Los Que Se Pelean ¿Se Desean?

By ittsandre

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Sentir el calor de mi familia, coger en brazos al pequeño de la familia que, por miedo a volver a Barcelona... More

-PRÓLOGO-
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
-NOTA-
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
-NOTA-
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
-Nota-
Capítulo 56.
Capítulo 57.
IMPORTANTE
AVISO
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Capítulo 61.
Capítulo 62.
Capítulo 63.
Capítulo 64.
Capítulo 65.
Capítulo 66.
Capítulo 67.
Capítulo 68.
Capítulo 69.
Capítulo 70.
Capítulo 71.
Capítulo 72.
Capítulo 73.
Capítulo 74.
Capítulo 75.
Capítulo 76.
Capítulo 77.
Capítulo 78.
Capítulo 79.
Capítulo 80.
Capítulo 81.
Capítulo 82.
Capítulo 83.
Capítulo 84.
Capítulo 85.
IMPORTANTE
Capítulo 86.
Capítulo 87.
Capítulo 88.
Capítulo 89.
Capítulo 90.
Capitulo 91.
Capítulo 92.
Capítulo 93.
Capítulo 94.
Capítulo 95.
Capítulo 96.
Capítulo 97.
Capítulo 98.
Capítulo 99.
Capítulo 100.
Capítulo 101.
Capítulo 102.
Capítulo 103.
Capítulo 104.
Capítulo 105.
Capítulo 106.
Capítulo 107.
Capítulo 108.
Capítulo 109.

Capítulo 110.

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By ittsandre

Bella.

-Estás mucho mejor, Bella.- dice el médico mientras camino de su mano.

Sonrío.- Me alegra escucharlo.

En el momento que Linda me había dado el alta, me había comentado que tendría que venir a revisiones constantemente durante un par de meses ya que, aunque no tenía el mismo nivel de gravedad que en el caso de Max, a causa de las heridas y de la operación de la pierna, debía tener cierto control por parte de los médicos y comprobar que todo progresaba adecuadamente.

El médico ya había revisado cada una de mis heridas, sobre todo la que tenía por la operación que, en su opinión, ha mejorado bastante desde la primera vez que la vio. Era una gran cicatriz que, hasta que pase bastante tiempo, no desaparecerá.

-¿Qué te parece caminar con ayuda de una sola muleta a partir de ahora?- el médico suelta mi mano lentamente.- Por lo que me comentas y veo, tan solo la necesitas a primera hora del día o quizás a última por el cansancio.

-Genial, tan solo la necesito en esos momentos.- camino hacia su dirección.- Estos últimos días no he necesito la ayuda de sujetarme en ellas.

-Perfecto, así lo haremos entonces.- hace un gesto para que me siente en el sillón que hay al otro lado de la mesa de su consulta.- Creo que Max debería estar fuera, voy a por el y esperáis un minuto a que recoja el informe sobre sus pruebas.

-Vale, gracias.

El médico abre la puerta de la consulta y me giro hacia esta en el sillón, para ver si Max se encuentra esperando fuera. 

Efectivamente, veo como el chico apoyado en las dos muletas, espera de pie frente a la sala.

-¿Necesitas ayuda o puedes tu solo?- le pregunta el médico.

-Puedo solo, gracias.

El médico desaparece al final del pasillo mientras Max camina hacia el interior de la consulta. Camina poco a poco con ayuda de las muletas pero, a pesar de que le cuesta, no me levanto para facilitarle el trayecto ya que no quiero atosigarlo. Sabía lo incómodo que era que todo el mundo se acercase para ponerlo más fácil cuando, en verdad, tan solo hacían que no lo intentásemos con más fuerza.

-¿Qué te ha dicho el médico en tu revisión?- pregunta en cuanto llega a los sillones.

Me levanto para ayudarle a que se sienta en el sillón. 

-Me ha dicho que empiece a usar solo una muleta cuando la necesite más y que las heridas han mejorado bastante.- doy un beso al chico tras haberse sentado, aún no lo había visto en todo el día.- Ha ido a por el informe de tus pruebas, vuelve ahora.

Asiente con la cabeza.- Estás muy guapa.

Sonrío.- Hago lo que puedo con esta cara.

No estaba para nada guapa. Los moratones seguían cubriendo mi cara aún hinchada y, a pesar de que me maquillaba para que no se viesen tanto, en ocasiones como hoy no podía ya que me dolía tan solo rozarlos.

No estaba para nada guapa pero, cada día que pasaba, Max me lo decía para que me anime.

-Ya he vuelto, chicos.- el médico cierra la puerta de la consulta.- Ahora te toca a ti, Max.

-Hoy hemos tenido revisión los dos.- dice Max divertido.

El chico posa su mano sobre la mía. Aunque lo veía un poco más animado cada día, hoy podía sentir el miedo que el mismo sentía. 

En estos últimos cinco días le han realizado diferentes pruebas como seguimiento de su recuperación y con ellas, el médico le dirá cuanto tiempo debe seguir en el hospital del que quiere salir. 

Entendía que estuviese cansado de estar en el hospital. Aún saliendo del hospital, no podría salir a la calle mucho tiempo, al menos al principio pero, aún así, se entretendría muchísimo más que rodeado de enfermeros y enfermos.

El hombre revisa cada informe ante nuestra mirada expectante. Sonríe.

-Todo parece estar bien, Max.- aprieto la mano del chico mientras escucho cada una de esas palabras.- Debes quedarte dos días más pero, en cuanto pasen, te daré el alta y podrás descansar y seguir recuperándote como hasta hoy pero en casa.

Max me mira, le sonrío.

Ambos teníamos miedo de que, como nos había comentado Linda en alguna ocasión, pudiese quedarse hasta un mes hospitalizado a causa de la gravedad de Max.

-Gracias, de verdad.- Max aprieta mi mano con fuerza.

El chico sonreía como si fuese la mejor noticia que le habían dado en toda su vida y, en verdad, lo era.

-Me gustaría que dieses bastantes paseos en estos dos días por el hospital y, tanto a última hora de esta tarde como de los dos próximos días, vengas aquí para que compruebe como evoluciona esa pierna y me cuentes como te has encontrado a lo largo del día.

-Lo haré.- dice el chico aún sonriente.

Tras comentarnos los cuidados que debe tener Max en casa y como debería ir sintiéndose con el paso de los días, nos despedimos del médico y, en esta ocasión, ayudo a que Max se incorpore.

Camina lentamente pero de manera correcta, siendo estable. Ha evolucionado tanto que, además de sentirme orgullosa de lo que ha conseguido, sin algún tipo de duda, siento que es la persona más fuerte que he conocido en mi vida.

Todos me decían lo fuerte que era cuando estaba en coma, cuando todo era tan reciente como para no creer en que lo era y ahora, lo veía a mi lado.

Cierro la puerta de la consulta del médico y, en cuanto me giro hacia Max que está a mi lado, el chico me besa.

-Tenía demasiadas ganas de hacerlo.- dice nada más separarnos.

Sonrío.- Habría estado bien ver la cara del médico.

Max ríe.- Vamos, tengo bastante que caminar y, con lo despacio que lo hago, tendrán que darme la cena de camino.

Suelto una carcajada.- Me gusta verte feliz.- hacía demasiado tiempo que no lo veía reír así. Desprendía energía hasta sin tenerla.- Vamos.

Max.

-¿Cómo es posible que tus cosas estén aquí y yo no te haya visto en toda la mañana?- pregunto confuso nada más entrar en la habitación.

Bella ríe.- Como pasaré todo el día aquí, las dejé antes de mi revisión y, por lo que me dijo una enfermera, te estaban curando los cortes.

-Lo bueno de que me vaya a casa es que tendré una enfermera personal todo el día detrás diciéndome lo que puedo y no puedo hacer.- digo divertido.

Me siento en la camilla con ayuda de Bella. Seguramente la chica sea mi apoyo fundamental, el cual si me lo quitasen, no podría continuar.

-¿Me estás diciendo que tienes ganas de que te recuerde las veinticuatro horas del día lo que puedes o no puedes hacer?- me mira alzando una ceja.- ¿Quién eres y que has hecho con mi supuesto prometido?

"Prometido"...- suena una y otra vez en mi mente.

-¿Acabas de decir "prometido"?- pregunto divertido.

-Quería probar cómo suena decirlo en alto y suena bien, ¿verdad?- dice riendo.- Entonces, ¿decíamos que puedo recordarte lo que sí y lo que no puedes hacer todo el día sin que me recuerdes lo pesada que soy?

-Me he quedado en la parte que has dicho "Prometido".- tiro de su mano hacia mi.- ¿Podrías cambiarme el nombre de WhatsApp por "Prometido"?

-¿Si te digo que lo cambié anoche mientras veía fotos nuestras?- se sienta a mi lado.

-¿Luego le enseñarás esas fotos a tu prometido?- pregunto divertido mirándola fijamente.

-Mira, - saca su iPhone de su bolso y enciende la pantalla de este- ayer viéndolas me encontré con esta foto del día de tu graduación y ni siquiera me acordaba de lo mucho que me gustaba.

-Ese día estaba guapísimo, entiendo que te guste.

Bella ríe.- Eres un estúpido.- cojo su móvil de entre sus manos y observo la fotografía del día de mi graduación. De ese día recordaba la especial ilusión que me había hecho estar rodeados por todos y, después de todo lo que había sucedido entre nosotros, que ella estuviese viéndome ahí había sido muy importante para mi. Recuerdo que la fotografía nos la había hecho mi madre después de la ceremonia, yo estaba agarrando a Bella por la cintura y ambos nos mirábamos riendo.

-Ese día estaba muy feliz porque habías vuelto antes de Londres para verme.- digo mientras miro la fotografía. Era especial porque estábamos haciendo un esfuerzo por estar bien entre nosotros pese a que nos doliese vernos de la mano con otras personas y, pese a ello, estaba convencido de que todos notaban que no podíamos ser tan solo amigos.

-Creo que sino fuésemos amigos, hubiese ido igualmente a verte ese día.- Bella entrelaza mi mano con la suya.- Ese día fui muy feliz porque podía ver cómo cumplías uno de tus sueños y creo que por eso me gusta tanto la foto.

-Recuerdo que mi madre me dijo después de la graduación "Bella ha llorado viendo como recogías el diploma y créeme que es porque te quiere mucho aunque ella no te lo diga".- digo divertido.

Bella ríe.- Tu madre no estaba equivocada.- se levanta de la camilla.- Entonces, ahora que hemos dejado de engañar a todo el mundo con que no queremos estar juntos, ¿decíamos que puedo recordarte lo que sí y lo que no puedes hacer todo el día sin que me recuerdes lo pesada que soy?

Suelto una carcajada.- He asumido que serás una pesada todo lo que me queda de vida estemos o no estemos juntos.- agarro su mano y tiro de ella hacia mi. 

Bella sonríe.- Si quieres que te bese me lo puedes decir sin tirar de mi todo el tiempo.- la chica me da pequeños besos repetidas veces.

-No me puede apetecer más estar así en casa después de tanto tiempo.- digo divertido.- Aunque tenga que correr el riesgo de que conduzcas tu siempre.

Bella me mira frunce el ceño.- Te golpearía con la muleta sino fuese porque te haré daño.- me vuelve a besar repetidas veces, se separa de mi.- Voy a organizar todo para cuando te den el alta porque besándote no soluciono nada.

Suelto una carcajada.- No me voy a enfadar por ese comentario o puede que quizás lo haga.

-Mientras lo piensas, pienso como adaptar la casa.- se sienta en el sillón que hay junto a la camilla y abre su Mac.

***

-No creo que vaya, ya lo hemos hablado y sigo pensando que lo mejor será que me quede en casa.- escucho mientras abro los ojos.

Miro hacia mi izquierda y en el sillón, tan solo veo las agendas y el Mac de Bella.

-Deberías acudir, es un evento para autores de cierta importancia y el hecho de que acudas por primera vez, significará mucho en tu carrera como escritora.- dice una voz femenina que, sino me equivoco, es Jessica.

No entiendo de qué hablan, espero a que Bella conteste tras mantenerse en silencio durante unos segundos.

-Sigo pensando que no creo que acuda aunque sea importante.- el grifo suena, se termina el ruido a los pocos segundos.- Me apetece pasar tiempo con Max después de todo lo que pasamos, necesito darle prioridad a lo importante y no siempre a mi carrera como escritora.

-Bella, piénsalo.- dice Jessica al otro lado de la línea.- Ese evento durará un par de horas tan solo y antes de la fiesta, podrás regresar a casa con él.

Me gustaba escuchar como Bella quería pasar tiempo a mi lado. Comprendía lo que sentía y lo que hacía porque, después de pensar que nos podíamos perder a causa del accidente, a mí tan solo me apetecía estar a su lado y saber que todo estaba bien. Que todo volvía a ser como antes.

Pero, aún así, no podía consentir que dejase de acudir a todo aquello que le esperaba.

-Lo pensaré, pero no creo que vaya.- hace una pausa y continúa hablando.- Hablamos mañana, ahora seguiré organizando todo el trabajo de las próximas semanas de la mejor manera posible.

Siento cómo la puerta del baño se comienza a abrir, cierro los ojos para que Bella piense que aún no me he despertado.

Tras esperar un par de minutos y escuchar cómo se sienta en el sillón, abro los ojos lentamente por sí me está mirando.

-¿Aún sigues pensando en cómo organizar la casa?- pregunto mirando hacia Bella, que escribe en una de sus agendas.

Bella mira hacia mi, sonríe.- Puede ser.

-¿Puedes dejarme tu móvil para enviarme las fotos del día de mi graduación?- pregunto cómo excusa, aunque también necesito las fotos.- Te recuerdo que en el nuevo móvil tengo el fondo de pantalla típico de iPhone.

Bella ríe.- ¿Vas a copiarme el fondo de pantalla?

-Si, pero quizás solo deje mi parte riendo.- digo divertido.

-Ah, genial.- pone cara de asco mientras me acerca su móvil a la camilla.

-O quizás deje de fondo de pantalla una en la que salgas tú sola con ese vestido ya que aún no nos vamos a casar, al menos te veo vestida de blanco.

Bella me mira alzando la ceja.- ¿Debería esperarme una pedida de mano en cualquier momento? Quizá deba anotarlo en la agenda.

Río.- El día que lo haga, nadie se lo esperará y mucho menos tú.

Me encantaba tener conversaciones de este estilo con Bella. Nunca antes habíamos hablado de ello y, después de todo lo sucedido, pese a que ambos sabíamos que no era el momento, hablábamos de casarnos con total libertad y estando seguros de nuestros sentimientos.

Eran conversaciones estúpidas que, tarde o temprano, pasarían a ser realidad.

-¿Tendré que ir bien vestida todos los días de mi vida esperando que me pidas matrimonio?- pregunta divertida.

Río.- Quizás te lo pida mientras te duchas en casa.

Ambos reímos.

-Eres y serás un imbécil toda tu vida y lo peor, es que tendré que aguantarte.

-Tu sigue organizando tu agenda, mientras me enviaré todas nuestras fotos para pensar ubicación y momento de la pedida.

Bella continúa anotando en sus agendas las fechas de las próximas semanas en las que acudirá a eventos, reuniones, firmas de libros etc. mientras tanto busco el número de Jessica para escribirle desde mi móvil. 

En cuanto lo encuentro, lo añado en mi iPhone. Le escribo "Hola, soy Max. No le digas nada sobre esto a Bella, tan solo quería comentarte que antes escuché como hablaba contigo acerca de un evento y, aunque ella no quiera acudir, irá ya que no quiero que pierda nada de su trabajo por quedarse conmigo. Si me puedes indicar si hay algún código de vestimenta te lo agradecería ya que quiero sorprenderla con la vestimenta." 

Jessica no tarda ni un minuto en contestarme, indicándome que debe acudir elegante pero no hay ningún otro tipo de código de vestimenta, además de darme las gracias por hacer esto por ella. 

Tan solo quería que Bella fuese feliz a mi lado pero con la vida que ella necesitaba para serlo y, por mucho que ella quisiese centrarse más en nuestra relación, jamás permitiría que dejase sus sueños a un lado. 

Escribo a Yaiza para que me ayude con la vestimenta del evento para Bella ya que ella mejor que nadie sabría ayudarme, además de que ayer cuando se pasó a visitarme, me había contado que hoy pasaría toda la tarde con Benja comprando ropa para ambos, por lo que no le supondría ningún problema.

Tras confirmarme que irá a diferentes tiendas en búsqueda de un vestido que le guste a Bella y que, probablemente venga a última hora a visitarme, entro en la galería de la chica para ver todas las fotos que tiene en el móvil ya que, aunque tuviese algunas imágenes con ella, no tenía ni la mitad.

-Acabo de encontrarme con esta foto que tenemos con Alan, creo que es la primera que tiene con los dos juntos.- Alan era un bebé diminuto entre dos personas que por aquel momento, tan sólo sentían odio el uno por el otro.

-¿Sí?- le enseño el móvil a la chica para que vea la imagen desde el sillón, sonríe.- Esa foto es del primer día que volvimos a vernos después de que me fuese a Londres.

Río.- Me acuerdo de que Miriam nos pilló desprevenidos y nos gritó delante de todos "¡Juntaros! Quiero que Alan tenga una foto con su madrina y su padrino" y nosotros nos miramos diciendo "No te soporto pero está bien".

Bella suelta una carcajada.- Alan se sentirá orgulloso de que no nos hayamos matado eses días antes de la boda de mi hermano.- dice aún riendo.- Recuerdo que Louis no quiso decirme que serías tu el padrino de Alan y bueno, además de eso, también se le olvidó comentarme que tu pasarías todos esos días en la misma casa que yo.

Suelto una carcajada pese a que con ello, me duela el pecho.- Se le olvidaron demasiadas datos importantes que, si los supieses, no hubieras aparecido en la boda de Louis.

Bella me mira, ríe.- No me la hubiese perdido por nada del mundo pero quizás hubiese llegado el mismo día que me iba.

Ambos reímos.

-En estas fechas deberías tener ya fotografías del día de la boda.- digo buscando algunas imágenes en su galería en la fecha en la que Louis y Miriam se casaron.- Mira, esta de cuando bailamos con Alan.

La chica ríe.- Sino recuerdo mal, tengo alguna de los dos en el baño.

Busco entre las imágenes hasta que encuentro varias fotografías. En una de ellas aparecía meando mientras Bella hacia la foto con su móvil y en otras, aparecía abrazándola ya frente al espejo del baño. Deslizo hacia arriba y encuentro varias de aquellos días que pasamos juntos en Barcelona antes de que regresase a Londres, le muestro él móvil a la chica.

-¿Qué tienes que opinar de estas fotos?- pregunto mostrándole a Bella una fotografía en la que aparecemos dormidos con Alan entre nosotros.

-¡Esa noche supe lo que era no dejase de llorar!- grita divertida.- No dejaba de llorar y, cuando fui a la farmacia con él por fin dejó de llorar. Recuerdo que me fui paseando con el carrito por el paseo de la playa hasta bastante lejos y tú viniste hasta donde estábamos para que no volviese sola.

-Estaba sorprendido de que te hubieses ido tan lejos con el niño de noche sabiendo el miedo que te daba pasear tu sola de noche.

Bella ríe.- Estaba agotada y, aunque no era lo normal en mí, también lo hacía en Londres cuando no podía dormir y me cansaba de dar vueltas en la cama.

-¿Has dejado de tener miedo?- pregunto divertido.

-Creo que sólo lo hago cuando estoy mentalmente agotada, cómo ese día con Alan.- dice divertida.

Pese a que lo decía de manera que sonase divertido, era consciente de la inestabilidad en la que se había encontrado durante muchos meses en Londres. Louis me había contado en diferentes ocasiones que le preocupaba lo saturada que se encontraba y, pese a que en momentos pensé en llamarle, aparecer delante de la puerta de su casa, no pude hacerlo.

-Espero que en New York no desaparezcas de casa a las tantas de la madrugada.- la miro, sonriente.

-Estoy segura de que no pasará.- me mira, me devuelve la sonrisa.- ¿Vas seguir comentando las imágenes de este último año o tengo que ir a la camilla para hacerlo contigo?- cambia de tema.

La miro fijamente, ella continúa escribiendo anotaciones en sus diferentes agendas sin dejar a un lado su ordenador. De una manera u otra, nos habíamos hecho demasiado daño como para volver al pasado a recordarlo.

-Está bien, haré de comentador mientras trabajas aunque me gustaría que las comentases desde la camilla.

Bella me mira, ríe.- Iré en unos minutos, te lo prometo.

***

Bella.

Camino a lo largo del pasillo sujetando la bandeja de la cafetería entre mis manos. Las ensaladas y las bebidas que había comprado abajo en la cafetería no parecía que pesasen tanto hasta que levanté la bandeja.

Sin embargo, pese a que me dolían un poco los brazos como consecuencia del peso, la llevaría sin ayuda de nadie hasta la habitación para, poco a poco, no notase tanto el peso de las cosas.

Varias enfermeras me saludan con mi paso hacia la habitación de Max. Después de todos estos días aquí, habían tenido demasiadas conversaciones conmigo y con Max como para saber todo acerca de lo sucedido para que Max estuviese en ese estado. 

Podría decir que echaré de menos las conversaciones con enfermeras que, en más de una ocasión, me han hecho más amena la estancia en el hospital pero lo cierto es que, en este instante, después de todo tan sólo me apetecía estar en casa al lado del chico.

-¡Ha llegado tu camarera preferida con la cena!- digo entrando en la habitación. Para mi sorpresa, no hay nadie en ella.

Miro confusa hacia todos lados. Dejo la bandeja sobre la mesa que hay junto a la camilla de Max y me percato de la caja que se encuentra sobre las sábanas.

"Ábrela"- leo en la nota que hay sobre la caja.

Levanto la tapa de la caja rosa. Sonrío al encontrarme en el interior de esta una vestido rosa fucsia de tirantes, junto con otra nota.

"Sé que me hago el dormido demasiado bien como para que pensases que no te había escuchado hablar con Jessica pero deberías ponerte este precioso vestido comprado por Yaiza y Benja para acudir al evento porque sino pasarás el día sola en casa esperando a que regrese de cenar con los chicos"- sonrío al terminar de leerla.

-Max, tengo cero dudas de que estás escondido en el baño así que puedes salir porque sí que iré al evento.- digo divertida mirando hacia la puerta del baño que comienza a abrirse lentamente.- ¿Cómo no voy a ir si me regalas este vestido?

Camino hacia el chico, le beso.

-¿Te ha gustado tanto como para ir al evento?- pregunta Max antes de besarme de nuevo.

Asiento con la cabeza.- No sé como lo haces pero eres la persona con más contactos afuera del hospital.

Max ríe.- Todo lo he hecho para poder cenar a solas con los chicos.

Río.- Claro.- le abrazo cuidadosamente para no herirle.- Gracias por cuidarme y pensar en lo mejor para mí.

-Siempre lo haré.

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¡Holaaap! ¿Qué tal? Aquí tenéis un nuevo capítulo como os había prometido en el anterior capítulo. Espero mantenerme escribiendo ya que tengo un poco de tiempo para hacerlo entre los exámenes finales. Además, ya sabéis que cuando publico un nuevo capítulo quiero que esté todo lo mejor posible para mí y para quienes lo leéis, y más cuando queda poco para el final. Se vienen capítulos bastante largos y muy emocionantes así que espero que os gusten.

He vuelto a escribir, he empezado por este capítulo pero continuaré haciéndolo hasta comenzar de nuevos las clases en 15 días que espero escribir bastantes capítulos hasta que pueda indicar una fecha por semana. Además, espero continuar aunque tenga las clases y, en un par de capítulos más adelante, os daré una noticia sobre la novela. Seguramente el próximo capítulo lo publique esta misma semana pero el siguiente, lo publicaré en los horarios que mantenía antes de dejar de escribir como los lunes y martes.

Espero que os guste este y los que publicaré más adelante. Os pido lo de siempre, que comentéis para saber vuestra opinión y, aunque no conteste a muchos de los mensajes, me encanta saber vuestra opinión o las ideas que tenéis porque formáis parte de todo esto.

Además, me habéis preguntado en varios capítulos que cuantos capítulos quedan y, aunque no lo sé fijo como para decirlo porque todo gira a la organización, al quitar capítulos o hacerlos más reducidos, como mucho quedan veinte capítulos contando el Epílogo final. Además, acerca de este tema, al terminar todos estos capítulos sobre la boda, también os comentaré una idea para la novela.

Muchísimas gracias por los comentarios, las leídas y los votos que he recibido estas últimas semana, sobre todo la semana pasada. No suelo responder a los comentarios aunque es algo que me gustaría hacer y pienso que debo organizarme para responderos a todos ya que cada uno de vuestros comentarios es algo que me sirve de ayuda para la novela. La semana pasada recibí muchísimos diciéndome lo emocionados que estabais, vuestros sentimientos acerca de lo que sucedía en los capítulos... y no me puede hacer más feliz saber que mis palabras causan ese efecto en vosotros, el mismo efecto que causó en mi mientras los escribía (también se puede llorar mientras se escribe jajaja).

En definitiva, muchísimas gracias por todo como siempre. Me gustaría que siguieseis comentando y votando en la novela ya que eso le da más valor y me sirve para ver su crecimiento.

Por último y aunque lo he dicho en el Importante que publiqué esta misma semana, seguiré publicando capítulos y añadiendo a todos los que me habléis para que os meta en el grupo de Whatsapp y no hay ningún tipo de problema en que me habléis ya que aún no lo borraré. Igualmente, quiero que no os de vergüenza o algo parecido por hablarme, en ese grupo hay muchos más lectores como vosotros y, aunque tarde en responderos o en agregaros al grupo, lo haré.

Os dejo mis cuentas y mi número de móvil aquí abajo:

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Muchísimas gracias :)

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