dirige hasta Jules que lloraba mientras estaba sentada en aquel sofá.
"— ¿Usted va a cuidarme, señor? "
Toji se devuelve hasta ella, toma el gorro de la sudadera de ella para colocarlo sobre su cabello. Se agacha levemente para que su rostro estuviese a su altura.
Alzando la vista para ver a Toji que le dedicaba una tenue sonrisa, secando sus lágrimas con sus pulgares.
— no.. no sé si pueda seguir, todo duele.— Confiesa llevando su mano a su pecho.— ¿Y si te lastimó a ti también?.
El caos desatandose.
En un lugar donde de forma incesante y eterna se oirá su llanto.
En un lugar donde conocio al gran error de su vida y donde también conoció al hombre que le daba la protección que tanto anhelo.
— Oh, pequeña.— Acerca su rostro al de ella, su mano se coloca detrás de su nuca y solamente humedece sus labios.— si tu llegas a lastimarme, créeme que lo disfrutaré tanto, aunque... — Acerca sus labios a los de ella y roza sus labios sobre los de ella.
Su cuerpo aún desbordando en adrenalina y su corazón latiendo con fuerza, desconociéndose a sí mismo.
— es imposible que una chica tan linda como tú, llegue a lastimar a un maldito idiota como yo.— Susurra. Sus ojos entreabiertos miran a Jules, queriendo esperar una señal que le permitiera seguir.
Jules sentía la mano de Toji detrás de su nuca y sus labios sobre los de ella, en un roce inundado por el deseo de más.
— quiero jodidamente besarte antes de dejar éste lugar.
Jules mira de reojo aquel departamento, un escalofrío inunda su cuerpo de sólo saber todo lo que había sucedido.
Lo tuvo nada.
Después un poco.
Y ahora un todo.
4 paredes que albergaban sus mejores recuerdos con él, pero opacados con el peor de todos.
Enreda sus manos en su cuello para besarlo; si está sería la última vez que pisaria ese departamento, ese edificio, quería que todo quedará en un fugaz beso que intentará calmar su alma.
Sus labios moviéndose de forma insensante queriendo quedarse, queriendo quedarse en el instante en que Toji estaba dispuesto a todo por ella.
Queriendo que él le quitara el aliento y la hiciera olvidar todo; deseando que él fuese más fuerte que el licor o cualquier droga que consumiera para que dejará su mente en blanco a cada instante y a cada minuto.
Alejándose pero estando aún tan cerca.
— Soy tuyo, Jules.
Jules solamente recarga su cabeza en su pecho y toma la mano de Toji, la yema de sus dedos acarician los nudillos heridos de aquel hombre.
— lo intentaré.— Susurro para si misma.
Aún queriendo que todo fuese negro pero, la pequeña luz que le estaba mostrando Toji quizá era lo suficiente brillante para sacarla de aquel pozo.
— ¿Podrías esperarme?.
— No me rendiré contigo, pequeña.
La mano de Toji despeina su cabello y Jules, siente sus labios torcerse, alza su mirada y aunque las lágrimas brotan de sus ojos le sonríe.
— ¡Gracias, señor Fushiguro!
Saliendo de aquel departamento con una maleta en manos y sin rumbo alguno. Toji tiene su mano sobre la cabeza de Jules haciendo que baje la mirada para que no viese todas las jodida miradas que les dedicaban los vecinos.
Mirandoles con indiferencia, para luego torcer su cicatriz en una amplia sonrisa. Haciéndoles saber que pudieron joder mucho, pero al menos ya no.
Saliendo del departamento y siendo recibidos por el cielo decorado con nubes esponjosa cuán algodón. Sintiéndose parte del viento al estar liberados.
Pidiendo un taxi para luego subirse. Jules solamente recarga su cabeza en el hombro de Toji y toma su mano.
Entrelaza sus dedos con los de él, no logra encajar, su mano era tan pequeña en comparación a la de él. Arruga su nariz levemente y solamente obtiene una risa de Toji.
— No encajara, tonta.— Ríe mientras despeinaba el cabello de Jules.
— podemos tratar.
— Sí, podemos tratar.
Toji solamente entrelaza sus dedos con los de ella y se aferra a no soltarla.
❝ ¿Dónde estuviste toda mi vida?❞
"¿Por qué no pude impedir que te jodieran?"
❝¿Me esperaras una eternidad si es necesario?❞
"¿Qué hiciste para que terminará tan malditamente mal por ti?"
❝ Nunca tuve a alguien a quien aferrarme.❞
"No pude proteger a alguien a alguien que me importaba."
❝ Estuve sola.❞
"Termine solo"
— Dime algo que no olvidaré, pero que tengas que volver a decirme.
— Oh, Jules, haría todo lo que pudiese, huiria y me esconderia contigo.
"Quédate conmigo y olvidate de todo.
La presión de los días.
Haz lo que digo y te haré jodidamente muy bien.
Me llevaré lejos las imágenes y malditos recuerdos que atacan tu mente.
Hagamos de éste desastre, nuestro."
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I'm okay.
FUCK. A AAAAAAH.
MI CARITA JUSTO AHORA ES ESTÁ "🥰". ES QUE TOJI FLECHADO ME PARECE SÚPER LINDOOOOO.
Hacer a un Toji "romántico" es totalmente asdfghjklñ, osea, siento que a pesar de su actitud grosera y que parece que le vale una mierda todo, en realidad no es así, oseaaa, estoy enamorada.
¿Qué les pareció? ¡Necesitaba darles algo lindo después de tanto sufrimiento!, disfrútenlo porque se vienen cosas bastante "uy".
Y, heeeey, me desaparecí bastante porque la univerdidad está brutal, a recomendación mía; no estudien ingeniería, no es divertido jajaja. 😃✨
ya sólo me falta que me entreguen calificaciones para que me digan si me iré a extraordinario o algo sooo, pasen buenas vibras jajaja. ✨🥺
¿Cómo qué ahora tiene "reacciones" wattpad? Qué curioso jaja, apenas me di cuenta. xd
He visto que han bajado las "estrellitas", no sean mala onda jajaja, no les cuesta nada dejar su voto antes de irse.):
Jules y Toji viviendo juntos)? Uhm, ¿Qué viene ahora? 🧐✨
HABLANDO DEMASIADO COMO SIEMPREEE, aquí vienen un par de cositas.
No recuerdo su User pero una personita hizo una cuenta de tiktok donde subiría videos sobre la historia, sooo, para que la sigan. 🤩✨
Cuenta de tiktok: tojiandjules.daddyissues
Yyy, otra personita que tampoco recuerdo su User (¡Sorry por ser tan olvidadiza!) hizo un dibujo de Jules y aquí se los comparto, incluso dio una descripción que wooow. — ¡Mil graciaas! —
Si tienen o gustan compartir algo de la historia, ¡Me haría tan feliz! Gracias graciaaas por tanto, y perdón por tan poquito que les doy. ✨🌼
Creo que es todoo, espero que les haya gustado y pues, ¡Nos estamos leyendo! Espero poder actualizarles pronto. ✨❤️
¡Abrazitos ciberneticos!