Los Que Se Pelean ¿Se Desean?

By ittsandre

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Sentir el calor de mi familia, coger en brazos al pequeño de la familia que, por miedo a volver a Barcelona... More

-PRÓLOGO-
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
-NOTA-
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
-NOTA-
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
-Nota-
Capítulo 56.
Capítulo 57.
IMPORTANTE
AVISO
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Capítulo 61.
Capítulo 62.
Capítulo 63.
Capítulo 64.
Capítulo 65.
Capítulo 66.
Capítulo 67.
Capítulo 68.
Capítulo 69.
Capítulo 70.
Capítulo 71.
Capítulo 72.
Capítulo 73.
Capítulo 74.
Capítulo 75.
Capítulo 76.
Capítulo 77.
Capítulo 78.
Capítulo 79.
Capítulo 80.
Capítulo 81.
Capítulo 82.
Capítulo 83.
Capítulo 84.
Capítulo 85.
IMPORTANTE
Capítulo 86.
Capítulo 87.
Capítulo 88.
Capítulo 89.
Capítulo 90.
Capitulo 91.
Capítulo 92.
Capítulo 93.
Capítulo 94.
Capítulo 95.
Capítulo 96.
Capítulo 97.
Capítulo 98.
Capítulo 99.
Capítulo 100.
Capítulo 101.
Capítulo 102.
Capítulo 103.
Capítulo 104.
Capítulo 105.
Capítulo 106.
Capítulo 108.
Capítulo 109.
Capítulo 110.

Capítulo 107.

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By ittsandre

Próximo Capítulo: Jueves.

Bella.

Observo fijamente el techo blanco de la habitación en la que he pasado las últimas semanas. No puedo dormir por mucho que lo intente. 

Han pasado dos días en los que apenas me he separado de Max. Ambos pasamos horas en silencio pero juntos, transmitiéndonos la calma que necesitamos. Quizás es el momento en el que estamos más unidos y, pensar que esta mañana le operan, hacía que fuese imposible poder dormir.

Me daba pánico que pudiese suceder algo en el quirófano pero, al mismo tiempo, hacía que tuviese más ganas de recuperarme y poder dejar este hospital, de retomar esa vida que quedó en un plano alejado desde el accidente.

Dos enfermeros entran en la habitación, a continuación, me incorporo sobre la camilla. Es hora de despedirme de Max antes de que se lo lleven al quirófano. Los enfermeros me ayudan a bajar las piernas de la camilla para sentarme en la silla de ruedas ya que, aunque podía caminar con ayuda de las muletas, a las mañanas aún no tenía la suficiente fuerza.

-Vamos.- susurra Louis al lado de mi silla de ruedas.

Son las cinco de la madrugada pero, aunque debería seguir en mi habitación, había pedido a la médica que me dejase despedirme de Max. 

Estaré esperándolo en su nueva habitación cuando regrese de la operación.

Max.

Por mi pierna recorren marcas de rotulador que la médica ha marcado anoche para la operación. Sigo cada una de las líneas con la mirada.

A pesar de que durante los últimos dos días me han explicado repetidas veces como será la operación, no puedo evitar sentir miedo. Sobre todo, me aterraba que en un futuro, aún así, notase secuelas del accidente.

-Iré a por un café mientras no llega la médica, será una mañana larga.- dice mi madre sacándome de mis pensamientos.

Y si, lo será.- pienso viendo como mi madre sale de la habitación.

La operación durará cuatro horas si todo sale tal cual los médicos han pensado y eso, ocupaba toda la mañana.

Miro hacia la cristalera. Sonrío.

Louis conduce la silla de ruedas de Bella por el pasillo, y esta mirando hacia el interior de la habitación, sonríe al ver que estoy despierto.

-¿Preparado para la operación?- pregunta Louis entrando en la habitación.

Bella se coloca a mi lado y entrelaza su mano con la mía, como ha hecho siempre desde que estamos aquí.

Suspira.- ¡Lo siento!- las lágrimas caen por las mejillas de la chica.- He pensado tantas veces que podría olvidarme de ti y así no hacerte más daño del que te he hecho...

Y eso era lo que más me dolía, que quisiese olvidarse de alguien que no jamás ha sido capaz de olvidarla.

-¿Tu sabes lo mucho que he pensado en decirte todo lo que sentía porque no podía verte más con el?- grito con la voz entrecortada.- ¿Las veces que he deseado que me llamases y me dijeses "Solamente quiero estar a tu lado"?

No puedo más con todo esto, las lágrimas caen por mis mejillas.

-¡Te quiero a ti, quiero pasar toda mi vida a tu lado!- grita desesperada, sé que ella también está rota.- ¿No crees que nos debemos una oportunidad? ¡La hemos cagado tantísimas veces que solo quiero ver lo que ocurre, pero sin soltarte la mano!

Ha cumplido su promesa.

Ver a Bella aquí me hace feliz, es la única capaz de conseguirlo en este momento.

Durante estos dos últimos días hemos pasado horas en silencio, llorando y riendo. Ambos lo necesitábamos como respirar.

-¿No tienes hambre?- puedo ver sus nervios en la mirado, eran mucho más que los de estos días aunque ella no lo dijese.

Está aterrada, apenada... lo veía en sus ojos cada vez que la miraba desde que me desperté. Estaba aguantando un dolor que, si hubiese sucedido de manera inversa, no podría aguantarlo.

-No, tampoco puedo hacerlo antes de la operación.

Tras unos minutos en un absoluto silencio, mi madre llega y comienza a hablar con Louis.

Mientras escucho como hablan sin prestar atención a sus palabras, Bella y yo nos miramos.

Ninguno de los dos habla, simplemente nos miramos. Siempre me había dado toda la tranquilidad que no había encontrado en otras personas pero, estos días, era mucha más.

La chica mueve su dedo acariciando mi mano repetidas veces, nerviosa. Observo la mano, sonrío.

-¿Estás más nerviosa que yo?- susurro.

-Puede ser.- sonríe nerviosa.

Sonrío. Para su dedo sobre mi mano, acaricio la suya.

La médica aparece en la habitación, haciendo que todos quedamos en silencio.

-Max, te tenemos que llevar ya a quirófano.

Según escucho esas palabras, deslizo más rápido mi dedo sobre la mano de Bella.

Miro de nuevo hacia la chica mientras llegan más enfermeros para llevarme. Bella me mira fijamente y baja su mirada hasta mis labios.

Sé que tiene las mismas ganas de besarme que yo tengo de hacerlo. 

Bella levanta la mirada de nuevo hasta mis ojos. Repite la misma acción una vez más, perdida en un mar de dudas en que no sabe si besarme o no.

Muevo mi cabeza hacia ella, acercándome sabiendo que no nos besaremos.

-Te quiero.- susurro.

-Te quiero.- mira mis ojos.- Mucho.

Los enfermeros entran en la habitación. Nuestras manos se separan y Louis aleja a Bella para que puedan mover mi camilla.

-Te esperamos aquí.- dice la chica mientras me alejo por el pasillo.

Lo sabía. Siempre había estado seguro de que Bella estaría presente en los momentos importantes y, después del accidente, no tenía ninguna duda de ello.

***

Bella.

Miro fijamente hacia el suelo mientras escucho como las muletas golpean el suelo a mis lados. He pasados todas estas últimas horas andando con ayuda de Louis y de la madre de Max que no ha querido desplazarse del hospital mientras operan a Max.

Doy una nueva vuelta, he dado cientos de vueltas desde un lado a otro de la sala de espera.

Han pasado dos horas más de las que nos habían dicho que duraría la operación y, a pesar de que las operaciones siempre suelen durar más de lo normal, sentía como los nervios iban en aumento con cada minuto que pasaba sin salir uno de los médicos de quirófano.

-¿Por qué tardan tanto?- pregunto a Louis mientras agarra mi brazo.

-No lo sé, pero todo saldrá bien.

Louis intentaba mantenerse en esa idea hacia nosotras pero, al menos a mi, no podía engañarme. Según han pasado las últimas horas, al chico se le podía notar la preocupación en la cara.

Todos somos conscientes de que Max ha pasado estás semanas inconsciente, de que está más debilitado que nunca tras el accidente. Los médicos nos lo han dicho en el día de ayer y, aunque Max quisiese poner su mejor sonrisa, sabíamos que esa sonrisa le pesaba a momentos.

Por favor, por favor...- pienso una y otra vez.

Alzo la mirada hacia la puerta por la que salen los médicos del quirófano. Han salido tantas veces para avisar a los demás acompañantes que, a pesar de haber llegado con la sala de espera vacía, solamente quedábamos nosotros sin saber como había salido todo.

Por favor, por favor...- pienso de nuevo.

Me siento al lado de la madre de Max. Esta me sonríe.

-En estos días creo que nunca te he visto andar durante tanto tiempo.- me agarra la mano.

-Estoy nerviosa.- miro a Maite.

-Max es fuerte, todo saldrá bien.- dice con la voz entrecortada a causa de los nervios.

Ambas nos mentalizábamos en ello. Hemos pasado las últimas semanas pensando que Max no se despertaría y, en este instante, solo debíamos pensar en la fuerza del chico.

Pasados unos minutos, las puertas de la sala del quirófano se abren. Los tres miramos hacia ellas y, por suerte, aparece Linda.

La madre de Max aprieta mi mano entre la suya y, esa presión disminuye cuando vemos la sonrisa de la médica. 

Mientras se aproxima la médica, Maite se levanta y, con ayuda de Louis, me ayudan a levantarme de la silla.

-Todo ha salido bien aunque se ha alargado por pequeños problemas que han surgido a lo largo de la operación.- hace una pausa, continúa.- Ahora mismo solo puede pasar una persona a verlo y, en unos minutos, lo subiremos a su nueva habitación.

La madre de Max me mira, le sonrío.

-Ve a verlo, tendrá muchas ganas de que estés a su lado.

Me moría de ganas de verlo, de abrazarlo... pero, obviamente, ella era su madre y no quería imaginarme todo lo que ha podido sentir a lo largo de esta mañana.

-Gracias.

Suelta mi mano. Ella se aleja junto a la médica hacia el otro lado de las puertas.

Miro a Louis, el chico sonríe de oreja a oreja. Me abraza.

-Vamos a esperarlo en su habitación.

***

Ha pasado más de media hora desde que Louis y yo nos fuimos de aquella sala de espera y, de nuevo, los nervios volvían a apoderarse de mi.

La madre de Max tampoco ha venido a la habitación y, aunque quisiese que esa pregunta desapareciese de mi mente, tan solo aparecía una y otra vez: ¿Habrá pasado algo cuando se ha despertado?

Intento pensar en la ilusión que me hace el echo de que deje atrás la habitación en la planta de Cuidados Intensivos en la que todos hemos llorado tanto por el. Lo había pasado realmente mal como para pensar en que Max retrocediese después de la operación, que no avanzase.

Cuando pensaba en mi mayor temor, podía ver esa habitación.

Mientras esperamos, siento como una camilla es arrastrada afuera, por el pasillo de la planta.

-Creo que viene.- Louis ayuda a que me levante del sillón en el que me senté nada más llegar a causa del dolor.

Louis se aleja de mi hasta la entrada de la habitación, se gira hacia mi y sonríe.

Se coloca a un lado de la puerta para dejar pasar la camilla, segundos más tarde, veo como Max entra tumbado en ella, con su pierna operada destapada y vendada hasta el muslo. 

Max me mira. Le sonrío.

-Bella.- dice mirándome sonriendo.

Aún sigue bajo los efectos de la anestesia pero, aún sabiendo que sonríe por ello, sentía una gran felicidad por verle sonreír.

Los enfermeros lo conectan a las máquinas a las que también estaba conectado en Cuidados Intensivos. 

-Mañana a primera hora vendrá Linda a verle.- dice uno de los enfermeros.

-Perfecto.- dice la madre de Max que está a un lado de la puerta con Louis.

En cuanto los enfermeros se separan del chico, camino lo más rápido que me permiten las piernas hacia el.

Me lanzo cuidadosamente sobre su cuerpo, abrazando su pecho desnudo.

-Bella.- dice de nuevo sonriendo.

-Te quiero mucho.- beso su mejilla.

-Pues cásate conmigo.

Mis ojos se abren como platos, miro hacia atrás, a Louis y su madre. Sonrío.

-Cuando se despierte de la anestesia, le recordaré que me lo ha pedido.- digo divertida.

-Yo le recordaré que cuando lo haga, debería escoger un lugar mejor.- la madre de Max ríe.- Aunque me hace muy feliz que te lo haya pedido así.

En verdad, no me lo podría pedir en un momento más acorde con nuestra relación ya que ambas eran un desastre. 

-Cásate conmigo.- dice de nuevo con los ojos entrecerrados.

Le miro de nuevo, con el corazón latiéndome como nunca antes lo había hecho. A mi también me hace muy feliz que me lo haya pedido así, aunque no lo vaya a recordar dentro de unas horas y no sea consciente de lo que está haciendo. Para mi significa que el chico lo había pensado en algún momento y, que pensase en ello, era importante para mi.

Después de todo lo que ha sucedido, aceptaría cualquier tipo de compromiso con el. Me había dado cuenta de que necesitaba que fuese lo primero que viese al despertarme, escuchar sus tonterías absurdas a lo largo del día y quedarme dormida entre sus brazos sabiendo que, al día siguiente, lo vería de nuevo en su lado de la cama.

-Cuando sea consciente, le diré que si quiere.- digo divertida deslizando mi mano por su cara.

Se ha quedado dormido.

***

Max.

Abro los ojos lentamente, es posible que haya pasado la mayor parte del día durmiendo.

Mi mirada se centra en el vendaje que cubre totalmente mi pierna operada. No siento ningún tipo de dolor, supongo que se deberá a todos los calmantes que me han puesto a lo largo del día.

Desde la ventana, veo como está atardeciendo. Observo el exterior durante unos minutos, la piel de mi cuerpo se eriza al pensar en que es la primera vez que veo algo del exterior después de todo este tiempo.

Siento el suspiro de alguien. Sonrío al ver como Bella duerme en el sillón que hay justo al lado de mi camilla con su ordenador sobre sus piernas, durante estos dos días ha revisado todo el trabajo aunque aún no pueda organizarlo.

Debe estar completamente agotada y, aún así, sigue aquí a mi lado.

El Mac de la chica está sobre sus piernas, estiro mi brazo lo máximo que puedo desde la camilla para alcanzarlo ya que sino se le caerá.

En el instante que levanto el ordenador de sobre sus piernas, Bella hace un pequeño sonido y se mueve en el sillón, aún dormida. Tras mirarla unos segundos, confirmo que sigue durmiendo.

Coloco el ordenador sobre mi pecho. Miro la pantalla del ordenador antes de bajar la pantalla de este y, entonces, veo como la chica estaba escribiendo en Wattpad. Ha estado escribiendo en la misma novela por la que habíamos discutido tras regresar de Tomorrowland.

A diferencia de aquella vez, no me molesta que lo haga. 

Todo se había aclarado en aquel momento, todo había terminado mal.

-¿Qué haces?- pregunta desde la entrada de la terraza.

Para su sorpresa, cuando mira la pantalla de su ordenador, ve como estoy leyendo uno de los tantos capítulos que ha escrito en Wattpad.

-¿Qué es esto?- me giro, la mira.- Ya lo he visto en el avión cuando volvimos y hoy hay más capítulos.

-Antes de nada, no te enfades... Por favor.- entra en la terraza. Necesitaba explicarse de alguna manera pero, en verdad, tampoco sabía como explicar que lo había echo y lo seguía haciendo para desahogarse.

-¿Cómo quieres que no me enfade? Necesito saber por qué estás escribiendo todo esto, con mi nombre, con nuestra historia.

Mierda...

-Si te preocupa que haga algo con ello, no lo haré. Es privado.

-¿Piensas que eso me sirve de algo? ¡Has escrito toda nuestra historia!

-¿Y qué problema hay en escribirla?- dice alzando la voz. Los nervios podían con todo suser.

Me levanto del sofá.- ¡No has contado con mis sentimientos! Ahí solamente aparecen tus sentimientos, tus pensamientos... no hace falta que lo lea para saber que no tienes ni idea de por que han pasado muchas cosas o de si me arrepiento de hacerlas.

Salgo de la terraza. Bella ve como salgo de la habitación y, antes de que me vaya, corre detrás mía.

-¡Espera y deje que te explique todo!- grita siguiendo mis pasos para poder alcanzarme.

Y no dejé que lo hiciese.

Comienzo a leer. Puede que haya cincuenta capítulos más desde aquel momento. Capítulos que, por el orden de fechas, parecen discontinuos y eso, hace que me parezca un diario. 

Su diario sobre nuestra relación.

Abro cada uno de los capítulos desde el último que vi aquel día en el que todo lo que habíamos vivido en Tomorrowland se había ido a la mierda. 

Capítulo 95: Coloco el papel en el atril blanco y bajo el micrófono para que esté a mi altura. Muerdo mi labio inferior mientras miro hacia Max y este, me guiña un ojo.

Suspiro.- Cuando me pediste que escribiese algo pequeño para leer el día de tu boda, pensé "Mierda, voy a llorar" y es que, aunque le haya dado mil vueltas a la cabeza para no escribir algo tan típico en un día como hoy, solo se me ocurre dante las gracias.- miro a las novias y continúo.- Gracias, Raquel. Gracias por seguir a mi lado después de todo porque, al final, estamos juntas en el día de tu boda, el mismo que tantas veces imaginamos hace años- las dos reímos y continúo- pero, sobre todo, gracias por darme la oportunidad de conocer a la increíble chica con la que te casas hoy. Cada día de los que hemos pasado aquí, he recordado la manera en la que te conocí porque estoy segura de que a las dos nos hubiese gustado encontrarnos en cualquier otro lugar, pudiendo disfrutar como lo hemos echo esta semana. Sam, gracias por no soltarme nunca.- seco mis mejillas con la mano.- Llegué completamente destrozada al que sería mi hogar durante estos últimos años y, a pesar de que tu también lo estabas, hiciste todo lo que una persona puede hacer para que me sintiese a salvo, para que no me sintiese sola o para que no echase en falta a cada una de las personas que más me importaban. Recuerdo como me hiciste llorar de la risa, hacía tiempo que no lo hacía y ahí, supe lo importante que eras para mi. Gracias por haberte convertido en una de esas personas.- miro a Sam y dejo que mis lágrimas corran como lo hacen las suyas.- Solamente puedo terminar pidiéndoos que os sigáis mirando así toda la vida porque, si algo sé, es que vuestro amor es de los más bonitos que he visto en toda mi vida.

Cojo el papel del atril y camino hasta las novias. Las abrazo.

-Te quiero.- dice Sam.

Desde un principio, sabía que esta boda no sería como las anteriores porque, para mi, también era una despedida en la que quería agradecerle todo lo que había echo y sigue haciendo por mi.

-Os quiero.

Nos separamos. Levanto la mirada y veo como Max, para mi sorpresa, se está secando las lágrimas. El chico me mira y, sin apartar la mirada, camino de vuelta hacia la fila de damas de honor mientras las lágrimas caen por mis mejillas.

Sabía que el también ha recordado y que también le ha dolido igual que a mi. Quería correr hasta el, pedirle que dejase de llorar y decirle que todo está bien pero la verdad es que nada está bien.

Capítulo 96: Me daba miedo volver a esos sentimientos, a recordar la sensación de que el tiempo corriese cuando estaba a su lado.

A pesar de los zapatos de aguja que llevo puestos, me coloco de puntillas para rodear el cuello del chico. Con vergüenza, bajo mis zapatos al suelo y Max rodea a mi cintura.

"Be Alright" de Dean Lewis suena, apoyo mi cabeza en su pecho y me dejo llevar mientras bailamos. Estar así, a su lado, solamente hacía que tuviese más y más ganas de romperme a llorar. No quería irme hasta el otro lado del mundo pero sería lo mejor para ambos.

And my friend said'I know you love her, but it's over, mateIt's never easy to walk away, let her goIt'll be okayIt's gonna hurt for a bit of timeSo bottoms up, let's forget tonightYou'll find another and you'll be just fineLet her go'

But nothing heals the past like timeAnd they can't stealThe love you're born to find

Max pega su cabeza a la mía.- Me hubiese gustado saber quererte, que todo saliese como quisimos en su día.

Escondo mi cara en su cuello y las lágrimas corren por mis mejillas.

-A mi también me hubiese gustado.

Todo se trata de un proceso. Un proceso en el que tenemos que asumir cada uno de los errores cometidos y de recordar todo lo bueno que hicimos y vivimos pese hacerle daño a quien, a día de hoy, aún tenemos a nuestro lado. No estaba dispuesta a olvidarle, no quería hacerlo y, ahora mismo que estoy entre sus brazos, me he dado cuenta de ello.

No quería que todo ocurriese de esta manera pero, la verdad es que, desde lo pensado o deseado a lo que sucede realmente, hay un gran camino que solo los valientes saben pasar.

-¿Qué tal te encuentras? ¿Hace mucho tiempo qué te has despertado?- pregunta Bella despertándose.

-Hace poco que me he despertado, pero estoy leyendo esto: Me echo hacia el, rozando su mejilla. Max me baja al suelo y, sin soltarme la mano, besa mi mejilla. -¿Nos tomamos esta copa aquí? Luego volvemos afuera.- digo sirviendo la Ginebra en las dos copas. -Perfecto.- coge su copa y se sienta en el suelo, al lado de la isleta de la cocina. -¿No has visto un sitio mejor para sentarnos, no?- pregunto divertida sentándome a su lado. Max suelta una carcajada.- Aquí estoy bien. -Yo también.- le miro, sonrío.- Hoy necesitaba esto, nada de despedidas. -Te vas a New York y nos tendremos que despedir una vez más.- dice Max antes de beber de su copa. -No puedo despedirme más veces de ti.- me apoyo en su hombro. -Lo haremos como las anteriores veces.- pasa la mano por mi pelo.- Y después, te enamorarás, conocerás lugares que aún no has visto, sentirás más de lo que has sentido hasta hoy... -No, no puedo sentir o enamorarme más de lo que lo he hecho de ti.- cierro los ojos, una lágrima cae por mi mejilla.

Durante unos segundos, Bella me mira aturdida, sin comprender nada mientras se frota los ojos aún despertándose. 

Bella.

Pienso en el texto que acaba de leerme Max y, es entonces cuando me percato de que lo he escrito mientras el chico dormía.

-Max, lo siento, de verdad.- digo rápido, agobiada.- Por favor, lo siento, simplemente pensé...

Hace días pensé que algo que me podía ayudar estando encerrado en este hospital, era escribir. Aquello que siempre me ha ayudado.

-Te acordabas de esa conversación, aún la recuerdas.- me mira a los ojos.- No me importa que escribas, lo aclaré en su día después de arruinar todo.

Le miro fijamente, confusa.

Aún así, aunque me tranquilice escuchar esas palabras de la boca del chico, intento quitarle el ordenador pero Max, con la poca fuerza que ha podido recuperar a lo largo de estos días, lo sujeta.

-Quiero leerlo mientras estoy en el hospital, ¿puedo?- pregunta bajando la pantalla del ordenador.

Me daba vergüenza que leyese esos textos, se trata de descubrirle todos mis sentimientos. Mis sentimientos hacia el.

Aunque esto lo he hecho antes, se trata de abrirme a el a un máximo nivel, dejándole ver mis sentimientos en todo momento, mis pensamientos y la manera en la que escribo algo tan íntimo para mi.

Tan íntimo como los sentimientos que viví el día del accidente.

Aún así, asiento con la cabeza.

***

Anochece en la habitación.

A solas, veo como poco a poco oscurece. 

-¿Sabes qué antes me has pedido que me casara contigo?- pregunto divertida a Max.

El chico no contesta. 

Me giro hacia Max, veo como mira pensativo hacia mi. 

Camino hacia el con ayuda de las muletas, me siento en el sillón. Acerco mi cara a la almohada en la que Max descansa.

Rompe el silencio girando su cabeza sobre la almohada.

Me mira.- ¿Y por qué no te lo iba a pedir si siempre he querido estar contigo?

-Max.- la voz me tiembla.

-¿Puedes levantar un poco la almohada?- hace una pausa, continúa.- Mientras estabas en tu habitación, mi madre me ha dado algo para ti.

Le miro confusa.

Meto la mano debajo de la almohada, saco una pequeña caja. La observo, es de terciopelo verde.

-Ábrela. Cuando me la dado, me ha dicho que lo necesitaría si te lo pedía.

Abro la pequeña caja entre mis manos. En su interior, hay un anillo de oro con un pequeño diamante.

-Max.- siento como la voz me tiembla mucho más que antes.

-Sé que tengo que solucionar muchos problemas cuando salga de aquí, que me dirás que no al "¿Te quieres casar conmigo?" porque también sé que puede no funcionar y que nos llevemos el mayor golpe de nuestras vidas, pero también sé que lo perdí todo en el momento que te fuiste a Londres.- dice mirándome.- Quiero vivir contigo en New York, solamente si tu quieres que lo haga.

Sin poder articular palabra, asiento con la cabeza.

He pasado tanto tiempo queriéndolo aunque no estuviese a mi lado en Londres, pensando que algún día llamarían a esa puerta y lo vería diciéndome que me quería. He pasado tantas horas llorando sintiéndome culpable de perseguir mis sueños y no seguir a su lado, tantos días llorando antes de reencontrarme con el en la boda de Louis al igual que cuando regresé a Londres por separarme de el una vez más. He pasado tanto tiempo sin poder quitármelo de la mente después de la boda de Raquel y Sam porque una y otra vez nos recordaba y, he llorado tantas horas las últimas semanas pensando que lo perdería, que ahora, tan solo quería vivirlo a el.

-New York nos espera juntos.

Vivirlo a el sin alejarme de mis sueños.

----------------------------------------------------------------------------------------------------

¡Holaaap! ¿Qué tal? Aquí tenéis un nuevo capítulo como os había prometido en el anterior capítulo. Espero mantenerme escribiendo ya que he terminado el grado y, aunque continúo haciendo el proyecto, tengo mucho más tiempo. Ya sabéis que cuando publico un nuevo capítulo quiero que esté todo lo mejor posible para mi y para quienes lo leéis, y más cuando queda poco para el final. Se vienen capítulos bastante largos y muy emocionantes así que espero que os gusten.

He vuelto a escribir, he empezado por este capítulo y estos días continuaré escribiendo. En cuanto tenga el siguiente, lo publicaré y, cuando crea que tengo los suficientes escritos, seguiré el "horario" que seguía antes de este parón (lunes y martes o dos veces capítulos por semana aunque no sean en esos días exactamente).

Espero que os guste este y los que publicaré más adelante. Os pido lo de siempre, que comentéis para saber vuestra opinión y, aunque no conteste a muchos de los mensajes, me encanta saber vuestra opinión o las ideas que tenéis porque formáis parte de todo esto.

Además, me habéis preguntado en varios capítulos que cuantos capítulos quedan y, aunque no lo sé fijo como para decirlo porque todo gira a la organización, al quitar capítulos o hacerlos más reducidos, como mucho quedan veinte capítulos contando el Epílogo final. Además, acerca de este tema, al terminar todos estos capítulos sobre la boda, también os comentaré una idea para la novela.

Muchísimas gracias por los comentarios, las leídas y los votos que he recibido estas últimas semana, sobre todo la semana pasada. No suelo responder a los comentarios aunque es algo que me gustaría hacer y pienso que debo organizarme para responderos a todos ya que cada uno de vuestros comentarios es algo que me sirve de ayuda para la novela. La semana pasada recibí muchísimos diciéndome lo emocionados que estabais, vuestros sentimientos acerca de lo que sucedía en los capítulos... y no me puede hacer más feliz saber que mis palabras causan ese efecto en vosotros, el mismo efecto que causó en mi mientras los escribía (también se puede llorar mientras se escribe jajaja).

En definitiva, muchísimas gracias por todo como siempre. Me gustaría que siguieseis comentando y votando en la novela ya que eso le da más valor y me sirve para ver su crecimiento.

Por último y aunque lo he dicho en el Importante que publiqué esta misma semana, seguiré publicando capítulos y añadiendo a todos los que me habléis para que os meta en el grupo de Whatsapp y no hay ningún tipo de problema en que me habléis ya que aún no lo borraré. Igualmente, quiero que no os de vergüenza o algo parecido por hablarme, en ese grupo hay muchos más lectores como vosotros y, aunque tarde en responderos o en agregaros al grupo, lo haré.

Os dejo mis cuentas y mi número de móvil aquí abajo:

+34646948158

Instagram: ittsandre

Instagram Cuenta de Fotografías: dreitts

Twitter: ittsandre

Snapchat: andreavillar17

Blogger: ittsandre

Muchísimas gracias :)

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