Solo sé que te amo

36. Simplemente dudas

Estoy intentando subir lo más rápido que puedo, creo que ese es el problema de intentar escribir nuevos fics jajaja. 

La verdad no sé porque no había subido este capítulo, creo que simplemente se me olvidó darle clic a publicar, porque realmente ya estaba listo, y justo hoy que quiero editar el 37 me di cuenta de ello, ¡Jesús! El "alemán" ya me empieza a atacar fuerte.

En fin, disfruten y ojalá puedan dejarme sus comentarios, me encanta leerlos y aunque sea tarde pero a cada una siempre le respondo.

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Disclaimer 1: Los personajes de Inuyasha solamente le pertenecen a la gran mangaka Rumiko Takahashi, yo solo los tomos prestados para mi diversión.

Disclaimer 2: No presto mis historias, solo las subo aquí en wattpad y en Fanfiction, si lo ven en otro lado favor de denunciarlas. Tampoco hago continuaciones de lo que ya dejé finalizado.

Disclaimer 3: Las imágenes que tomo para ponerlas en los encabezados son bajadas de internet, así que por eso, si tienen las firmas de sus debido autores no lo elimino, crédito al que se lo merece

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CAPITULO 36:
«SIMPLEMENTE DUDAS»

Los rayos del sol van iluminando la habitación, la cual parece la antesala a una mañana perfecta. La zona en donde está ubicada la casa de Sesshoumaru es una rodeada por árboles, lejos del bullicio de los edificios y la constante pululación de las personas, por lo que disfruto en algunas ocasiones, despertarme junto al cántico de las aves que se escucha a lo lejos.

Cuando me muevo por primera vez, mi cuerpo me recuerda lo resentido que se encuentra por la actividad de la noche anterior, dolor en las piernas, en los muslos, en la espalda, en todo el cuerpo en general, además del cansancio. Toda esta acumulación de pensamientos negativos se esfuman al momento en que mis ojos cafés contemplan a mi lado al grandioso chico que se encuentra a la par mía.

Sesshoumaru, pienso tiernamente.

Me abraza inconscientemente y su cuerpo roza al mío lo cual me hace temblar. Correspondo el abrazo y me regreso a mi posición para continuar descansando solo un poco más, aunque la presión de mis obligaciones en el hospital se apoderan de mi conciencia, logrando que me desprenda de él, debo de pasar todo el día allá y es algo completamente indiscutible.

Me levanto con cuidado de no hacer mucho ruido, Sesshoumaru continúa dormido. Me voy directamente a mi habitación, tengo que ducharme y prepararme para este nuevo día.

Después de casi 45 minutos estoy lista. Bajo las escaleras comenzando a sentir un delicioso aroma, ¡Oh dulce néctar y vespertino que hace recargar las energías perdidas y levanta los ánimos hasta de la misma bella durmiente!

—¡Buenos días Kagome! —me saluda cortésmente mi apuesto novio saliendo de la cocina—. ¿Café? —me pregunta sirviéndome en un vaso térmico aquella bebida que es indispensable para empezar un nuevo día.

—Ho... —de pronto mi voz se corta y siento arder mis mejillas, ¡vamos Kagome, tienes que reponerte!—. Hola Sesshoumaru, b-buenos días —digo finalmente con cierta timidez, pero ¿Cómo no estarlo? Aquel chico radiante y hermoso que está parado frente a mí me poseyó con pasión y locura la noche anterior.

Aquel pensamiento hace que me sonroje nuevamente al recordar esa pasión, tenemos un corto silencio, no sabría decir si incómodo o no, pero uno que me hace sentirme insegura, tal pareciera que Sesshoumaru puede leer, no solo mi lenguaje corporal sino que también, mis pensamientos, así que me brinda una pequeña sonrisa dándome un beso en la mejilla.