Solo sé que te amo

19. Una extraña coincidencia

CAPITULO 19:
«UNA EXTRAÑA COINCIDENCIA»

A pesar que he terminado con todo lo que he venido a hacer al hospital, todavía no me he retirado, ya que he preferido quedarme para ir investigando con varios amigos las especialidades que he tomado.

Empiezo primero con mi mejor amiga, Ayame, me enseña el departamento desde otro punto de vista y no como el que siempre he visto solo de paso. Me explica cómo se hacen los procedimientos aclarándome que solo es una pequeña reseña de todo lo que sucede, que cuando esté ya de planta me explicará con más soltura enseñándome todo lo que pueda.

Luego me detengo en otro departamento, de hecho de otro de mis buenos amigos, aunque él es dos años mayor que yo y se graduó hace un año de Pediatría, su nombre es Bankotsu y es el hermano de Suikotsu, el ex-novio de Ayame de quien no quiero ni recordarme.

Ambos son completamente diferentes y opuestos, todavía me parece increíble que sean tan distintos en sus personalidades. A Bankotsu nunca le he conocido ninguna novia porque él mismo dice que no tenía tiempo para una y estar a medias con alguien no es estar en una relación, ese pensamiento derrite a muchas chicas pero lo que creo es que él sigue esperando a que aparezca aquella chica que lo hiciera suspirar y sentir las clásicas mariposas en su estómago.

Sí, soy demasiado romántica con mis pensamientos, pero eso es lo que he preferido pensar. Es bastante respetuoso con las mujeres, tiene muchas amigas y yo soy una de ellas.

—Hola Bankotsu, ¿Cómo te encuentras? —lo saludo de manera normal al entrar al departamento de neonatología, en donde están todos los infantes.

—Hola linda ¿Cómo estás? —me saluda alegremente y de manera coqueta que es tan natural que ni siquiera lo noto—. Qué alegría verte por aquí. Permíteme un momento.

Sostiene en sus manos un expediente y le da instrucciones a una enfermera quien lo escucha muy atentamente, no me doy cuenta que la está regañando hasta que ella antes de retirarse dice:

—Como usted diga doctor y disculpe por ello. En un momento volveré a tomarle los exámenes, con permiso.

A pesar de ser tan joven, como muchos aquí, se ve que ella le tiene mucho respeto.

—Discúlpame, pero aquí siempre tenemos que estar corriendo, especialmente con los pacientes de la UCIN —Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatología—, tenemos que estar pendientes por cualquier emergencia, pero ¿Qué te trae por aquí? ¿Algo en lo que te pueda ayudar?

Bankotsu tiene la cualidad de ser muy tierno y atento con todas las mujeres, creo que es una de las cosas por lo que todas lo adoraban, además que es muy guapo, su cabellera negra larga es brillante y muy varonil, siempre la lleva en una trenza, sus ojos amatistas, dan la impresión que pudieran hipnotizar a cualquier mujer.

—Pues la verdad, vengo a investigar que tal son todos por aquí, ya que dentro de un par de meses estaré pasando por aquí.

—¿En serio? Qué alegría me dará tenerte por aquí —me dice muy contento pero luego cambia el gesto de su rostro por otro más serio—, solamente te tengo que advertir algo para que después no te vayas a sorprender mucho, el jefe de Pediatría y neonatología es muy estricto, para él no hay nada más importante que los niños, por eso a todos nos exige estar muy pendientes y siempre anda haciendo rondas para investigar si todo está bien o no.

Me aclara bastante serio indicándome lo importante que son cada uno de los niños para ellos.

—A los residentes siempre les hace preguntas cuando menos se lo esperan y además no cualquier clase de interrogantes, puede ser de tu propio año o más avanzadas o inclusive casos muy particulares e insólitos.