Solo sé que te amo

60. Confusiones

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Disclaimer 1: Los personajes de Inuyasha solamente le pertenecen a la gran mangaka Rumiko Takahashi, yo solo los tomos prestados para mi diversión.

Disclaimer 2: No presto mis historias, REPITO: NO PRESTO MIS HISTORIAS, solo las subo aquí en wattpad y en Fanfiction, si lo ven en otro lado favor de denunciarlas. Tampoco hago continuaciones de lo que ya dejé finalizado. Realmente no sé qué parte de «NO PRESTO MIS HISTORIAS» no se entiende.

Disclaimer 3: Las imágenes que tomo para ponerlas en los encabezados son bajadas de internet, así que, por eso, si tienen las firmas de sus debidos autores no lo elimino, crédito al que se lo merece

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CAPITULO 60:
«CONFUSIONES»

«Diana POV»

Al principio Nayeli me intenta sacar plática, pero la ignoro en más de una ocasión, así que al final caminamos en silencio hasta llegar a la morgue.

—Veo que no cambias esa personalidad tan aburrida que tienes, ¿eh Diana?

—Y tú no cambias esa actitud... tan... ¿cómo decírtelo sin dejar de ser una dama? ¡Ah sí! Tan... «especial» que tienes —no dejo de pensar que la palabra que estoy a punto de escupir es «zorra», sin embargo no lo considero apropiado.

En realidad no la odio, simplemente no puedo soportar que la exnovia de mi esposo esté tan cerca de él, así que decido seguir caminando en silencio intentando no caer en sus provocaciones en las que fácilmente caigo.

—Esta es la morgue. Allí podrás encontrar el cadáver de Kagome —aseguro secamente mientras le abro la puerta para que pueda entrar.

—¿El cadáver dices? —pregunta sin inmutarse haciendo una mueca para luego mofarse—. Es lo que más quisiera...

No entiendo a la que se refiere y ella abre lentamente la puerta, el olor de aquel lugar es penetrante hasta lo más profundo de toda su esencia, creo que siempre he podido jurar que es lo más horrible que he sentido en mis 23 años de vida y veo que ella opina lo mismo, porque saca un pañuelo de su bolsillo para ponérselo en la nariz, incluso la fragancia a melocotones que emana de la seda llega hasta mi olfato obviando un poco el mal olor a los cadáveres que nos rodean.

Inuyasha está a un lado de la mesa con el cadáver de ella bajo una sábana y Anko está a su lado observándolo, los dos están completamente extrañados, yo me quedo observándolos sin decir nada.

—¿Qué sucede Inuyasha?

—Inu...yasha... —cuando Tonks habla suavemente la vuelvo a ver, Inuyasha levanta su mirada casi de golpe observándonos.

—¿Tonks? En realidad... ¿eres tú?

—Sí... —responde sollozando, Inuyasha se acerca para tomarla en sus brazos y empezarla a consolar.

—Tonks... lo siento mucho... —toma su cabeza apretándola contra su pecho, toda la fortaleza que representaba se derrumba ante el acto y empieza a llorar.

Estoy en el marco de la puerta de la morgue sin entender nada de lo que está sucediendo, lo que me hace clavarme al piso porque no me iré hasta averiguar qué es lo que en está sucediendo.

—Toda la culpa... toda la culpa de esto... la tuvo Kagome... ella... esa maldita mujer... ¡ha sido la responsable de esto! —grita llorando separándose del pecho de él.